El cubano Magdiel Jorge Castro fue notificado por las autoridades migratorias del Estado Plurinacional de Bolivia, el 19 de diciembre de 2022, sobre una resolución en la que se decreta su expulsión del país. Jorge Castro se identifica como activista por los derechos humanos y la democracia.

Hay ejemplos que permiten sospechar de la colaboración extralimitada entre Cuba y algunas naciones latinoamericanas, que da paso a hechos como el que ahora sufre Jorge Castro. El ALBA, supuestamente implementada para la colaboración económica en la región, hace pensar en un tipo de colaboración que excede lo bilateral y que pretende crear un bloque que no solo exista para un tipo de integración económica. Ahí están los casos de Bolivia, Perú, Venezuela, México.

La colaboración entre autocracias, democracias, regímenes híbridos, autoritarismo o totalitarismos abiertos (como el de La Habana) pasa por un sistema que lo respalda. En este sentido, agrega la académica cubana radicada en México Hilda Landrove:

«Por ejemplo, recientemente México anunció que van a comprar piedra a Cuba para la construcción del tren Maya. Hay una colaboración entonces de México para mantener al régimen cubano funcionando. Otro ejemplo proviene desde el informe que realizó la ONU sobre la violencia política y la represión en Venezuela y en el que hay información de colaboración de militares cubanos».

El brazo de la Seguridad del Estado cubano puede llegar muy lejos.

Landrove añade que el caso de Magdiel sirve para ilustrar de manera general a qué se exponen los cubanos que critican al régimen de La Habana, aunque no vivan allí.

«Además de una arbitrariedad, se trata de un tipo de práctica que se sabe implementa el Gobierno cubano. El mensaje que quiere transmitir es una vez más en plan de escarmiento. Está diciéndole claramente a los cubanos que vivimos fuera de Cuba que el brazo represivo y controlador del Estado cubano llega mucho más allá de las fronteras y que puede estar actuando en terceros países sin ningún problema».

«El mensaje es que quienes están fuera de Cuba tienen que callarse, tienen que silenciar su posición crítica respecto a Cuba porque puede pueden sufrir represalias, y pueden sufrir represalias en terceros países que, por supuesto, tienen acuerdos con Cuba, son aliados de Cuba. Lo que está claro aquí es que la mano del Gobierno cubano está presente. Es la exportación de la represión».

«Hay espacios en los que los cubanos no estaremos nunca seguros. Es la preocupación también de muchísimos cubanos que están en Rusia o que están en Venezuela o que están en Nicaragua», finaliza Hilda.