La columna de Fernández Era: Vacante

Ilustración: Irán Hernández
—¿Viste?: «El Consejo Electoral Nacional, en cumplimiento de su misión, organizó, dirigió y supervisó el desarrollo del proceso para elegir al nuevo vicegobernador de La Habana, cargo que se encontraba vacante desde agosto». Finalmente tenemos a Reinol Delfín García Moreiro en esa tarea.
—Oí algo. No sé si notas lo entusiasmado que estoy con la noticia.
—¿Algún reparo con ese compañero?
—No, qué va. Es que me lo olí. Lo sacaron semanas antes por la televisión, en su cargo anterior de viceministro de Salud Pública, muy sonriente mientras explicaba la situación con las arbovirosis.
—Digno de aplaudir. Uno espera que dentro de unos meses siga apareciendo en los medios, esta vez para explicar muerto de risa lo jodida que está la capital.
—Llama la atención la democracia del proceso. Cualquiera diría que en vez del tal Reinol se estaba coronando al rey Nol, pues solo hubo una propuesta.
—Propuesta, no lo olvides, «entregada por el Presidente de la República al Consejo Electoral Nacional».
—Imagino que para acordarse de la manera en que llegó al trono.
—Con ambas designaciones se demuestra la extraordinaria capacidad de los líderes en pos de encontrar las personas adecuadas para ocupar las responsabilidades más altas, primero con Raúl encasquetándonos a Canel, ahora con este último imponiendo a Reinol. Debe ser parte de la «Estrategia general de implementación de la Política de Cuadros en el período 2021-2026», aprobada por el II Pleno del Comité Central de Partido en el 2021, cuyos principios parten del «pensamiento estratégico de los líderes históricos, quienes desde el triunfo de la Revolución trabajaron para contar con cuadros preparados, capaces de asumir complejas y trascendentales tareas en cada una de las etapas de desarrollo».
—¿Qué desarrollo?
—El del proceso electoral. El del domingo en los quince municipios de La Habana viene a desmentir eso que se dice de que nuestro presidente nunca da en el clavo. «Con transparencia, imparcialidad y legalidad», el 98,53 % de los 1 154 delegados autentificó su propuesta. El voto fue «libre, igual, directo y secreto».
—¿Tienes idea de qué quiere decir «voto igual»?
—Que da igual si ponen a uno o a otro. Lo importante es movilizar un domingo a toda esa gente para hacer el paripé, garantizando sobre todo la merienda.
—No me gustaría ni un poquito que me sacaran de mi oficina de Salud Pública en La Rampa para ocupar un cargo de tamaña trascendencia, sobre todo ahora, en que son semanales las reuniones que organiza el primer secretario para hablar basura… perdón, para hablar sobre la basura.
—De las toneladas de inmundicias que inundan la ciudad se habla ahora con precisión milimétrica, como si en vez de camiones recolectores de basura hubieran invertido en básculas para el pesaje. A eso le llaman «estudio sobre gestión de residuos», «liderado por el Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente, universidades e instituciones de la capital». «Permitirá definir con exactitud cuánta basura y otros desperdicios se producen diariamente en la capital». No tiene desperdicio el dato de que «entre el 21 y el 27 de noviembre en la ciudad se recogieron 91 695 metros cúbicos de residuos sólidos urbanos, a razón de 13 101 m³ como promedio diario, inferior a la semana anterior en 1877 m³».
—Una reunión de esas, en las que tendrá que participar el pobre Reinol, podrá extenderse en el futuro un montón de horas. Sería interesante una discusión donde se dirimiera si fueron 91 695 o 91 696 los metros cúbicos que se arrojaron en los basureros, con Canel exigiendo responsabilidades por el metro cúbico que anda perdido.
—Esa obsesión tuya con el presidente…
—¡Él se la busca, chico! Acaba de declarar en «las históricas montañas donde operó el III Frente Oriental» que «Estamos demostrando que somos capaces de sobreponernos a cualquier adversidad». Solo bastan dos dedos de frente oriental para darse cuenta de que son las adversidades las que se sobreponen.
—Bastante que hace. No se le quita de la cabeza que este país, sin electricidad, sin agua y sin transporte, va a superar científicamente a las grandes potencias. El poco café que había está por el piso luego del ciclón, y él, con un optimismo del carajo y la fe de convertir el revés en victoria, ha declarado que «la recuperación no puede limitarse a reparar lo perdido, sino que debe ser una oportunidad para aplicar la ciencia y la innovación en la agricultura y la producción cafetalera, incentivando a los productores y fortaleciendo la soberanía alimentaria del país».
—¿Pensará enviar a los expertos del Citma a definir con exactitud cuántos granos se cayeron de las matas?
—Sigue despotricando contra él. Terminarás extrañándolo.
—¿Tú crees?
—Cuando quede vacante la plaza de presidente.










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