Mujeres cubanas han tomado la iniciativa de coser nasobucos que regalan a familiares y vecinos o venden a precios accesibles. Al mover el pedal, agitan la solidaridad y mueven la economía cubana.
Mujeres cubanas han tomado la iniciativa de coser nasobucos que regalan a familiares y vecinos o venden a precios accesibles. Al mover el pedal, agitan la solidaridad y mueven la economía cubana.