Durante los primeros años de vida, la curiosidad de niñas y niños de explorar el mundo es una oportunidad valiosa que no debe desaprovecharse. La sobreprotección puede limitar su capacidad para desarrollar habilidades importantes y aprender a tomar decisiones por sí mismos.

A medida que crecen, los niños desarrollan intereses y gustos propios, y sentir que pueden satisfacerlos por cuenta propia es importante para su autoestima.

Cuando les mostramos confianza para que tomen decisiones y asuman responsabilidades, les proporcionamos las herramientas necesarias para enfrentar los desafíos del mundo en constante cambio en el que vivimos. 

Como padres tenemos un millón de dudas. Vemos que los hijos crecen, y con ellos también crecen nuestros miedos. No queremos que se lastimen, sufran y se decepcionen. Pero nuestra tarea, aunque nos cueste aceptarlo, no es quitarle cada piedra del camino, sino acompañarlos en su crecimiento, mientras ellos descubren el mundo desde la experiencia individual. 

Llegan entonces las interrogantes: ¿A qué edad debería empezar a fomentar la independencia en mis hijos? ¿Cómo puedo saber si estamos animando correctamente su autonomía? ¿Qué puedo hacer si mi hijo no quiere hacer cosas por sí mismo? ¿Cómo lidiar con sus errores cuando intenta hacer cosas solo? 

Mundos infinitos: ideas para estimular la imaginación en la infancia

La imaginación es una capacidad fundamental que es necesario incentivar desde la infancia. Ayuda al desarrollo de la creatividad, la empatía y la autopercepción de niñas y niños. Proponemos algunas actividades para realizar en casa.

Es fundamental encontrar el equilibrio entre la protección y la autonomía, brindando a nuestros hijos la oportunidad de explorar y aprender de manera segura, al tiempo que les proporcionamos el apoyo y la orientación que necesitan. Al hacerlo, les estamos ayudando a prepararse para un futuro en el que puedan enfrentar el mundo con confianza y determinación.

Delegar tareas apropiadas para su edad

Desde una edad temprana es esencial que los niños comiencen a asumir responsabilidades adecuadas a su nivel de desarrollo. Esta práctica no solo les ayuda a sentirse útiles y valorados, sino que también les brinda la oportunidad de adquirir habilidades valiosas que les serán útiles a lo largo de su vida. Algunas de las tareas que podemos asignarles son:

1. Vestirse de manera independiente:

Incluso los niños pequeños pueden aprender a vestirse solos. Además de promover la autonomía, esto también fomenta la coordinación motora y la independencia en la elección de la ropa.

Podemos comenzar ofreciéndoles prendas simples que sean fáciles de poner y quitar, como camisetas y pantalones elásticos. A medida que ganen confianza, pueden enfrentarse a prendas más complejas.

2. Recoger sus juguetes:

Enseñarles a recoger sus juguetes después de jugar es una forma efectiva de inculcar el hábito de mantener un espacio ordenado. Como padres nos desesperamos y queremos hacerlo nosotros para ahorrar tiempo y gritos; casi todos hemos pasado por esas situaciones. 

Sin embargo, tenemos que buscar el modo de incentivarlos para que recojan lo que dejan regado. Aquí en casa tenemos una canción para ese momento y aunque no siempre funciona, les estimula a entender que son responsables de cuidar sus pertenencias y a desarrollar un sentido de responsabilidad hacia su entorno.

3. Preparar su mochila para la escuela:

Cuando los niños comienzan a asistir a la escuela, pueden asumir gradualmente la responsabilidad de preparar su mochila con los materiales y libros necesarios para el día siguiente. Como Daniel y Emma todavía no van a la escuela, aprovechamos cualquier salida para que ellos escojan lo que quieren llevar consigo en la mochila.

Esta tarea fomenta la organización y la planificación, habilidades fundamentales que les serán útiles en su futura vida académica y cotidiana.

Cuando se asignan estas tareas de manera gradual y se elogian los esfuerzos de los niños, se les brinda la oportunidad de sentirse más independientes y capaces. Además, al ver que sus acciones tienen un impacto positivo en su entorno y en su propia vida, desarrollan un sentido de logro y autoestima que les servirá de base para enfrentar desafíos más grandes a medida que crezcan. 

La delegación de tareas apropiadas para su edad no solo les da responsabilidad, sino que también les proporciona una valiosa base para convertirse en adultos autónomos y autosuficientes.

¿Cómo desarrollar la inteligencia emocional en la infancia?

La inteligencia emocional es imprescindible para que niñas y niños crezcan con las herramientas sociales que les permitan canalizar adecuadamente sus sentimientos, ser más empáticos y gozar de un mayor bienestar.

Empoderar a los niños 

Enseñar a los niños a tomar decisiones informadas es un regalo invaluable. A través de la guía y el estímulo adecuado, les permitimos convertirse en personas independientes y pensantes. 

En este sentido, podemos ofrecerles opciones que en lugar de ser vistas como órdenes, les brindan la oportunidad de elegir. Les permitimos tomar decisiones sobre su vida cotidiana, desde la ropa que usan hasta las actividades a realizar. Por ejemplo, en lugar de decir: "Ponte esta ropa", podemos preguntar: "¿Quieres usar la camiseta azul o la roja hoy?"

También podemos conversar con ellos acerca de las consecuencias de sus elecciones, alentándolos a pensar en los posibles resultados de sus acciones. Esto promueve la reflexión y la responsabilidad. Por ejemplo, si están eligiendo una actividad, podrías preguntar: "Si eliges jugar afuera, podrías ensuciarte, ¿te parece bien eso?"

Si luego se ensucia o se cae cuando les advertimos muchas veces que eso podría pasar, podemos enseñarles también la importancia de aprender de las equivocaciones. Les enseñamos que los errores no son fracasos, sino oportunidades para aprender y crecer. Cuando toman una decisión que no resulta como esperaban, los animamos a analizar qué salió mal y cómo podrían abordarlo de manera diferente la próxima vez. 

De esta forma, les damos las herramientas para navegar por un mundo lleno de elecciones y desafíos. Capacitándolos para tomar decisiones informadas, les brindamos la confianza y la habilidad para forjar su propio camino.

Infancias en la era digital: ¿se puede lograr un uso responsable de la tecnología?

La tecnología es una herramienta poderosa que puede enriquecer la vida de los niños y las niñas cuando se usa con responsabilidad y se balancea con otras actividades.

Fomentar la resolución de conflictos

La capacidad de manejar conflictos de manera efectiva es una habilidad valiosa en la vida. Aunque cada familia vive sus propias experiencias y tiene que improvisar en la cotidianidad, los siguientes consejos pueden ayudar en la resolución de conflictos:

Escuchar activamente: Enseña a los niños a escuchar con atención cuando alguien más está hablando. Esto les ayuda a comprender los puntos de vista de los demás.

Expresar sentimientos: Anima a los niños a expresar sus sentimientos de manera abierta y respetuosa. Esto fomenta la empatía y la comprensión entre ellos.

Buscar soluciones: Ayuda a los niños a encontrar soluciones constructivas en lugar de imponer un camino. Puedes preguntar: "¿Cómo crees que podríamos resolver este problema juntos?"

Enseñar a ceder: Explícales que a veces es necesario ceder un poco en una discusión para llegar a una solución justa y equitativa.

Modelar el comportamiento: Sé un modelo a seguir para tus hijos en la forma en que manejas los conflictos con otros. Tu ejemplo es poderoso.

En resumen, delegar tareas, tomar decisiones informadas y fomentar la resolución de conflictos son habilidades esenciales para la independencia de los niños. Al fomentar estas capacidades desde una edad temprana, les brindamos las herramientas necesarias para desenvolverse de manera independiente en la vida cotidiana y para resolver los desafíos que puedan encontrar en el camino a medida que crecen. 

Como expresa un sabio dicho popular: “Los hijos no nos pertenecen”; por tanto, nuestra labor como padres consiste en prepararlos para enfrentar el mundo en el que vivirán y dotarlos de las habilidades esenciales que les permitirán forjar su propio camino.