Foto: elTOQUE.
Menos rusos y más viajeros norteamericanos: las cifras de turismo a Cuba en 2022
8 / diciembre / 2022
Durante la III Bolsa Turística Destinos Gaviota que tuvo lugar en Cayo Santa María en diciembre de 2021, el ministro de Turismo Juan Carlos García Granda aseguró que en 2022 Cuba recibiría no menos de 2.5 millones de visitantes. Sin embargo, hasta el cierre de octubre, según datos de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), solamente habían llegado 1 198 402.
El ministro no contaba con la invasión de Rusia a Ucrania que comenzó en febrero de 2022 y que redujo la llegada de uno de los principales mercados para la isla. Además, otros países emisores tradicionales como Canadá o la comunidad cubana en el exterior terminaron aportando la mitad de los arribos esperados. Sin embargo, los visitantes estadounidenses volvieron a situarse entre los primeros lugares.
En sentido general, las principales fuentes de emisión de turismo a Cuba no han variado. Además de las mencionadas, cuatro países europeos ocupan el resto de los principales puestos —España, Alemania, Inglaterra, Francia e Italia—.
Los cambios esenciales se evidencian en las cifras. Los visitantes por mes en 2022 superan a las registradas en 2020 y 2021, cuando se contabilizaron las tasas más bajas del sector desde finales de la década de los noventa.
Pero, los actuales números distan de los obtenidos en la última década y, en particular, entre 2016 y 2019, cuando el sector superó los cuatro millones de visitantes de forma anual con ingresos asociados de más de dos mil millones de dólares.
Nacionales en el exterior: ¿cubanos o turistas?
En 2022, el segundo lugar entre los viajeros que arribaron a la isla entre enero y octubre, según las estadísticas oficiales, corresponde a los 266 264 miembros de la comunidad cubana en el exterior. Sin embargo, no se trata de una novedad.
Desde 2010, excepto en 2017 y 2018 que se registran como los de la «explosión» del turismo estadounidense no cubano, en las cifras de la ONEI consta la comunidad de cubanos que residen fuera de la isla como el segundo «mercado emisor» de turismo a Cuba.
Cada año la ONEI cuantifica a los emigrados cubanos como visitantes internacionales, sobre la base de que se les considera «personas que visitan un país diferente de aquel en el que tienen su lugar de residencia habitual por un período no superior a un año, cuyo motivo principal será con la finalidad de ocio, recreación, negocios u otro motivo personal, y no es el de ejercer una actividad remunerada en el país visitado».
Por sus visitas anuales al país, los emigrados aportan ingresos al sector turístico y a la economía nacional, tanto por concepto de consumo de bienes y servicios como, en muchos casos, por la ocupación de la planta hotelera. Pero, ¿puede hablarse de turismo cuando se trata de los cubanos que regresan a su país y lo hacen con pasaporte nacional?
En principio, la inclusión de los nacionales en las estadísticas como «visitantes internacionales» no se ajusta a una concepción de turistas en la que se incluyen los ciudadanos extranjeros que por vía aérea o a bordo de cruceros u otras embarcaciones visitan Cuba y se hospedan en hoteles u hostales particulares.
En pocas palabras, los cubanos no reconocen a sus emigrados como «visitantes extranjeros». Ello se debe en gran medida a que la comunidad de emigrados viene a la isla a realizar un tipo de turismo distinto al resto de los viajeros internacionales. Los motivos de sus viajes son, en lo fundamental, visitar a familiares y amigos; disfrutar de instalaciones hoteleras junto a sus seres queridos; o, si emigraron a muy temprana edad, conocer su nación de origen.
En la frontera nacional tampoco se considera extranjeros a los emigrados cubanos. Para las autoridades de Inmigración y Extranjería y de Aduanas los nacidos en la isla son viajeros nacionales residentes o viajeros nacionales no residentes; pero en ninguna circunstancia constituyen viajeros extranjeros y deben entrar al país con pasaporte cubano.
Según lo establecido en el Decreto Ley No. 302 que modificó la Ley de Migración, los cubanos que viven fuera del país, pero entran en un plazo máximo de 24 meses, siguen siendo residentes; incluso si cuentan con una ciudadanía foránea. Cuando demoran más de 24 meses en regresar, pierden su residencia en territorio cubano. Entonces, se les reconoce como nacionales no residentes. En el contexto de la pandemia se flexibilizó el marco de tiempo y aún se mantiene vigente la autorización por el Ministerio de Relaciones Internacionales para entrar al país pasados 24 meses sin perder la residencia.
Pero, en cualquier caso, se trata de cubanos que viven fuera, provenientes en su mayoría de Estados Unidos —donde reside la mayor cantidad de nacionales emigrados—, y de España, segundo país de residencia de más cubanos en el extranjero, según datos contabilizados al cierre de 2020.
Llegan más estadounidenses (no cubanos) de lo que se piensa
Desde Estados Unidos no solo llegan emigrados cubanos. Los ciudadanos de esa nación constituyen la tercera mayor cifra de turistas arribados a Cuba en 2022, según la estadística oficial.
A pesar de que se mantienen vigentes las restricciones a los viajes individuales a la isla para los ciudadanos de ese país, la ONEI contabiliza que un total de 74 912 norteamericanos entraron entre enero y octubre.
El aumento de las estadísticas se acentuó de forma particular en los meses de junio y julio tras la flexibilización, por el presidente Joe Biden, del arribo de vuelos chárteres y aerolíneas regulares a aeropuertos fuera de La Habana, así como de los viajes grupales educativos dentro del marco de los programas de contacto entre pueblos (people-to-people), y determinados viajes profesionales.
Se evidenció un incremento de la cantidad de viajeros y de operaciones aéreas desde ese destino, por primera vez, tras la caída que experimentaron ambos indicadores en el período comprendido entre 2019 y 2021, como resultado directo de las medidas impuestas durante la Administración de Donald Trump (prohibición de cruceros, descenso de vuelos directos y restricciones a la entrada de turismo, principalmente).
Entre 2019-2021, EE. UU. pasó de ser el líder indiscutible de los vuelos hacia Cuba a ocupar el quinto lugar entre las diez naciones que más vuelos registraron. En materia de turistas, sus números cayeron de 498 538 viajeros en 2019 a solo 7 039 en 2021.
Las estadísticas actuales muestran una recuperación del mercado, aunque distan de los mejores números registrados en 2017 y 2018, dentro del marco del «deshielo» de las relaciones entre ambas naciones, cuando los visitantes estadounidenses rebasaron los 600 mil.
Canadá y Rusia: unos ganan y otros pierden
Canadá ha sido el principal emisor de visitantes a la isla desde la primera década de los 2000. Solo en 2021, Rusia lo desplazó del puesto durante la pandemia de COVID-19.
El desplazamiento se debe a la cancelación, entre enero y mayo de ese año, por parte del primer ministro canadiense Justin Trudeau, de todos los vuelos con destino a Cuba y el resto del Caribe, con la finalidad de contener el aumento de los contagios. En ese contexto, el gigante de Europa del Este aumentó sus viajes de turismo a la isla, principalmente a los polos turísticos de Jardines del Rey y Varadero.
El descenso de viajeros canadienses y la contracción del número de turistas estadounidenses fueron los factores fundamentales para que Rusia se convirtiera en el primer mercado emisor en 2021.
En general, la etapa 2019-2021 fue particularmente favorable para Rusia en términos de turismo enviado a Cuba. Aunque desde 2017 más de 100 mil viajeros rusos han llegado anualmente a nuestras fronteras. Entre 2019-2021 Rusia pasó del cuarto lugar al primero, con más turistas incluso que en períodos anteriores a la pandemia.
Probablemente la tendencia favorable se hubiese mantenido, pero el inicio del conflicto ruso-ucraniano el 24 de febrero de 2022 provocó la suspensión de las operaciones aéreas regulares desde el gigante euroasiático. Tras iniciar el año con los mejores números, Cuba vio reducidas al mínimo las cantidades de viajeros procedentes de ese país.
El turismo ruso ha caído al sexto lugar, con solo 42 649 visitantes llegados hasta el cierre de octubre de 2022; mientras el año precedente llegaron a la isla 111 228 turistas rusos.
Canadá, por su parte, ha recuperado en lo que va de año su rol protagónico dentro del sector en Cuba, con 359 034 visitantes hasta la fecha; favorecido por el descenso del turismo ruso, que ha sido el único capaz de desplazarlo. Aunque el número de turistas llegados de ese país aún no se acerca a la cifra prevista para 2022 de 1.2 millones ni a su máximo histórico de más de 1.3 millones en 2015.
Europa se mantiene, pero no es lo que era
Europa se mantiene en 2022, al igual que en toda la década anterior, como una de las principales fuentes de turismo. Pero con números mucho más discretos.
En este contexto, España envió a Cuba la mayor cantidad de visitantes desde el viejo continente hasta el cierre de septiembre, con 62 157. Ello gracias a que otros emisores europeos, como Alemania, Inglaterra, Francia no han recuperado las cifras que les distinguieron antes de la pandemia, a pesar de mantenerse entre los diez puestos principales.
Entre 2015 y 2019 cada una de estas naciones aportó más de 100 mil visitantes al año. Alemania, en particular, superó la barrera de los 200 mil entre 2016-2018 y todos esos años ocupó el cuarto lugar en la lista de emisores. Sin embargo, ninguno de ellos superó hasta septiembre de 2022 los 40 mil turistas.
Italia se mantuvo de 2013 a 2017 en el quinto puesto entre los mayores emisores de visitantes a la isla, con más de 200 mil anuales. Sin embargo, en el año en curso apenas ha superado los 30 mil; a pesar de que las estrategias del sector han intentado promover el turismo de ciudades patrimoniales y de sol y playa en la isla ante los ojos del potencial mercado italiano.
El turismo es uno de los principales motores de la economía cubana. La apuesta de las autoridades cubanas por el sector como punta de lanza de la economía nacional se mantiene a pesar de la contracción de las cifras, aún por revertir. Hasta el cierre de octubre de 2022, las cifras de visitantes extranjeros no se acercan a lo previsto. A pesar de ello, Juan Carlos García Granda ha fijado el pronóstico de arribos para 2023 en más de tres millones de turistas extranjeros.
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