“En el cielo está Dios; en la Tierra, el hombre; y en el medio, nosotros, los alpinistas”
Yasmani Paneque es albañil y pintor de brocha gorda. Cuando su primo lo puso en contacto con el jefe de la brigada de alpinistas con la que trabajaba, Yasmani dice que sintió “una luz interior”.
“Fue una prueba. Nunca había entrenado, nunca me había subido en una cuerda, pero mi primera experiencia como alpinista fue bastante positiva porque a pesar de un par de fallas técnicas que tuve, siempre mantuve la calma. Y sé que eso no tuvo tanto que ver con el valor, sino con mi fe.”
En un trabajo como este mucho cuidado es poco. ¿Sientes miedo cuando te descuelgas a tantos metros de altura?
“Yo trabajo colgado de una cuerda, con los pies en el aire a decenas de metros sobre la calle. He tenido un par de sustos por la naturaleza de mi trabajo, pero nunca miedo. O sí, pero eso es natural, un mecanismo de defensa ante el peligro. En primer lugar, tenemos normas de seguridad muy estrictas, pero sobre todo, sé que Él me cuida siempre. Su amor es la cuerda más fuerte.”
Este joven comparte con sus compañeros el trabajo y la fe. En la brigada todos son cristianos. Cada mañana, antes de comenzar la faena, se reúnen para orar y agradecer a su Dios por protegerlos.
La brigada reúne a jóvenes con diferentes talentos y de diversas procedencias. Entre ellos hay un deportista, un artista plástico y varios que “daban tumbos por la vida porque no habían encontrado quien les tendiera una mano amiga”, explica Tony, el jefe de la brigada.
“Casi todos los novatos llegan recomendados por alguien de adentro. No es que tengan que ser cristianos para trabajar con nosotros. Aquí cualquiera que trabaje bien tiene oportunidad. Pero es cierto que nuestra fe crea una afinidad y facilita las cosas.”
“Sólo Él sabe qué va a pasar y así lo aceptamos”, me dice Yasmani tras relatar uno de los días más duros que ha vivido en la brigada.
Mientras reparaban la fachada del hotel Colina recibieron aviso de que un hombre se encontraba en el borde de la ventana de su habitación. Un suicida.
“La policía nos pidió que lo rescatáramos por fuera, pero no pudimos. El hombre saltó antes de que pudiéramos llegar a él. Ese día no terminamos la jornada. Nos fuimos todos conmocionados y oramos mucho por su familia y por nosotros.”
¿Por qué realizas un trabajo de tanto riesgo?
No te voy a mentir. Mi principal motivación cuando llegué aquí era el salario
¿Y Cuánto ganas?
Eso no te lo puedo decir, pero el salario es muy bueno. ¡Más que bueno! Desde que empecé no me ha faltado trabajo y mi situación económica ha mejorado muchísimo. Pero la ganancia no está en el dinero que hago, sino en la familia que ahora tengo, que es otra además de mi familia de sangre.
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