La Federación Cubana de Béisbol (FCB) comenzó 2024 sin opciones para premiar al campeón de su llamada Liga Élite. Sin invitación a la Serie del Caribe en Miami y tras boicotear al Intercontinental en Colombia, los federativos de la isla sacaron del sombrero el enésimo experimento.

El domingo 28 de enero en el estadio matancero «Victoria de Girón» se estrenará la lid que adoptó el nombre «Serie de Estrellas» del béisbol cubano y en la que se medirá Matanzas —el flamante campeón de la liguilla invernal—, un seleccionado de «estrellas» de la pelota cubana y dos equipos extranjeros (México y Venezuela).

¿Qué traerán los países invitados? Según la oficialidad, el equipo morocho estará conformado por jugadores de la categoría Sub-23, mientras los aztecas llegarán con algunos jugadores de los pasados Juegos Panamericanos.

«Nos decidimos por la sede en Matanzas dada la excelente infraestructura hotelera de la provincia y porque su pueblo se lo merecía gracias a la buena actuación del equipo», comentó a la prensa estatal Reynaldo Pérez Pardo, presidente de la FCB.

Será un torneo de consolación, de baja calidad y sin más objetivo que «premiar» al titular de la Liga Élite, aunque la realidad indique que los peloteros lo que deseaban era un viaje al exterior.

A estas alturas, la FCB todavía negocia su inclusión en la Copa antillana de Puerto Rico, entre los miedos por las posibles fugas y la problemática eterna de los visados a territorio estadounidense.

De esta forma, la FCB se quedó sin opciones, pero siempre les queda la inventiva, aunque ello signifique más gastos para la mermada economía nacional. A falta de pan, hay que mantener el circo.

La Serie de Estrellas se extenderá hasta el primero de febrero, cuando se efectúe la discusión de las medallas. El bronce en horario matutino y el oro en horario nocturno, apagones mediante.

De las novedades de última hora está la designación del mentor artemiseño Yulieski González al frente del equipo de «estrellas» de la II Liga Élite —en el que hay peloteros de Industriales, de Sancti Spíritus, de Santiago de Cuba y de Las Tunas—.

La Liga «no» Élite, otro antojo de la federación beisbolera cubana

Hace un mes, la Federación Cubana de Béisbol (FCB) —en conjunto con la Comisión de la disciplina en la isla— protagonizaba el enésimo ridículo televisivo.

La FCB también permitió, por su «compromiso» con Matanzas, la incorporación de Yadir Drake —residente en el exterior— en el elenco de los Cocodrilos.

Drake no tuvo la oportunidad de jugar con los Cocodrilos de Matanzas en la temporada de béisbol invernal cubana. Lo anterior, porque cuando terminó su participación con los Algodoneros de Guasave en la Liga Arco Mexicana del Pacífico se habían cerrado las inscripciones de la II Liga Élite.

«Apoyaré desde el banco, no se preocupen. Nos veremos en el Victoria de Girón», precisó Drake tras la negativa para jugar en la final invernal.

Ahora, mientras los federativos cubanos se frotan las manos por su gran idea, las verdaderas estrellas del béisbol caribeño estarán dándole los últimos toques a sus equipos para la Serie en el loanDepot Park de la Pequeña Habana.

La Serie del Caribe 2024 —que se celebrará por primera vez en un estadio de las Grandes Ligas en Miami— está a punto de comenzar y hasta el momento faltan tres equipos por clasificar. En el evento participarán los campeones de las ligas invernales de Curazao, México, Nicaragua, Puerto Rico, República Dominicana y Venezuela.

Los Criollos de Caguas serán los representantes boricuas, los Naranjeros de Hermosillo será el elenco de México, mientras Curazao y Nicaragua irán con selecciones nacionales. A la espera de decisiones quedan las ligas de Dominicana, de Venezuela y de Panamá.

En Miami se hará la verdadera Serie de Estrellas, aunque en Cuba pretendan opacar la realidad con su enésimo experimento.

¿Qué puede esperarse del nuevo campeonato de la FCB? ¿Seguirá en el tiempo o es temporal, dadas las circunstancias actuales? Está claro que si la isla sigue sin invitaciones a eventos internacionales, la novedad de hoy se extenderá porque con algo hay que premiar al campeón de la liga que de élite tiene bien poco.

De positivo, la Serie tiene el «entretenimiento» en sí para los amantes del béisbol. Para el resto de los cubanos es solamente un evento costoso más que representará apagones para las provincias del centro-oriente de la isla, gastos de alimentos y de combustible. Una lid que no tiene incentivos más allá de seguir jugando béisbol.

Tras los enfrentamientos beisboleros en Matanzas quedará poco para el arranque de la 63 Serie Nacional —el evento que involucra a los elencos de todas las provincias cubanas—. Un campeonato golpeado por la emigración de sus talentos más jóvenes, por la veteranía de sus actuales «estrellas» y por la baja calidad de los parámetros de juego.