cine

Aquí encontrarás todo lo relacionado con el séptimo arte en Cuba, desde entrevistas a actores y directores consagrados  hasta toda la producción independiente ajena al ICAIC. El cine de Cuba fue introducido a la isla a principios del siglo XX, con el inicio de la producción cinematográfica que produjo alrededor de 80 películas completas antes de la Revolución cubana en 1959. En su mayoría, estas películas trataban sobre melodramas. Después de la revolución, Cuba entró al período conocido como la «época de oro del cine cubano. El futuro del cine cubano es incierto, pero dada la tradición histórica de este género en el país es probable que la producción continúe, apoyada por la existencia de escuelas de cine como la del ISA, y San Antonio de los Baños, y festivales de gran prestigio internacional, como el Festival Internacional de Cine de La Habana. Actualmente los cineastas de Cuba discuten la creación de una Ley Nacional de Cine.
«El regresado» es un filme hermoso, es una historia de crecimiento que explora la búsqueda de una identidad como parte de los dilemas de un artista.
En una de las últimas películas que vi, «El ciervo» (Gavaznhā, 1974), del director Masud Kimiai, el régimen del Sha aparecía retratado de cuerpo entero en forma de censura.
Yunior García, Claudia Álvarez y Yadier Fernández viven en Madrid y buscan hacer teatro cubano en España como una forma de volver a existir, como una manera de re entender Cuba.
Con cada Festival de Cine de La Habana surge un nuevo escándalo de censura y represión artística por parte de los gobernantes cubanos.
El filme «Llamadas desde Moscú», del realizador cubano Luis Alejandro Yero, fue excluido del venidero Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano en La Habana. La censura de las instituciones contra la obra de los cineastas cubanos vuelve a estar sobre la mesa.
El Festival de Cine Instar explora el cine independiente cubano a pesar de la censura gubernamental; y se ha convertido en una plataforma de visibilización y resistencia cultural.
El cineasta independiente Miguel Coyula conversó con «elTOQUE» sobre su obra y sobre la censura a la que está expuesto de manera constante en Cuba.
Los artistas de Matraca dibujan sobre los movimientos en la directiva del Icaic y la Escuela Internacional de Cine y Televisión; también, sobre el nuevo término de la oficialidad, «guerra cognitiva».
A raíz de los sucesos alrededor del documental «La Habana de Fito» se inició un «movimiento de cuadros» en la directiva oficialista de la cinematografía cubana. Ramón Samada, Susana Molina y Waldo Ramírez son los tres funcionarios que se encuentran en el ojo de la polémica.
La Habana de Fito de Juan Pin Vilar es célebre sin haber llegado a las salas de cine. Su transmisión, sin permiso del director ni del productor del audiovisual, en el espacio Espectador crítico, de la televisión cubana, fue un escándalo cultural dentro y fuera de la isla.
Los actos de censura y vulneraciones del derecho de autor que rodearon «La Habana de Fito» llevaron a que varios jóvenes realizadores convocaran a una asamblea especial. ¿Qué sucedió allí?
La historia de la censura en Cuba, sobre todo en las artes, es parte constitutiva de la estructura que la propicia.
Quienes pretendan crear de forma independiente y libre en Cuba no encontrarán nunca protección ni en la ley ni en la institucionalidad, a menos que cambie el modelo político que hoy necesita la censura y el escarnio para continuar reproduciéndose.
La cultura que no puede ser capitalizada por los aparatos de propaganda del Estado o no sirven a una élite letrada esencialmente habanera debe ser sostenida por iniciativas locales a contrapelo de desaparecer.
Zoe y Helena inician un viaje que las ayude a encontrar, en tierra extranjera, lo que la tierra natal les secuestra: autodeterminación, reinvención y diálogo. La escritora e investigadora cubana Mabel Cuesta reseña el largometraje Febrero (2022) del realizador Hansel Porras García.
Durante varias décadas, el cine Suárez fue una referencia de la vida cultural de los bautenses. Hoy es otra la imagen.
Fresa y chocolate cumple 30 años de su estreno. A los méritos cinematográficos y el impacto social se une el hecho de ser la única película cubana nominada al Óscar como mejor película extranjera.
El ensayista y crítico de cine Reynaldo Lastre reseña «Vicenta B», la última producción cinematográfica de Carlos Lechuga.
La serie 11: once estrenó su primera temporada en junio de 2022, a través de la plataforma digital Youtube, no sin levantar polémica por ser una producción cubana independiente.
El cine insular es también la lista de censuras y purgas que matizan desde hace décadas la política cultural en Cuba. En 2022, diversos proyectos independientes buscan recuperar esas voces y relatos negados por el poder.
Este es un número del suplemento dominical Xel2 dedicado a la Muestra Joven, un espacio de cine independiente que se perdió, en gran medida, por la censura.
Más allá de las costumbres regionales y de los cambios de paradigma en la historia de las representaciones del sexo, los tabúes y los tótems siguen ahí, influyendo en los intercambios sexuales de todo tipo.
Un minidirectorio de filmes cubanos que han tratado el tema de la pobreza en las últimas décadas, a propósito de la exhibición de «Canción de barrio» (2014) en la televisión cubana.
«Mírame así» figura como una comedia romántica «con toques clásicos, por decirlo de algún modo; realmente es contemporánea con tintes de la Grecia Antigua, del mundo de los dioses; es una historia muy bonita y sobre todo bien escrita que va de la mano de un elenco variado», comenta Vilá.
El 6 de agosto de 2021 Netflix estrenó «Vivo», otro filme de esta plataforma relacionado con Cuba. Andrés, Marta Sandoval, Gaby y un kinkajú fungen como los personajes centrales de la película que se desarrolla entre La Habana y Miami.

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Aquí encontrarás todo lo relacionado con el séptimo arte en Cuba, desde entrevistas a actores y directores consagrados  hasta toda la producción independiente ajena al ICAIC. El cine de Cuba fue introducido a la isla a principios del siglo XX, con el inicio de la producción cinematográfica que produjo alrededor de 80 películas completas antes de la Revolución cubana en 1959. En su mayoría, estas películas trataban sobre melodramas. Después de la revolución, Cuba entró al período conocido como la «época de oro del cine cubano. El futuro del cine cubano es incierto, pero dada la tradición histórica de este género en el país es probable que la producción continúe, apoyada por la existencia de escuelas de cine como la del ISA, y San Antonio de los Baños, y festivales de gran prestigio internacional, como el Festival Internacional de Cine de La Habana. Actualmente los cineastas de Cuba discuten la creación de una Ley Nacional de Cine.

Arte, censura e interrogatorios en la nueva película de Armando Capó
«El regresado» es un filme hermoso, es una historia de crecimiento que explora la búsqueda de una identidad como parte de los dilemas de un artista.
En una de las últimas películas que vi, «El ciervo» (Gavaznhā, 1974), del director Masud Kimiai, el régimen del Sha aparecía retratado de cuerpo entero en forma de censura.
El filme «Llamadas desde Moscú», del realizador cubano Luis Alejandro Yero, fue excluido del venidero Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano en La Habana. La censura de las instituciones contra la obra de los cineastas cubanos vuelve a estar sobre la mesa.
Los artistas de Matraca dibujan sobre los movimientos en la directiva del Icaic y la Escuela Internacional de Cine y Televisión; también, sobre el nuevo término de la oficialidad, «guerra cognitiva».
Los actos de censura y vulneraciones del derecho de autor que rodearon «La Habana de Fito» llevaron a que varios jóvenes realizadores convocaran a una asamblea especial. ¿Qué sucedió allí?
La cultura que no puede ser capitalizada por los aparatos de propaganda del Estado o no sirven a una élite letrada esencialmente habanera debe ser sostenida por iniciativas locales a contrapelo de desaparecer.
Fresa y chocolate cumple 30 años de su estreno. A los méritos cinematográficos y el impacto social se une el hecho de ser la única película cubana nominada al Óscar como mejor película extranjera.
El cine insular es también la lista de censuras y purgas que matizan desde hace décadas la política cultural en Cuba. En 2022, diversos proyectos independientes buscan recuperar esas voces y relatos negados por el poder.
Un minidirectorio de filmes cubanos que han tratado el tema de la pobreza en las últimas décadas, a propósito de la exhibición de «Canción de barrio» (2014) en la televisión cubana.
Yunior García, Claudia Álvarez y Yadier Fernández viven en Madrid y buscan hacer teatro cubano en España como una forma de volver a existir, como una manera de re entender Cuba.
El Festival de Cine Instar explora el cine independiente cubano a pesar de la censura gubernamental; y se ha convertido en una plataforma de visibilización y resistencia cultural.
A raíz de los sucesos alrededor del documental «La Habana de Fito» se inició un «movimiento de cuadros» en la directiva oficialista de la cinematografía cubana. Ramón Samada, Susana Molina y Waldo Ramírez son los tres funcionarios que se encuentran en el ojo de la polémica.
La historia de la censura en Cuba, sobre todo en las artes, es parte constitutiva de la estructura que la propicia.
Zoe y Helena inician un viaje que las ayude a encontrar, en tierra extranjera, lo que la tierra natal les secuestra: autodeterminación, reinvención y diálogo. La escritora e investigadora cubana Mabel Cuesta reseña el largometraje Febrero (2022) del realizador Hansel Porras García.
El ensayista y crítico de cine Reynaldo Lastre reseña «Vicenta B», la última producción cinematográfica de Carlos Lechuga.
Este es un número del suplemento dominical Xel2 dedicado a la Muestra Joven, un espacio de cine independiente que se perdió, en gran medida, por la censura.
«Mírame así» figura como una comedia romántica «con toques clásicos, por decirlo de algún modo; realmente es contemporánea con tintes de la Grecia Antigua, del mundo de los dioses; es una historia muy bonita y sobre todo bien escrita que va de la mano de un elenco variado», comenta Vilá.
Con cada Festival de Cine de La Habana surge un nuevo escándalo de censura y represión artística por parte de los gobernantes cubanos.
El cineasta independiente Miguel Coyula conversó con «elTOQUE» sobre su obra y sobre la censura a la que está expuesto de manera constante en Cuba.
La Habana de Fito de Juan Pin Vilar es célebre sin haber llegado a las salas de cine. Su transmisión, sin permiso del director ni del productor del audiovisual, en el espacio Espectador crítico, de la televisión cubana, fue un escándalo cultural dentro y fuera de la isla.
Quienes pretendan crear de forma independiente y libre en Cuba no encontrarán nunca protección ni en la ley ni en la institucionalidad, a menos que cambie el modelo político que hoy necesita la censura y el escarnio para continuar reproduciéndose.
Durante varias décadas, el cine Suárez fue una referencia de la vida cultural de los bautenses. Hoy es otra la imagen.
La serie 11: once estrenó su primera temporada en junio de 2022, a través de la plataforma digital Youtube, no sin levantar polémica por ser una producción cubana independiente.
Más allá de las costumbres regionales y de los cambios de paradigma en la historia de las representaciones del sexo, los tabúes y los tótems siguen ahí, influyendo en los intercambios sexuales de todo tipo.
El 6 de agosto de 2021 Netflix estrenó «Vivo», otro filme de esta plataforma relacionado con Cuba. Andrés, Marta Sandoval, Gaby y un kinkajú fungen como los personajes centrales de la película que se desarrolla entre La Habana y Miami.
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