¿Puede un estado eliminar las vacunas obligatorias? El caso de Florida, explicado

Foto de referencia: Diana Polekhina / Unsplash.
Florida planea poner fin gradualmente a la obligatoriedad de vacunarse en todo el estado. La medida, impulsada por el gobernador Ron DeSantis y el director de Salud Pública Joseph Ladapo, abarca desde los requisitos para que los niños asistan a la escuela hasta otras normas establecidas de inmunización, según declararon las autoridades el 3 de septiembre de 2025 durante un acto celebrado en Valrico, Florida.
«Florida sería el primer estado en eliminar tantos mandatos de vacunación», declaró Ladapo.
Este explicador responde las preguntas claves sobre la iniciativa y sus posibles implicaciones.
¿Quién propone y quién decide sobre esta eliminación?
Joseph Ladapo describió los requisitos de vacunación actuales en escuelas y otros espacios como una intrusión «inmoral» en los derechos individuales, que llega a rozar la «esclavitud» y limita la capacidad de los padres para decidir sobre la salud de sus hijos. «No tienen derecho a decirte qué poner en tu cuerpo», afirmó.
El titular de Salud en Florida enfatizó repetidamente que la intención es eliminar la obligatoriedad de «todas y cada una [de las vacunas]».
Ladapo —médico estadounidense-nigeriano nombrado por DeSantis en 2021— ha sido objeto de críticas por cuestionar las recomendaciones de la comunidad científica, incluido el uso de mascarillas durante la pandemia de COVID-19 y la vacunación contra el virus. Durante un brote de sarampión en 2024 en Weston, Florida, permitió que niños no vacunados asistieran a la escuela, contraviniendo las directrices de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). En 2023, sus declaraciones sobre vacunas le valieron una reprimenda por parte de los CDC.
Aún no se sabe con precisión cómo se llevará a cabo la eliminación de los requisitos de vacunación que han estado vigentes durante años. Generalmente, las legislaturas estatales participan en la definición de las vacunas obligatorias para niños en las escuelas, mientras que el Gobierno federal aprueba las vacunas y establece directrices sobre quién debe recibirlas.
Ladapo afirmó que el Departamento de Salud de Florida, bajo su dirección, se encargará de retirar las normas sobre los mandatos de vacunación. La autoridad de la agencia para hacerlo proviene de una ley estatal que exige ciertas inmunizaciones a los niños que asisten a las escuelas.
Los legisladores estatales «van a tener que tomar decisiones», dijo. «Así es como esto se hace posible», añadió.
Por su parte, DeSantis declaró que colaborará con la Legislatura estatal para derogar cualquier ley que imponga vacunas. «No creo que ningún estado haya hecho ni remotamente lo que Florida ha hecho», comentó.
El gobernador anunció la creación de una comisión para la política de vacunación que estará presidida por su esposa, Casey DeSantis.
¿Qué vacunas podrían dejar de ser obligatorias para los niños en Florida?
Por ahora, el Ejecutivo estatal (de mayoría republicana) puede eliminar los mandatos para aplicar la vacuna contra la varicela, la neumocócica conjugada, la hepatitis B y la Haemophilus influenzae tipo b (Hib) —que causa enfermedades como la meningitis y la neumonía—.
Pero el Congreso local debe reformar la ley en el caso de querer acabar con el resto de los mandatos de inmunización contra enfermedades como la difteria, el tétanos, la polio, el sarampión, la tos ferina y rubéola, entre otras. Estas requieren una ley para ser derogadas o enmendadas.
Actualmente, los mandatos de vacunación para las guarderías y las escuelas públicas incluyen sarampión, varicela, hepatitis B, difteria-tétanos-tos ferina (DTP), polio y otras enfermedades, según el sitio web del Departamento de Salud del estado.
¿Qué dicen los críticos y qué riesgos de salud pública señalan?
Tras el anuncio de DeSantis y Ladapo, las mayores agrupaciones estadounidenses de medicina condenaron el cambio de reglas en Florida.
Sandra Adamson Fryhofer, consejera de la Asociación Médica Estadounidense (AMA, por sus siglas en inglés) advirtió en un pronunciamiento que la medida «colocaría a niños y comunidades en un mayor riesgo»; lo cual «resultaría en enfermedades serias, discapacidad y hasta muerte», declaró la doctora.
La Academia Americana de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés) también manifestó su «preocupación» por el anuncio en Florida, donde el 5.1 % de los estudiantes de preescolar cuenta con una exención a los mandatos de vacunación, cifra superior al 3.6 % registrado a nivel nacional, según datos de los CDC.
La organización hizo referencia a un estudio de 2024 de los CDC que descubrió que las vacunas previnieron 508 millones de enfermedades de por vida, 32 millones de hospitalizaciones y 1.1 millones de muertes entre los niños nacidos en 1994-2023.
La asociación señaló, además, que el anuncio de las autoridades de Florida ocurre mientras se expande el brote de sarampión en el país, con 1 431 casos a nivel nacional en 2025 —el mayor número desde 1992, incluidas tres muertes, dos de ellos niños—.
Lisa Gwynn, pediatra de Miami y expresidenta de la sección de Florida de la Academia Americana de Pediatría, rechazó el argumento de que las decisiones sobre vacunación deben estar únicamente en manos de los padres: «Se trata de los ancianos, de los vulnerables, de los inmunodeprimidos, y de cómo eso afecta a nuestra sociedad, a nuestra comunidad, a nuestros vecinos, a nuestros familiares».
Florida tiene una de las mayores poblaciones de ancianos del país, ya que ha atraído a jubilados durante varias generaciones.
La Dra. Rana Alissa, presidenta del Capítulo de Florida de la Academia Estadounidense de Pediatría, coincide. «Nos preocupa que el anuncio de hoy ponga a los niños de las escuelas públicas de Florida en mayor riesgo de enfermarse, lo que tendrá un efecto dominó en nuestras comunidades», expresó en un comunicado.
Una encuesta de Harvard y la Fundación de Beaumont publicada el pasado junio revela que la mayoría de los adultos estadounidenses (79%) opina que se debería exigir a los padres que sus hijos se vacunen contra enfermedades prevenibles como el sarampión, las paperas y la rubéola para que puedan asistir a la escuela. Otra investigación de New York Times/Ipsos, concluyó que siete de cada 10 adultos estadounidenses dijeron que los niños sanos deberían estar obligados a vacunarse debido al riesgo para los demás.
¿Cómo se compara Florida con otros estados y las actuales políticas nacionales?
En respuesta a los cambios que la Casa Blanca impulsa en este sector —con Robert F. Kennedy Jr. como secretario de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés)—, California, Oregón y Washington (gobernados por demócratas) anunciaron el miércoles una alianza sanitaria que coordinará las recomendaciones de vacunación para los tres estados de la Costa Oeste.
«La nueva alianza representa una respuesta regional unificada a la destrucción de la credibilidad e integridad científica de los CDC por parte de la Administración de Trump», anunció el trío en un comunicado de prensa emitido por la oficina del gobernador de California, Gavin Newsom.
Según se advierte en este artículo de BBC News Mundo, «Kennedy tiene un historial de promover teorías conspirativas infundadas sobre la salud, desde la sugerencia de que la COVID-19 afectó a ciertos grupos étnicos y eximió a otros hasta la idea de que las sustancias químicas del agua del grifo podrían estar haciendo a transgénero a algunos niños».
Tras asumir el cargo por designación de Donald Trump, recortó miles de empleos en el Departamento de Salud y Servicios Humanos y eliminó programas en los CDC.
Los 50 estados de EE. UU. tienen al menos algunos requisitos de vacunación para los niños que entran en la escuela, aunque todos permiten exenciones médicas y la mayoría exenciones por motivos religiosos o personales.
Según KFF, un grupo de investigación sobre políticas de Salud Pública, el número de estudiantes que reciben exenciones ha ido aumentando en los últimos años, y las tasas de vacunación han disminuido.
Mientras aumenta la controversia por el anuncio de Florida, Kennedy compareció este jueves ante el Senado. En el Capitolio, el familiar del expresidente John F. Kennedy escuchó llamados de senadores demócratas para que renuncie —tras la destitución de 17 expertos de los CDC y la posterior salida de su directora, Susan Monarez (quien fue despedida por negarse a acatar su directriz contra las vacunas)—.
Ni el Departamento de Salud de Florida ni la oficina del gobernador Ron DeSantis respondieron de inmediato a solicitudes de comentario.
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Carlos