Varios cubanos con autorización para viajar a Estados Unidos han quedado varados en México luego de que funcionarios de Migración del Gobierno de López Obrador les han impedido el libre tránsito por tierra azteca, en plena violación del artículo 11 de la carta magna. La Administración Biden implementó el programa de parole humanitario el 8 de enero enero de 2023 para ciudadanos cubanos, nicaragüenses, haitianos y venezolanos. La nueva política estadounidense intenta frenar la migración y restringir el acceso irregular por la frontera sur de EE. UU.

Familiares y amigos de los cubanos varados iniciaron la aplicación del parole para ellos. Varios recibieron las autorizaciones de viaje para presentarse en un puerto de entrada estadounidense; pero más de 40 quedaron varados en el aeropuerto de Tapachula cuando las autoridades de Migración mexicanas le imposibilitaron abordar los vuelos.

¿Cuáles son las repercusiones y las cuestiones legales implicadas en el caso? ¿Qué opciones tienen los cubanos varados en México? ¿Las autoridades aztecas han violado los derechos de los cubanos según lo que dispone la Constitución mexicana?

El jurista Eloy Viera afirma que se trata de un proceso típico de las negociaciones que se producen entre Gobiernos y que no necesariamente responden a legislaciones internacionales o a convenios internacionales con un respaldo jurídico. Al tratarse de una política que tiene una implementación temporal y un carácter extraterritorial, no se tuvieron en cuenta muchos detalles.

Por ejemplo, los cubanos que venían en tránsito por Centroamérica están siendo víctimas de un sufrimiento innecesario. Sufrimiento provocado por una gestión entre naciones que los ha excluido. México, ahora, más que facilitando el proceso, se ha convertido es un obstaculizador. Un obstaculizador en contra de lo establecido en su normativa.

De izquierda a derecha: Ana Lidia García, periodista y Coordinadora editorial de elTOQUE, el jurista Eloy Viera y la periodista y especialista en Migración Loraine Morales abordan la situación migratoria que se generó en México tras las nuevas medidas de la Administración Biden.

Se trata de una discusión muy amplia que se ha tenido al interior de las organizaciones de la sociedad civil mexicana y es el incumplimiento del artículo 11 de la Constitución que establece el derecho de libre tránsito. El artículo 11 es claro cuando explica que todo el mundo tiene derecho a transitar, entrar y salir de México sin necesidad de salvoconducto, pasaporte o carta de seguridad.

Entonces, hay ciertos requisitos que están pidiendo las autoridades federales que son contrarios a la esencia del artículo 11, que reconoce a México como un país de libre tránsito porque lo entienden, entre otras cosas, como un país que no es el país de destino final.

Hoy también se ha producido un incremento en los pedidos de refugio de asilo ante las autoridades mexicanas, porque al cerrarse la frontera sur para muchísimas nacionalidades la solución final que han encontrado antes de regresar a sus países ha sido la de regularizarse en México. México ha favorecido la regularización.

Hay reportes que afirman que muchas personas de las que hoy están acudiendo a pedir refugio ante las autoridades migratorias mexicanas reciben un permiso de residencia temporal en el país por espacio de dos años. O sea, aquel proceso de asilo, de verificación, de reconocimiento de ciertos y determinados estándares internacionales para recibir protección hoy no se está cumpliendo, entre otras cosas porque hay un acuerdo bilateral entre México y EE. UU. que favorece ese tipo de situaciones.

Entonces, cómo entender ahora que las autoridades mexicanas puedan resultar, en vez de favorecedora, bloqueadoras de los derechos de los migrantes. Estamos hablando de personas que han hecho el procedimiento que Estados Unidos ha implementado para entrar de manera regular al país y que tienen todas sus aprobaciones en mano; por tanto, bloquearlos es un desatino que puede ser contrario no solo a los derechos de los migrantes, sino también a la institucionalidad mexicana. México no tendría por qué frenar las salidas.

Las personas que están ahora mismo en México (sean cubanos, venezolanos, haitianos o nicaragüenses) pueden ser objeto de trata, pueden ser extorsionados, pueden ser víctimas de numerosos delitos. Por otro lado, qué pasa con esa persona que hoy no tiene un patrocinador y que ha entendido que México para él no es un país seguro, sino que lo es Estados Unidos. Hay muchísimas razones para entender a México como un país no seguro, porque los mexicanos lo entiendan seguro, los cubanos no lo van a entender igual, sobre todo después del estrechamiento de relaciones entre los Gobiernos de Cuba y México.