El 10 de diciembre de 2022 se cumplen 75 años de que la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) promulgara la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Cada año, en la fecha, el mundo celebra el Día de los Derechos Humanos. 

La Declaración Universal es un documento histórico que proclama los derechos inalienables que corresponden a las personas como seres humanos, con independencia de la raza, color, religión, sexo, idioma, opinión, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición. Está disponible en más de 500 lenguas y es el texto más traducido del orbe.

Cuba tuvo una decisiva participación en la redacción de algunos de los documentos más importantes del sistema mundial de protección de derechos humanos. 

Delegaciones del archipiélago fueron ponentes y artífices, por ejemplo, de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, aprobada en Bogotá en 1948 (unos meses antes que la Declaración Universal). 

La Declaración Americana fue el primer acuerdo internacional sobre derechos humanos. Cuba tuvo un aporte significativo en la redacción del texto, sobre todo de la mano de un eminente diplomático y profesor de Derecho de la Universidad de La Habana, Ernesto Dihigo y López Trigo. 

Dihigo formó parte, además, de una delegación que envió el presidente Grau en 1945 a la Conferencia Interamericana sobre Problemas de la Guerra y de la Paz, celebrada en la Ciudad de México. Allí se evaluaron las «propuestas de Dumbarton Oaks para una organización internacional general». Las propuestas fueron elaboradas por Estados Unidos junto a las grandes potencias y estaban dirigidas a ofrecer guías para conformar la que sería después conocida como Organización de las Naciones Unidas (ONU). 

Sin embargo, la delegación cubana (de la que formaba parte Dihigo) se negó a aceptar el documento elaborado por los estadounidenses. Por esa razón, la delegación cubana elaboró proyectos alternativos que fueron considerados en la reunión y enviados para formar parte de la discusión en otra conferencia posterior en San Francisco.

En la Conferencia de San Francisco, celebrada entre el 25 de abril y el 26 de junio de 1945 en la ciudad estadounidense, delegados de 50 países trabajaron en las propuestas de Dumbarton Oaks, el Acuerdo de Yalta y las enmiendas formuladas por varios Gobiernos. En San Francisco se aprobó lo que hoy se conoce como la Carta de las Naciones Unidas y el Estatuto de la Nueva Corte Internacional de Justicia.  

Durante la Conferencia de San Francisco, Ernesto Dihigo y la delegación cubana defendieron los puntos de vista esgrimidos previamente en México. Dentro de sus posicionamientos destacaba la preocupación por limitar los poderes de las grandes potencias en la nueva organización mundial. 

Sin embargo, con el apoyo de Panamá y cabildeos realizados con Eleanor Roosevelt, exprimera dama de los EE. UU. y representante de su país en la conferencia, lograron que se creara una Comisión Especial de Derechos Humanos. La Comisión Especial estuvo presidida por la señora Roosevelt hasta 1952 y fue la génesis de la posterior Comisión de Derechos Humanos y luego Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

Una de las labores fundamentales de la Comisión Especial presidida por Roosvelt y cuya creación fue propuesta por Cuba fue la de redactar el proyecto definitivo de la Declaración Universal. 

La labor de incidencia de Cuba en lo que serían los fundamentos del sistema global de derechos humanos permitió que Guy Pérez Cisneros, otro eminente cubano, presentara a votación ante la AGNU, el 10 de diciembre de 1948, el proyecto definitivo de la Declaración Universal, redactado por la Comisión de los Derechos del Hombre.

En el discurso de presentación del proyecto de declaración ante la AGNU, Pérez Cisneros recordó que había sido la delegación cubana la que había inspirado la redacción definitiva de uno de los Considerandos de la Declaración Universal; en el cual se contempla que es esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de derecho, a fin de que las personas no se vean compelidas al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión. 

Recordó que el Considerando era el reflejo del espíritu de uno de los artículos de la Constitución cubana de 1940 que confería el derecho de resistencia adecuada contra la tiranía. 

A 75 años de la aprobación de la Declaración Universal, la realización plena de los derechos humanos es aún una aspiración mundial. Aspiración en la que Cuba se inserta de forma protagónica. Entre otros aspectos, porque a pesar de la tradición que le precede, los cubanos todavía sufren el principal obstáculo que resaltaba Guy Pérez Cisneros para la defensa de los derechos humanos: la existencia de una tiranía y la ausencia de un Estado de derecho. 

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