Foto: 5 de Septiembre
Béisbol en Cuba: ¿Por qué faltaron bates en un juego de la Serie Nacional?
24 / mayo / 2023
El 20 de mayo de 2023, un juego de la 62 Serie Nacional de Béisbol fue detenido en el segundo inning por falta de bates. El juego entre los equipos de Sancti Spíritus y Cienfuegos en el estadio José Antonio Huelga se detuvo luego de que los perlasureños se quedaran sin la cantidad necesaria de bates para continuar.
Las escenas transmitidas por la televisión nacional ilustran el deterioro del campeonato deportivo de primera categoría con mayor presupuesto del país, que días atrás también se convirtió en noticia por la escasez de pelotas.
El periódico 5 de Septiembre de la provincia sureña confirmó lo que muchos usuarios en redes comentaban: el equipo de Cienfuegos se quedó sin bates, ya que casi todos se habían partido. El periodista Ramón Barrera Ferrán señaló en ese medio que el juego debió continuar con los bates «pertenecientes a algunos jugadores». La interrogante, tanto de usuarios en Facebook como del profesional cienfueguero, es la misma: «¿De quién es la responsabilidad de que sucedan estas cosas?».
Hasta el momento ninguna autoridad deportiva del país se ha pronunciado sobre el incidente ni se mencionó el tema en las reseñas del juego en la mayoría de la prensa estatal cubana.
Lo ocurrido en el estadio José Antonio Huelga de Sancti Spíritus evidencia la caída del campeonato doméstico de béisbol y cómo la falta de gestión o previsión de las autoridades deportivas cubanas ensombrecen el deporte nacional.
¿No al made in Cuba?
Dusnielvy Bolaños, un fabricante de bates del municipio cienfueguero Aguada de Pasajeros, conversó con elTOQUE sobre los obstáculos que enfrenta su emprendimiento.
El aficionado de la pelota encontró solo negativas a sus deseos de brindar soluciones a un problema recurrente del deporte en Cuba, la falta de insumos. La ausencia de un mercado estatal para adquirir madera de forma lícita, junto a otras trabas y burocratismos, han truncado el sueño del joven de 27 años.
El cienfueguero rememora cómo durante años perfeccionó la técnica para fabricar bates en su pequeño taller junto a Rolando Rodríguez, quien lo ha acompañado desde el principio. Los intercambios con los propios peloteros los llevaron a depurar su trabajo en la zona del agarre y a calibrar el peso de los bates. «Puedo fabricar 12 bates en un día y 20 con el apoyo de un ayudante», precisó.
La oportunidad de proveer bates al equipo de Aguada de Pasajeros para la serie provincial y de firmar un contrato para fabricar disímiles productos que serían utilizados en los entrenamientos de los elefantes es motivo de orgullo para Dusnielvy. Sin embargo, también resulta doloroso para él hablar del final de la experiencia, que llegó cuando comenzaron a exigirle que probara la licitud de la madera utilizada para fabricar los bates. Sin un mercado oficialmente instaurado, el joven comenzó a tocar puertas institucionales. La petición era que le permitieran comprar la materia prima a la empresa forestal. Pero nunca recibió respuesta afirmativa, aun cuando pidió ayuda a los dirigentes del Instituto Nacional de Deporte y Recreación (Inder) y del Gobierno en la provincia.
Pero esta historia no es la única que ilustra las alternativas desechadas por los funcionarios cubanos para evitar la importación de implementos deportivos. Medios independientes cubanos publicaron en 2015 la historia de Claudio Roba, quien fabricaba bates de madera avalados por la Comisión Nacional de Béisbol de Cuba desde 2007.
La entrevista reseñaba: «Hombres como Yoenis Céspedes, Alfredo Despaigne, Osmani Urrutia, Ariel Pestano y Yoandry Urgellés los han empuñado con regularidad y entrenadores de renombre en el mundo de las bolas y los strikes, como el señor pelotero Luis Giraldo Casanova o Rey Vicente Anglada, han elogiado su calidad».
A este emprendedor hizo alusión el periodista Boris Luis Cabrera Acosta en medio de la reciente polémica. A pesar de que a Yosvani Aragón, uno de los comisionados nacionales de este deporte, le pareció buena idea hacer negocios con el emprendedor y prometió analizar el caso, el contrato nunca llegó. «Han pasado cinco años, los bates que se usan en la Serie Nacional continúan importándose a pesar de su alto costo en el mercado internacional y acá en la isla varios carpinteros continúan fabricándolos por cuenta propia», apunta el periodista.
También está la experiencia del pinareño Israel Armenteros. El carpintero también fue considerado para confeccionar bates para la Serie Nacional, incluso participó en la presentación de la estrategia del béisbol cubano en su provincia. «Aún está esperando que alguien decida dejar de importarlos y ahorrarle miles de dólares a este país, sumido en una de las peores crisis económica de su historia», señaló Cabrera Acosta.
La producción estatal tampoco ha sido un camino
En 2020, medios estatales celebraron el uso de bates de madera de majagua, de producción nacional, en la 60 Serie Nacional de Béisbol. La noticia precisaba que la Empresa Deportiva Batos confeccionaría tres mil bates, cifra que podría elevarse de ser necesario. Batos debía recibir ese año un presupuesto de cinco millones de dólares, cinco veces más de lo que había recibido en períodos anteriores, para ampliar la producción de ese y otros implementos deportivos.
Para defender la iniciativa Maidelín Cuéllar, la entonces directora de Batos Béisbol, añadió: «Con bates de majagua dieron jonrones estrellas como Antonio Muñoz, Pedro José Rodríguez, Orestes Kindelán y Armando Capiró; en fin, los más grandes toleteros cubanos. Por eso esperamos que los peloteros de hoy también regalen cuadrangulares a sus seguidores».
Además, en 2021 el periódico estatal Escambray informaba sobre la fabricación en Sancti Spíritus de bates para el béisbol, la primera producción en serie del territorio, gracias al encadenamiento entre la Empresa Agroforestal y un trabajador por cuenta propia.
No se sabe si estos planes, tan aplaudidos en el momento, llegaron a concretarse. Lo que sí se sabe es que en 2023 un equipo se quedó sin bates en medio de un juego de la Serie Nacional. Paradójicamente en 2022, en el programa televisivo Mesa Redonda dedicado a explicar la estrategia integral de desarrollo del béisbol, los directivos de la disciplina defendían los vínculos con las nuevas formas de gestión. Cuentapropistas, cooperativas, pequeñas y medianas empresas debían garantizar los implementos deportivos necesarios.
También se insistía en que cada provincia tenía que destinar un presupuesto para comprar esos recursos. Incluso reseñaron los ejemplos positivos de Holguín y Villa Clara, donde los artesanos y trabajadores por cuenta propia producían guantes, pelotas, mascotas. Hoy esas posibilidades parecen haberse desvanecido incluso del discurso de los funcionarios.
Resulta risible hablar de estrategia de desarrollo cuando la máxima competición en la isla es motivo de burla entre los aficionados por la escasez de elementos tan básicos como los bates y las pelotas.
La realidad es que desde la institucionalidad solo se escuchan justificaciones y soluciones a medias para la crisis, como prueba la nota aclaratoria de la Comisión Nacional de Béisbol (CNB) sobre el uso de pelotas de menor calidad, marca Batos, debido a los incumplimientos del proveedor extranjero.
La empresa italiana TeamMate es responsable del arribo tardío de los uniformes para los conjuntos de la Liga Élite hace unos meses. También a ella se le contrataron los insumos que hoy no han llegado a la isla. La Comisión Nacional de Béisbol hasta el momento no se plantea terminar las relaciones estratégicas con TeamMate.
La compañía, vinculada al béisbol cubano desde la edición 61 de la Serie Nacional, es socio de la World Baseball Softball Confederation (WBSC); también suministran una gama completa de artículos deportivos a las federaciones afiliadas a la WBSC para sus eventos locales e internacionales.
Los continuos tropiezos del mayor evento deportivo de la isla debieran poner bajo el microscopio las decisiones de las autoridades cubanas. Pero hasta el momento no hay noticias de una fiscalización profunda que responda a la molestia de los aficionados. Mientras, el espectáculo beisbolero cubano seguirá sumido en una espiral de escasez, burocratismo y prohibiciones estériles.
comentarios
En este sitio moderamos los comentarios. Si quiere conocer más detalles, lea nuestra Política de Privacidad.
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *
Douglas
Rolando
Jose Antonio Miralles Rodríguez