El trovador Fernando Bécquer fue juzgado el martes 18 de octubre de 2022 y hallado culpable del delito de abusos lascivos por un Tribunal de La Habana. La sentencia, según el reporte de medios de prensa estatales, contempla cinco años de limitación de libertad como sanción subsidiaria de la privación de libertad.
El fallo del tribunal no se conoce íntegramente. Entre la ciudadanía en redes sociales se abren interrogantes sobre si es justo y reparador.
«Esta condena no repara a sus víctimas, que al menos ya pueden cerrar este largo ciclo de revictimización, ciberacoso y demora del juicio. No contiene a un depredador sexual ni protege a potenciales víctimas futuras», expresó la plataforma YoSíTeCreo en Cuba en sus redes sociales.
Aunque la sentencia no es firme (todavía queda la posibilidad de apelación por las dos partes), ha movilizado nuevamente el debate público sobre el acceso a la justicia y la reparación de víctimas de delitos sexuales. El equipo de elTOQUE no ha podido verificar la sentencia, al no tener acceso al documento que la notifica.
Para las más de 30 mujeres abusadas por Fernando Bécquer, quienes lo denunciaron de forma pública o ante la ley, han sido diez largos meses de un proceso que aún deja ver los vacíos institucionales y de la sociedad civil para atender la violencia de género. No es de extrañar que entre las demandas ciudadanas se posicione otra vez la de una ley integral contra la violencia de género.
DIEZ LARGOS MESES
La acusación pública de lo que se ha conocido como el #MeToo cubano inició con el reportaje «Cinco denuncias de abuso sexual contra Fernando Bécquer», publicado el 8 de diciembre 2021 en El Estornudo.
En los días posteriores, los cinco testimonios fueron visibilizados con la etiqueta #YoSiLesCreo; mientras se sumaban las vivencias de otras mujeres a través de las redes sociales. Entre ellas se encontraba la escritora Elaine Vilar Madruga, quien además interpuso una denuncia formal el 11 de diciembre de 2021 contra Bécquer por abusos sexuales, la primera de este tipo que se hizo pública.
A pesar de la visibilidad del caso, las denunciantes, en especial aquellas que se encontraban fuera de Cuba, recibieron poco acompañamiento y respuesta institucional sobre cómo avanzaba la investigación o sobre si había sido aplicada alguna medida cautelar o administrativa contra el trovador.
La falta de transparencia también alcanzó el juicio, cuyos resultados (decisión judicial) no se han socializado más allá de un escueto tuit de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) confirmando que Bécquer fue hallado culpable por los delitos de abusos lascivos. Esa fue también la primera vez que la institución hizo alusión al caso nombrando al agresor.
La necesidad de conocer si existían medidas cautelares como restricción de acercamiento a las víctimas se tornó más urgente ante el ciberacoso sufrido por varias de ellas y por quienes las acompañaban desde el perfil Elbecquer De cuba. La revictimización y las manifestaciones de acoso se mantuvieron durante todo el proceso.
A inicios de septiembre, Vilar Madruga y el periodista Mario Luis Reyes denunciaron nuevos hechos de acoso desde el perfil Elbecquer de Cuba, así como la presentación del trovador en espacios públicos y privados de La Habana y la impunidad que esto reflejó.
Contra la impunidad percibida, el 22 de abril de 2022 varias de las denunciantes y las activistas feministas que las acompañan, agrupadas bajo el nombre Juntas, publicaron una carta abierta en la que pidieron justicia para las más de 30 mujeres que dieron su testimonio.
«Estamos hartas de tu impunidad. Estamos hartas de que vayas por la calle como si nada hubiese sucedido, salgas por la televisión, burles nuestra indignación», decía el texto.
Paula Ramírez, una de las denunciantes, entregó la misiva el 30 de abril al ministro de Cultura, Alpidio Alonso, en Buenos Aires, Argentina. Este fue uno de los pocos momentos en que se recibió algún tipo de respuesta pública por parte de un funcionario sobre el caso, aunque no fue una declaración oficial.
El ministro aseguró en ese momento: «si se llega a comprobar que es cierto lo que dicen las denunciantes, va a caer todo el peso de la ley sobre él».
REACCIONES LUEGO DEL JUICIO
«Bécquer declarado culpable. Hoy mi vida vuelve a ser vida», publicó en sus redes Vilar Madruga.
Haber logrado una condena judicial es para muchas personas, incluidas varias de las denunciantes, un paso importante y un logro que se atribuye sobre todo a las sobrevivientes y a las activistas feministas que las acompañaron. Sin embargo, también quedan deudas importantes.
«Ciertamente, hemos ganado una batalla importante, logramos que por primera vez se llevara a juicio a un abusador reincidente. La sentencia y el proceso investigativo no fueron lo que esperábamos, pero fueron. No me conformo, no lo hago, pero reconozco que ha sido una victoria», relató en su perfil de Facebook Massy Carram, una de las denunciantes de Bécquer.
Por su parte, la activista feminista Salomé García Bacallao recordó: «Muchas personas hemos cuestionado por qué Fernando Bécquer ha esperado el juicio en libertad, incluso haciendo presentaciones en locales del Estado o en bares particulares, cuando a cualquier persona que se expresa libremente en Cuba le aplican prisión provisional hasta el juicio, incluso más de un año».
Durante el proceso de denuncia pública, varias activistas feministas en declaraciones a elTOQUE han expresado que las acciones de reparación deben trascender la condena punitiva.
El reconocimiento de la responsabilidad institucional en el sostén del poder del agresor, la necesidad de una ley integral contra la violencia de género y la creación de estructuras que permitan un verdadero acompañamiento a las víctimas son algunas de las deudas pendientes en la respuesta a la violencia machista en Cuba.
TAMBIÉN TE SUGERIMOS:
comentarios
En este sitio moderamos los comentarios. Si quiere conocer más detalles, lea nuestra Política de Privacidad.
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *
Amt