Una vez que un cubano pone un pie en un aeropuerto internacional —e incluso antes— se activan en su cerebro mecanismos psicológicos que lo acompañarán durante toda su estancia fuera del país.
Una vez que un cubano pone un pie en un aeropuerto internacional —e incluso antes— se activan en su cerebro mecanismos psicológicos que lo acompañarán durante toda su estancia fuera del país.