Foto: cortesía del entrevistado
Juan Antonio Godoy: hace tiempo que dejé de sentir vértigo al aceptar casos complicados
17 / abril / 2017
Con nueve o diez años, a menudo ponía a prueba la paciencia de todos, debatiendo sin fin sobre cualquier asunto. Ya entonces solía esgrimir un argumento tras otro sólo para demostrar su razón. Se mostraba tan incansable, que su padre más de una vez le aconsejó: “tienes que ser abogado. En cuanto los jueces te vean entrar por la sala, dirán “¡Oh, no! ¡Es el pesado de Godoy! y te darán la razón solo por no oírte”. Y así lo hizo.
Con más de quince años de experiencia, hoy puede decir que “ha dejado de sentir vértigo al aceptar casos complicados”: como complejas causas penales o sustracciones de menores a otros países. Para este abogado español, generar una mejora sustancial en la vida de un cliente es su principal motivación y orgullo.
Juan Antonio Godoy es licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid y ha trabajado como abogado en España, Reino Unido, Bélgica y durante los últimos 10 años en Polonia. Graduado como Máster en Administración de Empresas (MBA) por la Universidad Politécnica de Varsovia y la London Business School, y con otra maestría en Gestión Internacional de Empresa por la escuela CECO de Madrid, hoy se dedica principalmente a representar clientes privados y corporativos españoles e iberoamericanos en Polonia, y viceversa. Lo hace desde el despacho Varés & Asociados.
¿Cuáles son los servicios ofrecidos en su despacho?
Actualmente, contamos con ocho letrados, más algunos abogados colaboradores en determinados casos que requieren un alto nivel de especialización. Además, esa presencia nos permite contar con una destacable red de contactos en la Administración y en las finanzas, que en ocasiones son de gran utilidad a nuestros clientes.
Ello nos permite cubrir prácticamente cualquier ámbito del Derecho, pero cuantitativamente, la mayor parte de nuestros asuntos son de carácter civil, penal y mercantil.
¿Qué perfil tienen sus clientes?
“Precisamente por lo anterior, tenemos un perfil de clientes muy variado, desde personas con problemas familiares de carácter internacional hasta grandes inversores y empresas internacionales, pasando por quienes se enfrentan a acusaciones penales de manera más o menos habitual”.
Después de tantos años en el sector, muchos clientes llegan hasta Varés & Asociados por recomendación de otros. En general, en el ámbito de las relaciones jurídicas entre España y Polonia, este despacho suele ser la primera opción.
“Quizá una cuestión clave es la comunicación que mantenemos con los clientes. Tenemos muy claro que, para cada uno, su asunto es lo más importante del mundo, y quieren poder discutirlo en cualquier momento, durante el tiempo que haga falta, y sin problemas de idioma. Cualquier situación jurídica tiene un gran componente de stress. Por tanto, hacemos todo lo posible para que los interesados la encaren con la mayor tranquilidad posible.
“Hay buenísimos abogados que son percibidos como malos profesionales únicamente porque sus clientes deben llamarles veinte veces para conseguir hablar con ellos. En el despacho hemos llevado asuntos de gran complejidad, sobre todo en el ámbito penal, con decenas de investigados. Esos casos particularmente, por lo que hay en juego, requieren siempre una especial atención”.
Solo se necesita un momento con el abogado para notar su marcado interés en la política, aunque aclara tener grandes reservas respecto al modo en que se desarrolla dicha actividad en España. Godoy, además de ser un activista comprometido con la defensa de leyes más avanzadas para los derechos de los animales, figura como profesor en la Universidad de Varsovia.
“A un estudiante lo primero que les recomendaría es que fuera generoso consigo mismo y no estudiase para aprobar, sino para sacar matrícula de honor, si es posible. Es difícil hacerse una idea, cuando uno estudia la carrera, de lo necesarios que luego van a ser esos conocimientos en la práctica. Pero lo son.
Y a quienes se estén iniciando en la profesión: “es importante no dejarse amedrentar por compañeros con mayor experiencia en la parte contraria, ni por jueces duros. Eso sí, que preparen cada caso que se les encomiende al máximo: que lean sentencias, tomen notas, hablen con otros compañeros… Muchas veces, una preparación a fondo suple cualquier cosa”.
“Esta profesión es quizá la que más acerca a la realidad del ser humano, y su infinita variedad. Siendo como es, la cosa más seria del mundo, es al tiempo un gran teatro donde unos y otros desempeñan papeles, y donde entran en juego cientos de factores que pueden significar la diferencia entre el éxito y el fracaso. La abogacía es un oficio que puede dártelo todo, pero que te exige en igual medida”.
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