Para muchos, Cuba ya no es el país seguro, el paraíso de tranquilidad, que promocionan las agencias de viaje. Algo tan cotidiano como sacar el celular en la calle o caminar solo por la noche es un juego de ruleta rusa sin el glamour de Las Vegas. Reportes de la ciudadanía y la prensa independiente confirman un aumento de la violencia en los cinco primeros meses de 2023.

El 6 de junio de 2023 el arzobispo de Santiago de Cuba, monseñor Dionisio García, denunció la escalada de delitos, luego de que los padres del sacerdote Leandro Naun Hung fueron violentados por personas que entraron a robar a su vivienda. «Que la vida honesta y segura que necesitamos y merecemos, se adueñe de nuestras ciudades y hogares», dijo el párroco a través de las redes sociales del arzobispado.

Junto a la creciente inseguridad, la inflación se ha convertido en la estrella principal de la economía doméstica. Los cálculos de expertos la ubican en un 200 %. Entonces, no asombra que el cartón de 30 huevos triplicara su precio en los últimos 12 meses y que llegara a costar entre 1 600 y 2 000 CUP en el mercado informal. Por las vías estatales, la cosa tampoco pinta bien. Según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) la inflación interanual en el mercado formal llegó al 45.69 % en abril de 2023.

Mientras la seguridad se vuelve un lujo y la economía parece un juego de mesa desequilibrado, el Gobierno cubano sigue persiguiendo el sueño de lo que las personas han llamado la «rusificación 2.0» de la economía cubana.