Como sitio web, Revolico se fundó hace diez años, en diciembre de 2007, cuando para el imaginario de los sectores no privilegiados (ni periodistas, médicos, artistas, deportistas, científicos o docentes universitarios) Internet era cosa del futuro. Pero tuvo un detalle: era un sitio digital de clasificados, funcional, que ofrecía un servicio incluso para quienes estaban offline. Y precisamente esa cualidad lo extrajo de la maraña que muchos creían futurista.
Por eso de Revolico hoy sabemos casi todos los cubanos; tengamos o no acceso a Internet; vivamos o no en Cuba. Es el primero, el más popular, el referente online de los anuncios clasificados en una Isla ignorada por los cables de fibra óptica que la rodean, y con un comercio interno estatal muy deprimido.
En ese año, 2007, comprar una computadora o alguna de sus piezas tenía como solución más económica y viable suscribirse a las listas de correo donde se ponían en venta. Una computadora de mala calidad podía superar en las tiendas del Estado los 800 cuc; mientras que “por fuera” – ese eufemismo nuestro para referirnos a toda transacción que trasciende la estatal y, por ende, la legal- tenía rangos entre 500 y 1000 cuc, en dependencia de sus prestaciones.
Para ese mismo año, Hiram Centelles comenzaba su último año de Ingeniería Informática de la CUJAE, y Carlos Javier, su socio y cofundador había interrumpido la carrera en tercero para culminarla en España. Ambos tenían un referente internacional, Craigslist, que desde los ´90 se ofrecía como plataforma de anuncios clasificados en Estados Unidos. Vieron que no existía nada parecido para Cuba, y que con las características de su comercio y su economía, algo similar podría ajustarse.
“Nosotros teníamos la hipótesis”, dice Hiram, “de que solo lo iban a usar aquellos que tenían acceso a las listas de correo, porque fue ahí donde le dimos promoción. Pero una persona con Internet tenía alrededor un círculo que le pedía que buscara o publicara anuncios por ellos”. Se insertaron nuevas categorías según lo que ofertaban los propios usuarios, la plataforma creció y se hizo popular. Quizás demasiado.
Pasaron tres meses y, en marzo de 2008, se bloqueó el acceso desde Cuba al sitio recién nacido. Sus fundadores desconocen bajo qué criterios las autoridades decidieron censurarlos, aunque tampoco cuesta imaginarlos en un país con tendencias monopólicas.
Empezó lo que Hiram llama “el juego del gato y el ratón”. Un juego en el que las autoridades iban bloqueando entradas alternativas que ellos iban creando. Primero lo hicieron con la dirección IP, y ellos optaron por ir cambiándola varias veces al día. Y luego con el dominio, de forma tal que revolico.com apuntaba a una dirección que no era la real.
Cuando le pregunto si alguna vez las autoridades intentaron contactarlo, Hiram responde que no sabían quiénes eran ellos. No tenían forma de saberlo. “Y por mucho tiempo fue así, nadie sabía que yo estaba detrás de eso porque me quedaba claro, desde el momento en que lo bloquearon, que podía meterme en un problema.
“Me choca la prospección al riesgo que hay aquí. Un montón de áreas en las que no te deberías meter, un montón de cosas que son ilegales, pero es un riesgo que todo el mundo está dispuesto a correr”.
A partir de 2008 se hicieron populares proxys y URL alternativos para acceder al sitio, y más tarde fue posible descargarlo para su consumo offline. No hubo forma de pararlo. Resultó otra prueba para demostrar que aun cuando el Estado niegue el acceso a determinados contenidos de la web, la gente igual seguirá encontrando las maneras de acceder. No fue hasta junio de 2016 que se desbloqueó la página. 8 años después de su aparición.
Revolico, como empresa, se fundó en 2011 en España, donde reside y paga los impuestos correspondientes (una solución que también aplican otros emprendimientos tecnológicos en Cuba). Sus ganancias son fáciles de monetizar con el tráfico que obtiene fuera del país. Ya dentro se complican un poco las cosas, por lo que han echado mano al modelo de publicidad a través de los banners para anunciantes cubanos y los anuncios destacados. Usan la gestión de “comerciales” como forma de recaudar sus ingresos, porque no existen métodos de pagos online.
Muchos negocios (como agencias inmobiliarias y de servicios a domicilio) usan Revolico para promocionar sus negocios sin pagar. Hiram dice que no le preocupa, que más bien está dispuesto a apoyar iniciativas en ese sentido porque, al final, fortalecen su marca.
A pesar de que ya existen otras páginas de anuncios clasificados para Cuba (Cubísima, Porlalivre); Revolico mantiene su éxito a pesar de los escasos filtros de búsqueda que tiene, los muchos anuncios constantemente repetidos y un diseño visual muy simple. Es, precisamente, como dijera Justin Peters sobre el referente Craigslist: “caótico, pero imbatible”.
comentarios
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Jesús Arencibia Lorenzo
Gilberto Rivera
Bachecubano
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Saludos
wilian
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Joe
El Masón
JOVENTODAY
Un saludo y felicitaciónes por brindarnos un producto final sencillo y accesible.
bendiciones
https://linktr.ee/joventoday
Enfocao
Este es un ejemplo de seguir de las restricciones en internet que hoy en día se vive ni la libertad de expresión a través del mismo
Valentina
RevoliqUero
Oldman
halplus