Cuando el 2 de marzo de 2023 Western Union (WU) anunció que reanudaría el envío de remesas a Cuba, algunas personas imaginaron que esta podría ser una vía más directa para recibir dinero desde Estados Unidos. «Los beneficiarios de remesas (…) tienen la posibilidad de recibirlas directamente en sus cuentas bancarias en divisas de los bancos Metropolitano, BPA y BANDEC», dijo en una breve nota de prensa Orbit S.A., la contraparte nacional de WU.

En principio, sonaba como un proceso fácil y rápido. Por un lado, el remitente en el exterior podría hacer el trámite por vía bancaria y no solo a través de las oficinas físicas; por otro, el beneficiario en Cuba recibiría en su tarjeta bancaria la MLC, moneda virtual en la que el Estado vende los bienes de primera necesidad y en la que no cobra la mayoría de las personas. Se ahorraba las colas en las oficinas de WU para cobrar el dinero. Pero en la práctica este proceso ha resultado ser más complicado.

Las tarifas de WU establecen un costo de 8 dólares de comisión si se envían 100, 26 si se envían 1 000 y el 2,5% si se envía más de 1 000.

Un lector de elTOQUE, que prefirió el anonimato, nos contactó por correo electrónico para denunciar el camino burocrático que soportó al ir a buscar una remesa que le enviaron. «He podido comprobar en carne propia que es una odisea recibir (dinero) en la tarjeta», contó.

Además de entregar una fotocopia de su carné de identidad, llevó al banco un código de seguridad con el que validar la transacción. Según él, ese número es necesario para ingresar el dinero en la tarjeta en MLC: Western no pone la remesa directamente en la tarjeta, sino que tiene que pasar por el filtro de una entidad bancaria cubana.

Al ver que la remesa no llegaba, buscó una explicación por la vía oficial. Trató de ponerse en contacto con Orbit, pero solo obtuvo silencio. «No hay transparencia ni respeto», opinó.

En el último post que Orbit realizó en Facebook el 6 de marzo de 2023, algunos beneficiarios reclamaron por tardanzas en el envío y por la falta de respuestas administrativas.

Mayte Abad, a quien le envían remesas por esta vía, es de las personas que cuestiona el retraso en la gestión de Orbit. Contradictoriamente, en un comunicado de prensa WU asegura que las transferencias llegarán el mismo día (si se hacen antes de las 12 p.m.) o al día siguiente (si se hacen después).

La usuaria Glen Davi García tiene el mismo problema. Asegura que cuando fue a preguntar al banco no supieron decirle a dónde dirigirse, ni tenían idea de cuál era el problema. «Esto da pena», afirmó.

La experiencia de otra persona que nos compartió su testimonio a través de las redes sociales de elTOQUE, confirma la tardanza en el proceso. Ante la demora del envío, fue en busca de soluciones a una sucursal bancaria. Allí dijeron desconocer la existencia de un convenio de alguna empresa cubana con Western. Por internet encontró la dirección de la oficina de Orbit en el municipio Playa, La Habana, y al ir a indagar por una respuesta, le comunicaron que los retrasos se debían a «problemas con el servidor». En la tarde de ese día depositaron el dinero en su tarjeta. Otros usuarios que han comentado en las publicaciones de Orbit coinciden en que después de llamar a esa oficina han resuelto su problema. 

Para conocer más detalles sobre estos retrasos, elTOQUE contactó telefónicamente con la oficina de Orbit en La Habana. La trabajadora que atendió la llamada explicó que el tiempo de recepción y entrega de las transferencias depende de las agencias extranjeras. El dinero no debería tardar más de un día en acreditarse si la transferencia se hace el fin de semana, algo que contrasta con la experiencia de varios de los receptores de remesas. 

elTOQUE preguntó a varias personas y negocios que se dedican al envío de dinero a Cuba y casi todos dijeron no preferir WU para transferencias, por problemas en los envíos, o simplemente por no querer hacer operaciones con ellos. Una de las principales deficiencias de Western es que no entrega divisas en efectivo.

Hasta el momento, los bancos cubanos dan dos opciones: la primera es recibir MLC, que solo puede ser usada en instituciones del Gobierno; la segunda es recibir pesos cubanos (CUP), una moneda extremadamente devaluada, con un cambio desfavorable por demás (1 USD por 120 CUP es el cambio oficial; 1 USD por 183 CUP, el informal). Si bien existe una tercera opción, que consiste en acudir con pesos cubanos o con MLC al mercado negro de cambio de divisas, esta es ilegal, aunque normalizada socialmente y ampliamente utilizada por la ciudadanía.

WU confirmó a elTOQUE que los clientes no pueden enviar dinero a sus propias cuentas bancarias/tarjetas en MLC en Cuba y que los depósitos solo están disponibles en dólares estadounidenses, que tiene la misma equivalencia con la moneda libremente convertible (MLC).

Quizá previendo un auge del cambio en el mercado negro, el Banco Central de Cuba impuso restricciones de tiempo para extraer dinero. Así, limitó a 80 000 CUP y a 1 000 MLC las transacciones diarias y a 120 000 CUP y 5 000 MLC las mensuales.

La noticia de la limitación salió el 11 de enero de 2023. Coincidentemente, el mismo día que WU anunció el inicio de la fase de pruebas para el envío de dinero a Cuba.

Sumado a que la opción Western Union puede resultar inconveniente para algunos residentes en el exterior y sus familiares y amigos en Cuba, también existe la posibilidad de que Orbit reciba una sanción estadounidense.

Al igual que ha ocurrido con otras empresas cubanas, hay indicios que sugieren que Orbit podría estar controlada por los militares. Por ese motivo fueron sancionadas, en junio de 2020, Fincimex, otrora contraparte cubana de WU, y American International Services (AIS).

Si el vínculo con el poder militar se demuestra en un futuro, ¿qué garantías existen de que Orbit no será sancionada? ¿Cómo se puede asegurar que un porcentaje de las divisas provenientes en el exterior no acaben en manos del poder como temen muchos emigrados cubanos?

De acuerdo con una entrevista de agosto de 2021 a Yamil Hernández, Gerente General de Fincimex, solo esa entidad estatal tiene la infraestructura y la experiencia para gestionar el envío de remesas a Cuba.

Entonces, ¿qué cambió?, ¿adquirió Orbit la experiencia y la infraestructura necesaria en solo un año? ¿Pasaron a ellos los puntos de pago que antes pertenecían a Fincimex?

En la llamada que elTOQUE realizó, Orbit aseguró no tener vínculo ninguno con Fincimex. Dijeron ser una dependencia del Ministerio de Comercio Exterior (Mincex). Sin embargo, la clasificación de las entidades cubanas en el Directorio de Unidades Institucionales y Establecimientos no permite saber a qué organismo se supeditan.

De Western a Orbit a Fincimex: el control del poder

Fue en 1995 cuando Western Union llegó a Cuba. La compañía que en el siglo XIX remitió telegramas desde costa a costa en Estados Unidos, trabajó durante 25 años con Fincimex.

La Western fue, por mucho tiempo, una de las pocas constantes en el negocio del envío de remesas. Pero en 2020 esto se vio interrumpido de manera repentina. En junio de ese año la empresa Fincimex fue sancionada por el Departamento de Estado de Estados Unidos por su asociación con Gaesa, un emporio militar con varias empresas bajo su control. 

La Matrioshka de los negocios cubanos

La estructura liderada por militares y altos funcionarios cubanos, que maneja sectores importantes de la economía en la isla, se expande dentro del país y por el mundo en negocios que sirven para evadir las sanciones estadounidenses y mover el dinero sin rendir cuentas a la ciudadanía

«En particular, la incorporación de la institución financiera Fincimex a la Lista de entidades restringidas de Cuba ayudará a abordar los intentos del régimen por controlar el flujo de divisas que pertenece al pueblo cubano», dijo en un comunicado de prensa Mike Pompeo, Secretario de Estado en ese entonces.

La sanción eliminó del escenario a la contraparte cubana de Western, que hasta la aparición sorpresiva de Orbit, no tuvo socio comercial para operar en la isla.

De Orbit S.A. se sabe muy poco. La empresa se fundó en febrero de 2020, en La Habana, unos meses antes de la sanción Fincimex, y durante dos años estuvo «escondida»: sin noticias en los medios, sin publicaciones en Internet o redes sociales.

En febrero de 2022 le fue concedida una licencia del Banco Central de Cuba para constituirse como una entidad no bancaria con la posibilidad de «gestionar y tramitar transferencias internacionales» y de «prestar servicios de pago de bienes y servicios a través de su infraestructura, en ambos casos desde el extranjero». La misma licencia que en su día le permitió a Fincimex operar con la Western.

Orbit se presentaba entonces como la sustituta perfecta, con un historial de sanciones limpio e incluso con oficinas nuevas, que estaban, eso sí, al lado de las de Fincimex.

La compañía no tiene un sitio web donde atienda quejas y sugerencias de sus clientes, explique cuáles son los documentos necesarios para recibir una remesa o que indique cuáles son sus directivos o empleados. Es a través de una página de Facebook y un teléfono (+5372041908) que responde a algunas personas.

El medio independiente Proyecto Inventario puntualizó que algunos de los trabajadores de Orbit también trabajaron alguna vez en Fincimex. Esto puede ser comprobado en un contrato de servicios que la Agencia Italiana para la Cooperación y el Desarrollo firmó con la institución en el año 2021. Los empleados de marras son Jorge Rojas Naval, quien fue asesor jurídico en Fincimex y que ahora asegura trabajar en Orbit, y Annia Pérez Mederos, que fue Gerente de Negocios en Fincimex.

Tanto Pérez como Rojas participaron en una suerte de «presentación en sociedad» que tuvo Orbit durante la Feria Internacional de la Habana (Fihav) en noviembre de 2022. Se les puede ver junto a Lázara M. Alfonso, a quien Rojas identificó en otra publicación como Directora General de Orbit, en un stand publicitario. Sobre Alfonso no hay mucha información ni datos públicos.

Los vínculos de Orbit con Fincimex no acaban ahí. Una de las pasarelas de pago que colabora con Orbit en la tramitación de remesas es enviodinero.com. Esta plataforma pertenece a Sheffield Ventures, que es distribuidor autorizado de las tarjetas de American International Services (AIS), una de las empresas asociadas a Gaesa que también fue sancionada por el Departamento de Estado en 2021.

El presidente de Sheffield Ventures es Thomas Sheppard. Sheppard es un empresario y abogado canadiense que está registrado como tal en ICC Corp., una compañía con vínculos con el Gobierno cubano que trabajó con Cubapacks International, propiedad de Cimex Corporation, también asociada con los militares cubanos.

Pero hay más. Antes de la reanudación de las operaciones con Western Union, en noviembre de 2022 la empresa Va-Cuba Inc, con sede en Miami, anunció haber llegado a un acuerdo para el envío de remesas con Orbit. Y sí, también Va-Cuba, de acuerdo con reportes de Radio y TV Martí, trabajó en su momento con AIS.

Heder Martínez, manager general de Va-Cuba, dijo que se respetarán las leyes estadounidenses en cuanto al envío de dinero a Cuba se refiere, pero su colaboración previa con AIS provoca dudas en cuanto a transparencia y legitimidad en la contraparte cubana.

Luego de las sanciones de 2020, AIS redirigió a los clientes que perdieron esa vía para el envío de remesas a la plataforma Tocopay, perteneciente a MAF SERVICIOS INTEGRALES SL y domiciliada en Bilbao, España. No se conoce en qué consiste exactamente la relación comercial entre Tocopay y AIS/Fincimex, pero esta última promociona ofertas de Tocopay y responde dudas en redes sociales a sus usuarios, lo que podría ser indicativo de la conexión con Gaesa.

El camino Western-Cuba sigue abierto por ahora. Todo apunta a que las remesas, que en 2021 disminuyeron en un 70.83 % con respecto a antes del inicio de la pandemia de COVID-19, seguirán encontrando la forma de colarse dentro del país, ya sea por vías formales o no.