Rosita

Rosita

3 / agosto / 2016

La historia de la blogosfera cubana no se puede contar sin pasar necesariamente por una de sus figuras más visibles: Rosa, Rosita, La Polillosa, La Polilla,  albergó muchos más nombres que el de la flor.

Rosita es un ejemplo de que la división que nos quieren imponer entre “mundo virtual” y “mundo presencial”, no es más que una falacia. Nosotras desarrollamos una amistad fecunda por muchos años y nos vinimos a abrazar mucho tiempo de iniciada esa relación, justo cuando el universo lo quiso.

Mientras tanto, yo le mandaba palomas mensajeras en plena angustia pidiéndole que llamara a mi hija. Cualquier motivo me bastaba. De manera que en mi casa su voz era muy conocida. Amó a mi nieto a partir de las fotos que puse de él en mi muro y nunca le pudo morder el cachete pues el tiempo pasó y ella ya no está.

Me preguntó entonces: ¿Me vas a llorar?

En algunas cosas Rosita tenía un tino especial. Como dice mi amigo Enzo, probablemente ella haya sido la única persona que jamás desacreditó sus ideas por el hecho de ser italiano. Ella era un ser muy justo.

En otros momentos podía levantar las polémicas más absurdas y era donde discutíamos. Nos decíamos la misa completa hasta que se nos quedaba la adrenalina en cero. Porque todo pasa y de eso ya teníamos constancia; varios periodos de silencio entre nosotras nos acercaron cada vez más. Pregúntenle a Mildred, quien se propuso interceder en nuestra última riña. No hizo falta. Yo le di un toque cuando me enteré que me había retirado la amistad. “Dale mija que nuestro amor es verdadero”, le dije. Entonces me confesó que se había arrepentido de sacarme de su muro. “Cojones no me hagas más nunca eso, que no sé vivir sintigaaaaaaaaa”. La última palabra es sin dudas un neologismo.

Lo que nunca hice fue leer uno de sus post. Y Rosita lo sabía. También creo que no leía mi bitácora. Había temas y posturas mías que la hacían rabiar.

Eso sí, nadie puede dudar que Rosita ponía amor en todo lo que hacía, lo mismo para verter un criterio, como para juzgar a alguien. Daba lo mismo que fuera uno de sus tuitazos que yo presumía inútiles, para lo cual ponía en disposición su banda-estrecha-conexión.

Con un “me quedan tres o cuatro afeitadas” me dijo que estaba preparada para irse de este mundo. Se rió y luego afirmó: “estoy como la hiena, no sé de qué me río”. Planifiqué infructuosamente llevarle un andador, pregúntenle a Leticia. Para ese entonces, ya René, “el de los 5”, como ella lo denominaba, se me había adelantado.

Me preguntó entonces: “¿Me vas a llorar?” El día de su muerte no fue uno cualquiera: SE MURIÓ NUESTRA ROSITA. No me dio tiempo a llegar a La Habana.

Lloré.

Tuve entonces que conformarme con leer los obituarios de sus amistades, alguna de ellas participaron de sus sueños más bellos, como el de la tropa cósmica.

Es 26 de julio. En el momento, en que casi termino este texto, vuelvo a entrar a su muro. Noto que la gente sigue publicando por allá y etiquetándola a los eventos que consideran importantes. Prefiero pensar que son personas que la sienten aún presente, aunque también podría suponerse que no se han enterado de su muerte. Tal vez no les haga falta saberlo.

toque-promo

Si crees que nuestro periodismo es relevante para Cuba y su pueblo, queremos que sepas que este es un momento crítico.

Detrás de cada publicación hay un equipo que se esmera porque nuestros productos cumplan altos estándares de calidad y se apeguen a los valores profesionales y éticos.

Pero mantener la vigilancia sobre el poder, exigir transparencia, investigar, analizar los problemas de nuestra sociedad y visibilizar los temas ocultos en la agenda pública; es un ejercicio que requiere recursos.

Tú puedes contribuir con nuestra misión y por eso hoy solicitamos tu ayuda. Selecciona la vía que prefieras para hacernos llegar una contribución.

Evalúe esta noticia

cargando ...

comentarios

En este sitio moderamos los comentarios. Si quiere conocer más detalles, lea nuestra Política de Privacidad.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Lilibeth A

A cada rato me acuerdo de Rosa. De todo lo que dices me quedo con esto: “Ella era una persona muy justa”, quizás porque vivía desde el ejemplo, y aunque se estuviera en desacuerdo con ella, uno sabía reconocerle el amor, la sinceridad, el compromiso real nacido de esos sitios íntimos que nadie paga y por lo general pasan inadvertidos.
Rosa hubiera plantado bandera, por ejemplo, con todo esto de los periodistas, con todos los ataques y aunque estoy segura de que nos hubiera puesto en nuestro justo lugar, sé que lo hubiera hecho con todo el mundo.
A Rosa, había que bancársela, como dicen los argentinos. Algunos lo hacíamos con gusto. Otros, simplemente cedían el paso a esa mujer guerrillera y querida, la rosa nuestra de todos los vientos.
Lilibeth A

Vivian Batista Ibanez

Muy emotivo Sandra. articulo!
Vivian Batista Ibanez

Vivian Batista Ibanez

Muy emotivo Sandra. Excelente articulo!
Vivian Batista Ibanez

Emanoel Ribeiro de Almeida

Muchas gracias desde Brasil!
Emanoel Ribeiro de Almeida

MERCADO INFORMAL DE
DIVISAS EN CUBA (TIEMPO REAL)

toque_logo_white
1 EUR365.00 CUP
1 USD355.00 CUP
1 MLC285.00 CUP
Calendar iconCUBA
publicidad_banenr
test
bell-notification

No te pierdas nuestras novedades

Suscríbete a las notificaciones y entérate al instante de todo lo que tenemos para ti: breaking news, alertas de mercado, transmisiones en vivo ¡y más!

No te pierdas
nuestras novedades

Suscríbete a las notificaciones y entérate al instante de todo lo que tenemos para ti: breaking news, alertas de mercado, transmisiones en vivo ¡y más!

bell-notification