Nuevas tarifas de Internet aumentan las ventas del saldo telefónico en el mercado informal

Foto: elTOQUE.
La compra del saldo telefónico en Cuba no es un fenómeno nuevo. Desde hace años constituye una forma de obtener ganancias, efectivo e, incluso, remesas. Sin embargo, pocas horas después del anuncio de las nuevas restricciones de Etecsa, las ofertas —y en algunos casos el precio— del saldo telefónico se disparó.
La razón principal es la limitación de las recargas nacionales a solo 360 pesos cubanos cada 35 días —con excepción de los estudiantes universitarios que podrán recargar dos veces, medida que tomó el Gobierno a posteriori luego de numerosos reclamos—. «El saldo móvil con que cuentan los clientes se mantiene y tanto ahora como en lo adelante se podrá utilizar para adquirir planes sin límites de compra o realizar tantas transferencias de saldo como deseen», especificó la empresa tras el anuncio de la medida.
Las nuevas tarifas, lejos de frenar el consumo, han aumentado el mercado informal en el que el saldo telefónico se comercializa como una divisa más. «Vendo saldo a 1 CUP por 1 CUP» —en el mejor y menos frecuente de los casos—, se pregona en las redes sociales. Sin embargo, en la mayoría de los anuncios, las tasas de interés varían en dependencia de la cantidad, la urgencia del comprador y si el pago se realiza en efectivo o por transferencia.
La «tasa de cambio» más alta llega a ofrecer 360 CUP de saldo telefónico por 700, 1 000 CUP o incluso 1 800, según los datos que hemos podido rastrear. Es el nuevo negocio. Las personas que necesitan más de 10 GB para trabajar difícilmente podrán costear los paquetes «extra» de Etecsa. Para adquirir 15 GB, por ejemplo, debes pagar 11 760 CUP o 35 USD a través de las plataformas de la empresa o en sus oficinas físicas.
Ante esa realidad, muchos han optado por comprar múltiples paquetes de 360 CUP (6 GB) —más accesibles y rentables—, lo que los obliga a adquirir saldo mediante transferencias en el mercado informal. Los ganadores son quienes tienen grandes reservas de saldo; los «clientes», quienes necesiten más de 6 GB de conexión a Internet por datos móviles al mes.
La clave del fenómeno es simple: aunque Etecsa limitó las recargas directas en pesos cubanos, no eliminó las transferencias de saldo entre líneas móviles. Ello significa que una persona con 6 720 CUP de saldo puede adquirir hasta 18 paquetes de 360 CUP, cada uno con 6 GB y acumular así 108 GB en total. En contraste, con ese mismo dinero, si tuviera que comprar paquetes «extra» a los precios oficiales, apenas podría adquirir uno de 7 GB por 6 720 CUP o dos de 3 GB por 3 360 CUP cada uno. También, en algunas plataformas ya pueden verse ofertas de saldo telefónico por dólares, euros o moneda libremente convertible (MLC).
Sin embargo, Etecsa limita las transferencias y solo se pueden hacer tres al día; tampoco pueden superarse los 500 000 CUP en el saldo principal. «Cada transferencia tiene un costo de 5 CUP, que se descuenta del saldo de la línea principal».
Un negocio finito
La urgencia de la compra y venta de saldo telefónico se debe a que este negocio informal es finito: cuando se acabe el saldo acumulado por recargas anteriores, también se agotará el mercado. Y ya la empresa no permite recargar con dinero el saldo de los móviles, más allá de los 360 CUP cada mes.
Algunas voces en redes sociales sospechan que Etecsa anunció la medida sin previo aviso, para evitar que los usuarios acapararan saldo antes de la entrada en vigor del nuevo límite. La presidenta de Etecsa, Tania Velázquez, justificó la falta de aviso argumentando que, de haberse anunciado con antelación, «la ansiedad» por el nuevo límite habría «congestionado la red». «Se hizo una valoración de riesgo sobre qué iba a ocurrir si muchas personas hacían determinadas operaciones (consulta y recarga de saldo) y eso podía incidir en que fallaran algunas plataformas», dijo Velázquez.
Para evitar incluso una «filtración» que alertara a la población, la empresa comunicó, la noche anterior al anuncio de las medidas, una interrupción por 12 horas «como parte de los trabajos programados para optimizar la calidad del servicio». «Durante este período de mantenimiento, los clientes de telefonía móvil no podrán realizar operaciones como consultas o transferencias de saldo, recargas, ni la compra de planes o paquetes», informaron en sus redes sociales.
Al analizar el impacto del paquetazo, el economista cubano Mauricio de Miranda opinó que «la lógica parasitaria del régimen cubano pretende imponerse a toda la sociedad, ratificando claramente el carácter empobrecedor de sus políticas, porque fallan en generar prosperidad, pero son altamente eficaces en producir pobreza».
«De paso, como muchos no querrán apelar a amigos o familiares y terminarán retirándose de la conectividad global, resuelven otro problema que les molesta como régimen opresor, limitar el acceso a la información, aumentando con ello la exclusión política y cercenando los derechos humanos», concluyó.


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