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Es oficial: Google cambiará el nombre del Golfo de México por Golfo de América
30 / enero / 2025
En los últimos días, varios usuarios en redes sociales se preguntaron si realmente había cambiado el nombre del Golfo de México por el de Golfo de América. La duda se generó luego de que el presidente Donald Trump firmara una orden ejecutiva para cambiar en los documentos oficiales estadounidenses y comunicaciones federales el nombre del cuerpo de agua.
Trump puede cambiar cómo se nombra el golfo dentro de Estados Unidos, pero no tiene jurisdicción sobre cómo decidan llamarlo otros países. Aun así, la multinacional Google informó el lunes 27 de enero de 2025 que, una vez que el nombre sea oficialmente cambiado, ellos actualizarán la información. «Tenemos una práctica de larga data de aplicar cambios de nombre cuando han sido actualizados en fuentes oficiales del Gobierno», explicó la empresa.
Ahora bien, el cambio solo aparecerá para usuarios de Google Maps en Estados Unidos. Es posible que para usuarios de otros países salgan ambos nombres. El «rebautizo» tendrá lugar poco después de que cambie en el Junta de Información de Nombres Geográficos.
El presidente electo también quiere cambiar el nombre de la montaña Denali, en Alaska. Llamada por más de 100 años como McKinley, la denominación del lugar cambió en 2015 bajo la presidencia de Barack Obama. El apelativo Denali es el que usaron durante siglos los primeros habitantes de Alaska.
¿Cómo se cambian los nombres en EE. UU.?
Generalmente, el cambio de nombre de un lugar comienza a nivel local. Las personas del estado o condado que quieran realizar el cambio proponen un nuevo nombre y buscan apoyo. El proceso varía dependiendo del estado.
Por ejemplo, habitantes de Minnesota decidieron cambiarle el nombre a un lago. Cuando el condado se puso de acuerdo acerca de la nueva denominación, envió la solicitud al Departamento de Recursos Naturales de Minnesota, que la hizo oficial a nivel estatal. Luego, el estado de Minnesota envió la solicitud a la Junta de Nombres Geográficos, que la hizo oficial para todo Estados Unidos.
Son trámites que pueden durar años. Se necesitaron cuatro décadas para renombrar el monte Denali, un accidente geográfico que desde finales del siglo XIX llevó el nombre de William McKinley.
Alaska solicitó el cambio de nombre en 1975, pero la Junta de Nombres Geográficos no tomó acción. Miembros de la delegación del Congreso de Ohio —el presidente William McKinley era de Ohio— se opusieron durante muchos años a las solicitudes para renombrar la montaña, y la junta no actuó ante las peticiones.
Usualmente, el presidente concilia los cambios de nombre a través del secretario de Interior. El secretario trabaja con los líderes de agencias encargadas de tramitar los apelativos a la Junta de Nombres Geográficos. La política actual del comité establece: «Se busca activamente la opinión de las autoridades estatales de nombres geográficos, agencias de manejo de tierras, Gobiernos locales y Gobiernos tribales».
El secretario del Interior, Doug Burgum, tendrá un plazo de 30 días desde la publicación de la orden para implementar el cambio de nomenclatura, lo que significa que deberá cumplir con esta tarea antes del 19 de febrero de 2025
La explicación anterior es válida para puntos que se encuentren dentro de la geografía estadounidense. Para lugares en aguas extranjeras el reglamento no aplica. Se considera territorio nacional hasta 19 kilómetros mar adentro desde la costa. Fuera de ese límite, todo es aguas internacionales. Por esa razón, la legislación de EE. UU. no aplica a terceros países.
La Organización Hidrográfica Internacional (OHI), vinculada a la ONU, explicó al medio Factchequeado que no existe actualmente ningún acuerdo o protocolo internacional formal que regule la denominación de las zonas marítimas. En su rol como entidad consultiva y de normalización, la OHI colabora con el Grupo de Expertos de la ONU en Nombres Geográficos.
Además, la organización señaló que las autoridades cartográficas de cada país son responsables de definir sus políticas para la elaboración de mapas, cartas náuticas, bases de datos geográficos y servicios de geodatos oficiales. En el caso de Estados Unidos, esta labor recae en la Junta de Información de Nombres Geográficos del país
Reacciones a los cambios
Claudia Sheinbaum, la presidenta mexicana, se burló de la decisión de Trump sobre el cambio de nombre e incluso, inicialmente, sugirió de forma sarcástica renombrar América del Norte como «América Mexicana».
«Él dice que lo llamará el Golfo de América en su plataforma continental», dijo Sheinbaum. «Para nosotros sigue siendo el Golfo de México, y para el mundo entero sigue siendo el Golfo de México».
En Alaska, mientras tanto, organizaciones indígenas se oponen al cambio de nombre de la montaña Denali. La senadora Lisa Murkowski, que es republicana, también se posicionó en contra de la decisión del líder de su partido.
«La montaña más alta de nuestra nación, que ha sido llamada Denali durante miles de años, debe seguir siendo conocida por el nombre legítimo otorgado por los Koyukón de Alaska, quienes han cuidado esta tierra desde tiempos inmemoriales», sentenció.
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