El pasado 25 de junio el triplista cubano Jordan Díaz batió por cuarta vez en el año su marca personal. Este podría ser un logro para el movimiento deportivo de la isla, si no fuera porque el joven, de apenas 21 años, representa a España desde febrero de 2022.
Díaz es solo uno de los atletas que han decidido abandonar las filas del deporte cubano en busca de mejores oportunidades profesionales y económicas. «Mis padres me dijeron: “Tienes que irte si quieres ser grande”», confesó el saltador al diario El País.
De acuerdo con cifras publicadas por el Instituto Nacional de Deporte y Recreación (Inder), en la última década más de 800 atletas de todas las disciplinas y cerca de 2 000 entrenadores han abandonado el país.
Aunque el éxodo deportivo no es un fenómeno reciente, la emigración del talento joven y las peticiones de bajas de atletas activos han mermado el nivel y calidad competitiva de los equipos Cuba en eventos internacionales.
Una crisis deportiva
DeFacto conformó una base de datos de los atletas que se han desvinculado del deporte nacional durante y después de la pandemia provocada por el coronavirus, a partir de las publicaciones de la prensa especializada (Swing Completo, Play-Off Magazine, boletines del periodista Francys Romero). Nuestro equipo registró los reportes sobre «deserciones», salidas legales e ilegales y solicitudes de separación.
Los datos muestran que, de 2020 hasta la actualidad, 126 atletas se separaron del Inder. El 70.6 % de ellos son jugadores de béisbol, el resto se distribuye en deportes como canotaje, vela, atletismo, boxeo, halterofilia (levantamiento de pesas), baloncesto, voleibol, judo y karate.
La información es solo una muestra del fenómeno, pues ha sido registrada por los periodistas a partir de sus archivos personales. Los medios no cubren todos los eventos de «fuga» porque generalmente ocurren en el anonimato. Y los organismos oficiales solo se refieren al tema cuando es inevitable.
Durante los meses más críticos de la pandemia, la mayoría de los torneos previstos se cancelaron o pospusieron. La situación, junto a las restricciones de viajes, obligó a un grupo de atletas a quedarse en la isla, lo que desaceleró el ritmo de la migración deportiva.
Sin embargo, desde el 15 de noviembre de 2021, tras la reapertura de las fronteras, los titulares sobre «abandonos de atletas cubanos» han sido más frecuentes. No es un secreto que los deportistas aprovechan los torneos y entrenamientos en el extranjero para migrar.
El atletismo es uno de los deportes más afectados, sobre todo, las disciplinas salto largo y triple salto. Ocho atletas de alto rendimiento solicitaron la baja de la selección cubana. En la lista aparecen medallistas olímpicos como la pertiguista Yarisley Silva y el caso más reciente, el saltador Juan Miguel Echevarría, uno de los mejores del ranking mundial.
Otras cuatro promesas de este deporte abandonaron las delegaciones nacionales: Jordan Díaz, Jeens Fernández, Lester Lescay y Yulenmis Aguilar, quienes actualmente compiten por España y se encuentran en proceso de nacionalización. La nación ibérica es quien más se ha beneficiado con el éxodo de atletas cubanos de élite en la disciplina.
Sin embargo, Yipsi Moreno, comisionada nacional de atletismo, comentó sobre las bajas: «No creo que debamos estar preocupados, no creo que tengamos ningún problema».
También sorprenden nombres como los de Fernando Jorge Dayan, oro en canotaje en las olimpiadas de Tokio 2021, y el luchador greco Ismael Borrero, campeón en Río 2016. Ambos abandonaron sus equipos en México, y desde allí continuaron hacia los Estados Unidos para pedir asilo.
Luego de romper con las «misiones oficiales», algunos atletas han denunciado que las autoridades cubanas retienen sus pasaportes cuando viajan. A otros simplemente les impiden salir del país por considerarlos «posibles desertores». La estrategia ha frustrado la carrera de más de un deportista.
El caso de los hermanos Solenzal, luchadores de la modalidad grecorromana, evidencia la arbitrariedad de los decisores deportivos del país. Cristian dejó la delegación cubana que participaba en el Campeonato Panamericano de Luchas de Acapulco 2022. La decisión bastó para que los directivos negaran a su gemelo Damián la posibilidad de «volver a viajar con el Equipo Cuba a eventos internacionales».
En una entrevista concedida a Play-Off Magazine, el triplista Cristian Nápoles dijo: «Nadie sabe cuándo alguien se va a quedar. Todo viene por muchas decepciones y presiones».
Hasta la mitad de 2022, han abandonado el país por diferentes vías 53 deportistas, una cifra que supera las salidas de los dos años previos.
Béisbol, un caso especial
El actual período de firmas de internacionales de la Major League Baseball (MLB) inició el pasado 15 de enero y se extenderá hasta el 15 de diciembre. Desde entonces, 28 prospectos cubanos han sido contratados.
República Dominicana se ha convertido en el destino preferido de los peloteros de la isla, quienes se unen a las llamadas «granjas» de la MLB en ese territorio para desarrollar sus habilidades; mientras esperan convencer a los cazatalentos y lograr un contrato que los lleve al circuito del béisbol estadounidense. La llegada masiva de cubanos a Quisqueya ha marcado el aumento de las contrataciones.
Según la información recopilada por nuestro equipo, desde 2020 han salidos del país 85 peloteros, 15 de ellos no regresaron de competencias en el extranjero. El resto se las arregló para salir legal o ilegalmente.
El golpe más fuerte ocurrió a finales del pasado año cuando una decena de jugadores decidieron abandonar la delegación que participaba en la III Copa Mundial de Béisbol categoría Sub-23. Figuras de alto perfil que habían destacado en la Serie Nacional, como Loidel Chapellí Jr., Geisel Cepeda y Bryan Chi, decidieron no regresar con el equipo para intentar ser contratados en otras ligas.
El medio oficial JIT se refirió a las «las flaquezas morales y éticas de quienes dejaron el equipo», a falta de una «validación» de los valores patrióticos.
En la competencia se rompieron tres récords diferentes en la historia de «fugas» del deporte cubano, según el periodista Francys Romero: más abandonos en un evento internacional de béisbol, más abandonos en un evento durante un año calendario y más abandonos en un torneo en toda la década, al superar la cifras de 2001-2010.
Hace menos de un mes hubo dos intentos de «fuga» por parte de Alfredo Fadraga y Yosvany Ávalos, quienes se encontraban en México para el Campeonato Panamericano Sub-23. En un primer momento, la Federación Cubana de Béisbol (FCB) anunció que no contaban con los atletas ante la decisión de dar «la espalda al compromiso asumido con el pueblo». Veinticuatro horas después, informó que ambos deportistas se habían «reintegrado al equipo» y serían enviados a la isla.
Luego se supo que esta «reintegración» había sido en realidad una detención por parte de las autoridades mexicanas, que alegaron que los atletas no solicitaron «asilo político» cuando fueron capturados.
Una de las teorías señala que la delegación cubana emitió una orden de «búsqueda y captura» para frustrar la huida y «coaccionar» a los demás peloteros. Hasta el día de hoy los hechos no están claros. La versión de la FCB no ha podido ser contrastada con las declaraciones de Fadraga y Ávalos. Ninguno de los protagonistas ha ofrecido detalles. Se desconoce el peso de la medida disciplinaria que se les aplicará.
Por otra parte, los datos recogidos revelan que el promedio de edad de los peloteros que abandonan la isla es 20 años. Esta cifra confirma la opinión de los especialistas: cada vez se van más jóvenes porque así las probabilidades de llegar a las Grandes Ligas son más altas.
Una parte de los prospectos emigra sin debutar en la Serie Nacional, incluso, muchos se marchan sin tener la edad reglamentada para poder firmar con equipo de la MLB, que exige una edad mínima de 16 años cumplidos, y 17 antes del primero de septiembre del año siguiente.
Algunos jugadores esperan pacientemente salir por la vía «oficial». La FCB se encarga de gestionar la contratación de deportistas en otros países, en especial desde 2013 cuando dio luz verde para la incorporación de los jugadores en las ligas de Italia, Canadá, México y Japón, esta última la de mayores bonificaciones. Según Trabajadores, en 2021 salieron 37 peloteros mediante el protocolo.
Estos atletas no son considerados emigrados, pueden regresar al país cuando terminen sus compromisos en el exterior y participar en la Selección Nacional cuando se les solicite. Sin embargo, hay quienes prefieren negociar de manera independiente sus contratos, sin la representación de la FCB, pues las contrataciones siguen siendo pocas y algunos de los mejores prospectos no han tenido la posibilidad de jugar en otras ligas.
De esta forma han salido del país peloteros como el camagüeyano Humberto Bravo y los habaneros Héctor Ponce y Wilfredo Aroche, que se encuentran jugando en la liga italiana.
A pesar de las consecuencias, cada vez son más los atletas que se animan a firmar con equipos extranjeros sin el auspicio de la FCB. La decisión se considera una ruptura con el equipo nacional y está catalogada como «falta muy grave». Según el periodista Carlos Hernández Luján, el reglamento dicta que todos aquellos peloteros que hayan roto con la Serie Nacional de Béisbol (SNB) serán sancionados dos años.
Juan Reinaldo Pérez Pardo, presidente de la FCB, precisó que en la actual SNB 22 atletas «han abandonado sus elencos en lo que va de calendario, faltando al contrato firmado con sus provincias antes de iniciarse el certamen».
Los directivos prefieren evaluar las «fugas» y bajas por los «sacrificios que sean capaces de entregar» los deportistas, «sin claudicar ante nada ni nadie», como si el atleta no pudiera buscar una vida mejor para él y para su familia.
El Inder ha creado «estímulos» para retener a sus mejores talentos, los ha forzado a permanecer en la isla y les ha impedido visitar el país en años si se van. Ni siquiera así ha evitado que sus atletas se desvinculen del movimiento deportivo.
Los jóvenes que se van no romantizan el deporte como un «sacrifico» por la patria al estilo de los años sesenta. La mayoría de ellos, nacidos en períodos de crisis, ven en el deporte una posibilidad de crecimiento profesional que trasciende las ideologías.
Aquí la lista completa que hemos compilado:
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Reinaldo Guevara Fernández
Dr. Reinaldo Guevara Fernández