En medio de la policrisis cubana, las mujeres con niños pequeños, enfermas, en situación de calle o simplemente sobrepasadas por las circunstancias encaran los mayores sacrificios y los más profundos dolores. 

Una mezcla de desesperación y tristeza en los ojos de una madre conmovió las redes sociales. Identificada como Grettel Amalia Espinosa, con cuatro niños y residente en Cacocún, Holguín, pidió en un video publicado por Noly Blak, lo más básico para un ser humano: comida. El huracán Melissa destruyó la vivienda y las pertenencias de Grettel Amalia. Su casa se inundó, perdió los colchones.

Marvelis y su niña de 5 años padecen leucemia, el huracán Melissa también les privó de sus escasas pertenencias tras su paso por Holguín.

Otra madre, Danisleydis Ríos Castro, perdió sus pertenencias por las inundaciones en Cauto Embarcadero. Con cinco niños a su cargo, una suegra enferma y un esposo preso, fue una de las más de 300 personas que las autoridades evacuaron en la escuela Rita Longa, en Las Tunas.

Como es habitual, el apoyo de la ciudadanía llegó más rápido que cualquier respuesta del régimen cubano. La ayuda se agradece, pero el problema de fondo persiste. ¿Cuánto tiempo más gestionará la ciudadanía las respuestas y soluciones que corresponden al Estado?

Cuba registra las cifras de natalidad más bajas en el período de la llamada Revolución, se incluye entre los países más envejecidos de América Latina y un éxodo migratorio sin precedentes dificulta revertir esta situación. Las historias de Marvelis, Grettel y Danisleydis confirman que el plan gubernamental para atender las dinámicas demográficas no funciona.

Los cubanos reportan en redes sociales los acontecimientos que forman parte de su vida diaria, tanto en Cuba como fuera de ella. El Noticiero de la Gente.