Corear

—¿Demanda por plagio? ¡Pero si ahí no se entiende nada!

—Está en coreano. La carta la envían desde el diario Rodong Sinmun, órgano oficial del Partido del Trabajo de Corea. Alegan que en los últimos días los hemos copiado.

—En este mundo hay tantas cosas en las que fijarse como para venir a copiarlos…

—Se refieren a lo que se habló en los últimos días sobre el Comandante a propósito de su cumpleaños 97. Están como que acomplejados. Pensaban que las hazañas de Kim Il Sung, Kim Jong-Il y Kim Jong-Un eran inigualables. Les da pena aceptar que esos tres, por su peso, nunca han tenido la agilidad para hacer fintas que tenía el gran líder nuestro. En el baloncesto digo.

—Una cosa es decir que Fidel practicaba deportes desde joven y otra otorgarle el derecho de invención de uno de los movimientos de balón más icónicos que existen en el básquet, en el que el jugador que tiene la pelota deja de picarla, da un paso en una dirección y luego un segundo paso en otra.

—Cambiar de dirección era una de sus jugadas favoritas. Mira lo que hizo con los chinos y con los rusos. Ni hablar de la economía. ¿Te acuerdas cuando afirmó que los plátanos microjet serían el sostén de la dieta cubana y la de los países que tuvieran la dicha de que se los exportáramos? A pura manguera dejó de hablar de ellos un día, y a pura manguera nadie ha mencionado más el asunto.

—En la reunión del mes pasado en el Departamento Ideológico lo planteé: «Caballero, no aprieten, que al paso que vamos en pocos años declaran quincena santa la primera de agosto». Desde Pionyang nos llaman la atención por frases como esta: «Saltó del seno de la madre al de la patria en la segunda hora (2:00 am), y un grito (primero del neonato) rasgó la madrugada de aquel viernes de Birán. Años después, se supo: muy pocas veces el acto de nacer tuvo más resonancia».

—¡Mira que le dije a la dirección del periódico que esa bazofia era contraproducente! ¿Con qué vamos a sostener que la lactancia materna es lo más importante si nos aparecemos con el «pecho de la patria» y su resonancia? ¡Neonato ni neonato! ¡Neoñato es lo que queda! 

—No la emprendas contra ese… artículo del Granma. Oye que hermoso lo que sigue: «Conjeturan obreros, poetas, militares, si aquel 13 de agosto nació un niño o si la chispa de una extraña llamarada».

—¿Será el mismo escrito que me hizo llorar hace unos días? Hasta en coreano luce precioso: «Que no fue el llanto de un recién nacido lo escuchado mucho antes de que amaneciera en el agosto de hace casi un siglo, suponen literatos. ¿Tan precoz como en el acto de nacer pudo expresarse la entereza en aquel grito?, ¿asomaría tan prematura la inconformidad en él?, ¿lo necesariamente indócil abrevió su signo en ese parto?, ¿pudo el gemido de un alumbramiento anticipar el temple, lo virtuoso, lo humano en la raíz postrera de la rebeldía? Fue el grito de aquella madrugada que aún parece mística, natural reacción del niño al mundo nuevo que le choca».

—¿Se sabe el nombre de la partera? Tuvieron que ser fuertes las nalgadas que le dio al recién nacido para que el periodista rememore esos berrinches.

—A los coreanos les preocupa que se filtre en los medios la posibilidad de que Cuba haya recibido asesoría en técnicas funerarias de ese país del Asia Oriental. Alegan que no estuvo bien revelar que la Roca Eterna estuvo horadándose y puliéndose por espacio de catorce años.

—Venirnos a estas alturas con que trabajaron por más de una década en esa piedra…

—No le des cincel a eso y ponte para contestarles algo a los compañeros coreanos. Diles, aunque tampoco sea para fajarse con ellos, que tenemos derecho a ensalzar a nuestros líderes, sobre todo a Él, que, como dice Ana Hurtado, «no se detenía ante cada perro que le ladrase en el camino».

—Puedo argumentarles que «La juventud cubana que vivirá el Centenario del líder histórico de la Revolución tiene que conocer al Fidel que vivía convencido de que no podía ser lo material el cemento que nos uniera, sino que había que apostar por una sociedad diferente, sin competir con estándares de sociedades de consumo que lógicamente no alcanzaremos, porque el socialismo es otra cosa».

—Eso no. Si acaban de darse cuenta de que el socialismo es otra cosa…

—Les digo entonces que ni el abuelo ni el hijo ni el nieto de los Kim lograron, logran ni lograrán lo que el Comandante en materia de mirar lejos. Fue él quien aseguró en el 2005 que: «Este país puede autodestruirse por sí mismo, nosotros podemos destruirlo y sería nuestra culpa». ¡Qué visionario!

Las obras de Matraca se inspiraron en la insólita propuesta de las oficinas del conservador de Matanzas, Guantánamo y Baracoa de declarar a Fidel Castro como el quinto descubridor de Cuba, en medio de las celebraciones oficiales por su nacimiento, el pasado 13 de agosto.