Un video de la televisión cubana reveló que en Mayabeque un campesino tuvo que pedir dinero prestado a una mipyme para pagar a sus trabajadores.

«Los obreros no tienen teléfono. Hay que pagarles en efectivo porque si no, no vienen a trabajar, y esto es un pico de cosecha; si no lo hacemos, se pudre la papa», comentó el campesino Rafael García Bacallao. Según explicó, tuvieron que pedir prestado porque el banco les dijo que los llamarían cuando tuvieran disponibilidad, pero la cosecha «no puede esperar». 

El caso del mayabequense no es único. Otro reporte de la televisión cubana señaló que en 2024 el sector cooperativo recibió 17 200 millones de pesos cubanos en efectivo; no fue suficiente. Durante la cosecha de papa, por poner un ejemplo, los jornaleros reciben 1 000 CUP (35 por saco) por su trabajo diario, pero muchos no tienen tarjetas bancarias ni desean tenerlas.

«Tú vas al banco y no hay dinero. Tienes dinero en la tarjeta, pero solo te dan 1 000 o 500 CUP y con eso hoy no resuelves nada», comentó un campesino.

Para Félix Duarte, presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) la «solución» es comercializar las producciones de las provincias occidentales en los mercados estatales establecidos en la capital. Según su lógica, si los campesinos venden en los establecimientos de La Habana, podría hacerse mediante transferencias y «así se aporta a los bancos de esta provincia el efectivo», dijo Duarte, quien al parecer desconoce que el problema no se circunscribe a la capital. 

Además, muchos agricultores viven en áreas rurales, en zonas sin cobertura telefónica, lo que imposibilita las operaciones digitales. «Si tengo que salir dos, tres o cuatro veces de mi finca para cobrar el dinero, ¿cuándo voy a producir?», pregunta un campesino de Las Tunas.

Sobre el asunto, un reportaje del Periódico 26 alertó que el cash no solo es necesario para gastos diarios, sino también para comprar insumos agrícolas. El artículo señaló que el Grupo Empresarial de Logística del Ministerio de la Agricultura (Gelma) ofrece algunos recursos, pero a precios muy elevados, lo que obliga a comprarlos en el mercado informal, siempre en efectivo.

Además, al igual que sucede en los municipios tuneros Amancio y Colombia, la inexistencia de cajeros automáticos provoca largas colas en las pocas sucursales bancarias disponibles, un escenario que se repite en el resto del país.

¿Por qué la bancarización forzosa fracasó antes de empezar?

La Resolución 111/2023 del Banco Central de Cuba que busca aumentar los niveles de bancarización en el país ha generado malestar entre economistas, emprendedores y la población en general.

El cajero en la ciudad

Las personas con tiempo, trabajo o residencia en las capitales provinciales tienen un poco «menos difícil» el acceso al dinero en efectivo. En la mayoría de los municipios cubanos fuera de La Habana no existen cajeros automáticos, por lo que el peso cubano debe extraerse en sucursales bancarias, Casas de Cambio (Cadeca) o entidades con servicio de Caja Extra. Sin embargo, estas tres opciones para obtener cash sufren el mismo problema: la escasez.

Un artículo publicado en el periódico 5 de Septiembre, de Cienfuegos, reveló que allí cuesta 1 500 CUP sacar dinero de un cajero automático (ATM). Tras narrar las tribulaciones para realizar un trámite en una sucursal bancaria, la periodista reveló discretamente que le pidieron esa cantidad de pesos cubanos si quería adelantar su turno en una cola para retirar efectivo del cajero.

Desde hace varios meses (e incluso años), extraer moneda nacional de los cajeros automáticos es una odisea para quienes viven en la isla. Las largas colas que comienzan desde la madrugada suelen verse interrumpidas por apagones o por la falta de efectivo en los equipos. Para «organizarse», las personas hacen listados, «guardias», «marcan» por varios días y hasta semanas.

Por lo general, los cajeros se «surten» una vez al día con el efectivo que llega a las sucursales bancarias. «Muchas veces dependemos de los depósitos que realiza el sector privado y los que traen directamente al banco», comentó a elTOQUE un trabajador de Bandec. Para «administrar» la escasez de moneda nacional, los bancos han establecido límites en las extracciones.

«Hace unos meses eran 2 000 CUP diarios, luego 1 000, y ahora 500», cuenta una jubilada de Las Tunas. «Tengo que hacer cola una semana entera para poder retirar toda mi pensión. Y rezar para que haya electricidad cuando llegue mi turno».

El Gobierno impone más controles para extender la bancarización

El Gobierno cubano refuerza la bancarización en el comercio con una nueva resolución que amplía el uso obligatorio de pagos electrónicos. La medida incluye nuevas áreas como ventas a crédito, arrendamientos y servicios de alojamiento. 

El impuesto que genera la escasez

La escasez de efectivo ha generado un «impuesto» informal del 10 % en las transferencias. «Si vas a comprar divisas en el mercado informal o pagar algún producto o servicio y no llevas efectivo, algunas personas cobran el 10 % por las molestias de sacar el dinero del banco», explicó un jubilado a elTOQUE. «Si me pagaran ese porcentaje por cada molestia que paso diariamente, sería millonario».

Aunque la prensa estatal enfatiza la negativa de varios negocios privados a aceptar pagos digitales, numerosos usuarios también se quejan de que entidades estatales no permiten pagos por QR o transferencia bancaria. «Las empresas estatales, como en la que trabajo, cuando nos venden productos cárnicos o de aseo, exigen efectivo y dicen que no permiten transferencias», denunció en redes sociales Ricardo Collado Espinosa.

En un comentario sobre la bancarización en el portal estatal CubaSí, Collado Espinosa también señaló que, al no poder pagar por transferencia bancaria, los trabajadores deben ausentarse para ir al banco si quieren adquirir los productos. A ello se suma la baja denominación de los billetes disponibles, según indicó un usuario de elTOQUE: «Los cajeros solo dispensan billetes de 20, 50 y 100 CUP. Encontrar uno que tenga billetes de 200 o 500 CUP sería un milagro; y las colas empiezan a las dos de la mañana».

Incluso en La Habana—donde existe la mayor cantidad de cajeros automáticos instalados— «la crisis para extraer efectivo es brutal», afirmó otro usuario. Según contó, en los municipios donde suele moverse —Regla, Guanabacoa y Habana Vieja— hay muy pocos cajeros funcionando. «El otro día estuve tres horas esperando en uno para poder sacar dinero».