El Gobierno cubano reconoció que solo podrán atender el 50 % de las afectaciones en los techos de viviendas dañadas por los huracanes Óscar y Rafael, y los sismos del 10 de noviembre de 2024.
Durante una reunión el 17 de noviembre, el ministro de Economía y Planificación, Joaquín Alonso Vásquez, recordó que, además de los daños causados por estos desastres naturales, aún existen casos pendientes de personas afectadas por eventos meteorológicos en Pinar del Río (huracán Ian en 2022) y en Guantánamo (huracán Matthew en 2017).
En contraste con los limitados recursos destinados a la reparación de viviendas afectadas, el sector turístico se recupera rápidamente, con el objetivo de estar listo en los primeros días de diciembre para recibir a los turistas de la temporada alta 2024-2025.
Así lo confirmó al periódico Granma el titular del sector, Juan Carlos García Granda, quien aseguró que «el país y la economía cubana» necesitan de la vitalidad de la industria hotelera. Aunque reconoció que no cumplirán el plan de tres millones de visitantes en 2024, concentran los esfuerzos y recursos en mejorar los servicios a los turistas.
A menos turistas, más inversión hotelera
Aunque el sector hotelero en Cuba es prácticamente el único de la región que no ha podido recuperarse tras la pandemia de 2019, el Gobierno prioriza lo que ha llamado «la locomotora de la economía».
A pesar del bajo índice de ocupación —un 28,4% en el primer semestre de 2024—, los recursos no se han destinado a la recuperación de otros sectores económicos, como la agricultura o la energía, ni a servicios públicos como la salud y la educación, cuando cada día se reportan denuncias sobre el mal estado de escuelas y hospitales.
El economista Pedro Monreal informó en su cuenta de X que «en el período 2020-junio 2024, la inversión principalmente asociada al turismo (suma de “hoteles y restaurantes” y de “servicios empresariales y actividad inmobiliaria”) promedió 38,9% de la inversión total del país, frente a 9,4% de la inversión en electricidad, gas y agua».
La agencia turoperadora canadiense Sunwing, una de las que más clientes envía de vacaciones a Cuba, eliminó 26 hoteles de sus ofertas en la isla debido a problemas de calidad.
La jefa de la oficina de marketing, Samantha Taylor, dijo a Pax News que los hoteles no estaban a la altura de lo que los huéspedes realmente querían experimentar, y reconoció que han aumentado los precios y disminuido la calidad.
Sobre la pérdida de confianza de los canadienses en el turismo cubano, dijo que han tenido cancelaciones de reservas y quejas de los clientes porque la infraestructura de las instalaciones no cumple las expectativas.
«¿Cómo es un hotel de cinco estrellas en Cuba? ¿Cómo es un hotel de tres estrellas? Lo que vemos en los comentarios de nuestros clientes es que los canadienses quieren cierta transparencia en lo que reciben. No quieren sorpresas», dijo Taylor.
Los problemas relacionados con la calidad de las ofertas es un asunto conocido por las autoridades cubanas. García Granda dijo que para mejorar las condiciones de las ofertas, «crearon empresas proveedoras de venta mayorista del turismo, algunas de capital 100 % extranjero».
Aun así, los clientes mantienen sus reservas en cuanto a la calidad de los servicios turísticos estatales y algunas agencias sugieren realizar tours y viajes a través de los negocios privados, los cuales también garantizan electricidad con generadores y explican con honestidad a los turistas qué esperar sobre su viaje y qué deben traer.
Según Travel Week, varias agencias reconocieron que las cancelaciones se mantienen en cifras mínimas, pero califican el momento actual entre los peores para hacer turismo en la isla.
En días recientes, el ministro de Turismo (Mintur) Juan Carlos García Granda, dijo a la agencia Tass que pronto habrá en la isla los primeros hoteles construidos y administrados por empresas rusas, u otros que pasen a ser gestionados por empresarios del país euroasiático. Actualmente, existen en la gestión hotelera cubana 18 cadenas extranjeras.
Parecería lógico que el Gobierno cubano apueste por los turistas rusos (segundo país emisor en 2024), cuando países que aportan cifra de visitantes, como Canadá, Francia o Reino Unido, desaconsejan a sus nacionales visitar la isla por los cortes de electricidad.
La promesa de la directora comercial del Mintur, Giana Galindo Henríquez, de garantizar generadores de respaldo para los hoteles no es suficiente. Según contó a Tass, el impacto del apagón masivo del 18 de octubre de 2024 fue mínimo en el sector, pero provocó el traslado de turistas a hoteles donde sí había servicio de electricidad.
El medio especializado en turismo Preferente, publicó que «los turoperadores, agrupados en Seto, una organización sectorial, muestran su absoluta preocupación porque las comunicaciones telefónicas y la red de Internet son muy inestables».
La nota reconoció que, a pesar de los esfuerzos gubernamentales, recuperar cierta normalidad en Cuba no está ya en manos del Gobierno.
Un mes después del primer apagón total, Lessner Gómez, director de la Oficina de Turismo de Cuba en Toronto, aseguró que el 100 % de las instalaciones en Cuba cuentan con electricidad.
Otro dato que contrasta las informaciones de hospitales que han sufrido momentos críticos por problemas con sus generadores de energía durante cortes prolongados de electricidad.
Casas versus hoteles
Según datos preliminares, más de 46 000 viviendas fueron afectadas por los huracanes Óscar y Rafael, así como por los terremotos del 10 de noviembre de 2024. La mayoría de las afectaciones se produjo en las cubiertas de las casas, y cerca del 18 % fueron derrumbes totales.
Mientras varios de los damnificados residen actualmente en casas de campaña donadas por organizaciones internacionales, el Gobierno cubano se concentra en sus 80 000 habitaciones hoteleras.
En varias ocasiones, usuarios de redes sociales han solicitado al Gobierno que utilice instalaciones hoteleras para la evacuación de personas en riesgo ante desastres naturales.
Sin embargo, las evacuaciones en casas de amigos y familiares son cada vez más comunes. Durante el huracán Óscar, por ejemplo, más del 70 % de las evacuaciones se realizaron en viviendas de conocidos.
Con apagones de 12 horas o más en todo el territorio nacional, casas con derrumbes y personas que han perdido casi todo por los desastres naturales, y una población que sale a la calle a resolver diariamente un plato de comida, el Gobierno se empeña en atraer turistas y ofrecerles nuevas experiencias.
La imagen en las ciudades se repite: calles a oscuras y empobrecidas, iluminadas únicamente por lujosos hoteles a los que la mayoría de los cubanos no puede acceder.
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