—En nueve municipios de Camagüey, lo dice el Granma, «los niños se han tenido que acostumbrar a tomar menos leche, o sus padres arreglárselas para buscarla».

—¿En Camagüey nada más?

—Cubadebate, siempre con una explicación a mano, se refiere al desabastecimiento de productos lácteos como una «mala racha en el descenso de los niveles de entrega de leche».

—Por mala racha semejante, cualquier pelotero se retira.

—¿No fue el Comandante quien dijo que «Dentro del socialismo tenemos que buscar la mayor cantidad de leche por caballería en lugar de la mayor cantidad de leche por vaca»? Para mí que los pies de crías que se compraron en Canadá eran animales sin sustento ideológico.

—Esa brillante frase que citaste ha derivado en la búsqueda ya no de la mayor cantidad de leche por caballería ni por vaca, sino por tiendas en divisas. El rendimiento se ha multiplicado notablemente, los beneficios al pueblo ni decir. Ten en cuenta lo que manifestaba el máximo líder: «Con un dólar pueden comprarse más de 100 litros de leche». Lástima que no informó en cuál de las TRD.

—Continúa expresando el órgano oficial del Partido que «lo más doloroso es que, según los cálculos, de no revertirse la tendencia, el año que viene ningún municipio camagüeyano podrá entregar el litro completo, incluidos los territorios de la cuenca lechera diseñada por Fidel». Y culmina: «La historia no termina ahí. Si la disminución sigue al paso que va, en tres años los niños de la provincia recibirán la leche cada tres días».

—La historia del derecho que tenemos de tomarla no terminó siquiera con la promesa de Raúl en el 2007. El martes 17 de junio se conmemoran 13 años de que el caguairán anunciara en el 2012 que estaban «las condiciones creadas para producir masivamente moringa y morera, fuentes inagotables de carne, huevo y leche». Ya es hora de que Canel inicie la distribución inagotable de los tres productos.

—Va a ser más fácil que comamos moringa. Dice Cubadebate que su sabor «es agradable y sus partes se pueden comer crudas, especialmente las hojas y flores».

—Lo sugiere así, por «sus partes».

—Es notoria la drástica disminución de la toma de leche en la tierra del mayor… consumo: Camagüey vio reducida la natalidad entre un 35 % y un 40 % en los dos últimos años, a pesar de que «las vacas en su proceso biológico vienen para tener un 100 %». «El año 2024 cerró con una masa de 432 749 cabezas, con un decrecimiento de más de 66 000 animales». Agrega el periodista que es «como para preocuparse y ocuparse, porque sin vacas, más allá de los manejos y otras condiciones, no hay leche».

—Qué ignorancia. No sabe de lo que son capaces nuestros científicos e innovadores después que salen de una reunión con el presidente.

—Buena falta nos hace que aparezca otra Ubre Blanca, para que Canel la arrope con sabiduría y amor.

—Son otros tiempos. Es irrepetible un discurso de Fidel dedicado al tema de la ganadería como el que dio, por ejemplo, en diciembre de 1961. En qué país encuentras a un jefe de Estado dando consejos de cómo inseminar a una vaca.

—Ten la seguridad de que en ninguno.

—Fue esa la oportunidad en que pronunció la máxima de que «Sin carne, sin leche, sin huevos, sin pollos, ¿para qué vale la instrucción revolucionaria?».

—¿Cómo llamarle entonces a la dispersión revolucionaria que nos meten sin ninguno de los tres a través de la prensa, el noticiero y la Mesa Redonda?

—No sé, pero es evidente que está baja en proteínas. Fíjate si el fervor tenía fibra en los años fundacionales de buscar «más estándar de vida para nuestro pueblo», que hasta un experimento de desarrollo de alimento animal se emprendió en el patio de la casa de uno de los miembros de la escolta de Fidel.

—Cuánto no podría hacerse hoy con la cantidad de guardaespaldas del actual presidente.

—Al Comandante le dio por sembrar en aquel pedazo de tierra chufa, sagú y aluvia asturiana, con la pretensión de que cuando se extendiera aquello iba a lograr 30 000 libras de cerdo por caballería. Había sentenciado que la ganadería es «un renglón de la economía con posibilidades de exportación fantásticas, óiganlo bien, donde tiene un porvenir más inmediato el país y una de las posibilidades de desarrollo mayores».

—De tenerlo en cuenta, quizá hoy estuviéramos «enchufados» en la «saguridad» alimentaria y su «aluvión» de carne y leche.

—Sigo sin explicarme que cada vez consumamos menos productos lácteos después de que Fidel prometiera que este sería el siglo de «alcanzar una ganadería lechera de alta producción». Hay que ver cómo el Gobierno se regodea en asegurar que los ingresos de buena parte de las producciones se emplean en adquirir la leche de los niños.

—El problema es que los han pasado, como a nosotros, a la fase de destete.

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