El choque inaugural entre Cuba y Venezuela, celebrado sobre la grama del estadio The Ballpark of the Palm Beaches, que acoge el certamen preolímpico de béisbol en la Florida, fue aprovechado por una parte de la afición para protestar en contra del Gobierno de la isla y en favor de la libertad de los presos políticos que se mantienen en el país.

Este suceso levantó sospechas hacia la organización del evento, pues algunos aficionados estaban interesados en participar en la protesta y otros deseaban acudir al juego que tuvo lugar la tarde de este lunes 31 de mayo y no pudieron hacerlo pues estaban agotadas todas las capacidades.

Usuarios en redes sociales expresaron su inconformidad al ver que las gradas de la instalación lucían prácticamente vacías, mientras que la página web del evento indicaba que todas las entradas estaban vendidas.

¿Qué sucedió…? Según el reglamento oficial de este torneo elaborado por la Confederación Mundial de Béisbol y Sóftbol (WBSC), el evento de Clasificación Olímpica de las Américas se juega bajo las medidas y protocolos de prevención de la COVID-19.

Uno de estos protocolos, diseñados para mitigar el riesgo de contraer y propagar la pandemia, consiste en la asistencia limitada de público a la instalación, para mantener una distancia mayor a dos metros entre los asistentes a la instalación.

Tras una consulta realizada por el equipo de DeFacto al servicio de información y ayuda de The Ballpark of the Palm Beaches, dijeron que la capacidad de asistentes autorizadas por encuentro es de 2 100 personas.

Este complejo de 160 acres cuenta con una capacidad para 7 700 aficionados, según la información de la página oficial del propio estadio, por lo cual el aforo permitido para este torneo como máximo es de aproximadamente un 27 %.

Sin embargo, la anotación oficial del encuentro reflejó que 3 629 aficionados presenciaron el juego desde las gradas, cifra cercana al 50% de la capacidad total del estadio. Una asistencia mayor a la del choque nocturno entre Canadá y Colombia, al cual comparecieron 1 042 personas. 

En este caso no se puede afirmar que haya existido una violación del protocolo de salud, ya que las regulaciones de la WBSC no establecen una cifra o porcentaje exacto de aficionados permitidos en cada instalación. 

Más allá de si el conjunto antillano logra o no la clasificación hacia la justa estival de Tokio 2020, el evento quedará marcado porque visibilizó la lucha política, no solo en la Florida, sino dentro de la isla donde se transmitía el juego en televisión nacional.

El equipo cubano ya había dado de qué hablar por la fuga protagonizada por el joven segunda base cienfueguero César Prieto, quien abandonó la selección a los pocos minutos de haber arribado al aeropuerto, justo antes de llegar al hotel donde se hospedaría la delegación cubana. Tras caer en un cerrado duelo 6-5, ante Venezuela, Cuba viajará este martes 1 de junio de 2021 hasta la ciudad de Port St. Lucie para verse las caras en un compromiso de vida o muerte contra su similar de Canadá.

El juego acontecerá sobre el terreno del estadio Clover Park, con capacidad de albergar 7 347 personas.

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