De cara a los comicios del 26 de marzo de 2023, la plataforma Cuba Data consultó a 1 719 personas residentes en el archipiélago. Los resultados muestran la indiferencia que generan las votaciones para conformar la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) en los electores.

A través de 26 preguntas, Cuba Data indagó en los criterios que tienen los entrevistados sobre el carácter y la legitimidad de las elecciones, la incidencia de las campañas de la oposición en la decisión de abstenerse, el rechazo hacia la política, entre otros temas relacionados con el fenómeno.

La encuesta sobre participación electoral en Cuba se realizó entre el 17 de febrero y el 3 de marzo de 2023. Arrojó que el 51.7 % de los entrevistados creen que su voto electoral es poco importante y el 43.6 % admitió haber perdido el interés en temas políticos o en las elecciones.

Asimismo, el 48.5 % dijo que el Gobierno cubano no acepta la opinión del pueblo, mientras que el 42.1 % está «renuente» a participar en actividades de carácter político o electoral. Más del 76 % de los encuestados se sienten superados por la política porque se ha convertido en un «tema complicado».

Amén de los resultados expuestos, el 25.8 % dijo haberse sentido presionado o coaccionado para votar en el pasado; mientras que el 55.1 % admitió que nunca los han forzado con amenazas e intimidación para que participen.

Votaciones en Cuba: entre la poética y la política

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El 53.5 % expresó que los miembros de su familia no han sido coaccionados y el 44.9 % aseguró que sus vecinos tampoco. Ante la pregunta sobre si le han prometido dádivas o beneficios para ir a votar, el 68.1 % negó el planteamiento.

CRECE EL ABSTENCIONISMO

Un texto del abogado Raudiel Peña Barrios analiza los datos oficiales de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) sobre el comportamiento electoral en Cuba. Estos arrojaron que la participación en las elecciones generales ha decrecido desde 1993.

En un primer período (de 1993 a 2008), la disminución fue de menos de un punto porcentual; sin embargo, en los tres procesos electorales posteriores (2008, 2013 y 2018) la participación «cayó más de once puntos porcentuales».

En noviembre pasado, la prensa internacional y la independiente se hicieron eco del alto grado de abstencionismo en la isla. La encuesta de Cuba Data parece confirmarlo cuando concluye que el 37.5 % de los encuestados no asistió a las últimas votaciones y que el 36.5 % no piensa ejercer su derecho al sufragio en las del 26 de marzo.

El Estado ha realizado una campaña abocada a garantizar el voto ciudadano en las elecciones parlamentarias del domingo próximo a través de 23 468 colegios electorales a lo largo del país, 250 de ellos catalogados como «especiales». Ha involucrado en la tarea a más de 200 mil personas, según aseguró María Esther Bacallao Martínez, secretaria del Consejo Electoral Nacional (CEN).

A pesar del marcado desinterés por la política que arrojan los resultados de la encuesta, se evidencia que cada día existen más personas opuestas al Gobierno (el 85 % de los encuestados lo respalda).

El 76.6 % de las personas entrevistadas por Cuba Data sostiene que el llamado de la oposición a no asistir a las urnas es cada vez más escuchado; el 24.4 % cree que los opositores no son necesarios para la democracia en Cuba.

Una de las organizaciones opositoras que se ha pronunciado a favor del abstencionismo es D Frente. La campaña «Tu abstención es tu voz» de la multiplataforma, que reúne a asociaciones y figuras opositoras, arguye que «en un sistema totalitario unipartidista como el cubano no hay posibilidad de elección, solo de ratificar los candidatos del PCC (Partido Comunista de Cuba)».

A medida que se acerca la fecha se conocen denuncias sobre represión contra activistas. El 20 de marzo de 2023 los colectivos Observadores de Derechos Electorales, Comisión Cubana de Defensa Electoral y Ciudadanos Observadores de Procesos Electorales denunciaron las amenazas y advertencias de la policía política contra observadores electorales independientes para que no supervisaran los comicios.

Entre las razones que respaldan las causas del marcado abstencionismo en las elecciones pasadas y del posible en la venidera es que cerca del 75 % de los entrevistados por Cuba Data no cree en la legitimidad del sistema electoral cubano porque no es justo, verdadero ni democrático. El 73.3 % asegura que la elección es una farsa; también son altas las cifras que consideran que las elecciones perpetúan al Gobierno y favorecen a quienes le defienden.

La encuesta también revela que el 51.1 % sostiene que los comicios en Cuba no son justos y el 70 % aceptó la afirmación de que en las elecciones hay indicios de fraude a favor del Gobierno. Por otro lado, el 74.1 % de los encuestados considera que el Gobierno reprime, intimida y violenta a los disidentes.

En espera de los comicios, los candidatos han comenzado a realizar visitas por centros de trabajo estatales y comunidades del país. El presidente cubano Miguel Díaz-Canel es uno de los diputados por Villa Clara, su provincia de origen.

En uno de sus recorridos, el presidente del país expresó que la próxima legislatura —la X— «no será una Asamblea Nacional en la que los diputados llegarán a resolver los problemas. Estos se van a solucionar con el vínculo entre los diputados y el pueblo, porque el pueblo es el principal protagonista».

Tras los resultados de la encuesta, las muestras nada edulcoradas de represión en la isla y el éxodo masivo del último año demuestran que el pueblo no es el «protagonista» de la historia en la que cada día le interesa menos participar.

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