Esta semana, el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder) anunció a través de una nota oficial la cancelación de todas sus competiciones nacionales, desde el Campeonato Nacional de Fútbol hasta las categorías menores del béisbol.

Según el comunicado, difundido por la revista deportiva Jit, «ante un contexto más favorable para la transportación, los participantes en los eventos pospuestos serán informados sobre la reprogramación del calendario deportivo».

No hay combustible en la isla y eso no es un secreto para nadie. Los apagones de seis horas han vuelto a los hogares cubanos. Hasta el aumento de los precios del combustible se paró en seco ante la escasez. En medio de ese panorama lo más lógico era detener los eventos deportivos, aunque este es un año olímpico.

¿Afectará esta crisis el inicio de la 63 Serie Nacional de Béisbol? Ya se sabe que no hay pan, pero, ¿tampoco habrá circo?

La nota oficial no especificó si el desarrollo del principal evento deportivo de Cuba, programado para inicios de marzo, se vería afectado, pero si hay un tema intocable para la dirigencia oficial es el béisbol. La Serie Nacional no se toca ni en medio de una crisis generalizada.

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Solo queda esperar por el «play ball» de la final de la 62 Serie Nacional, con perspectivas nada halagüeñas para la venidera campaña; pero del «lobo un pelo» y al pueblo al menos «circo» porque ni pan tenemos.

Los reportes de prensa desde las provincias apuntan al arranque de la edición 63 de la Serie el 9 de marzo. Desde el José Antonio Huelga de Sancti Spíritus, los yayaberos continúan con los juegos de preparación frente a las novenas de Villa Clara y Cienfuegos. Nada apunta a la paralización de los entrenamientos.

Incluso se esperaba la visita de los preseleccionados de Ciego de Ávila y Guantánamo. O sea, para los preparativos de la serie beisbolera no parece haber escasez de combustible, ni falta de presupuesto, ni un «contexto desfavorable».

Desde la más oriental de las provincias cubanas también se reportaron preparativos para dejar a punto el estadio Nguyen Van Troi, a «pocas semanas» de la voz de play ball.

María Julia Martínez Pérez, administradora de la instalación, confirmó contrataciones con constructoras estatales y hasta movimientos de arcilla desde la cercana Santiago de Cuba.

«Hace unos meses acondicionamos los colchones y las torres del alumbrado se restaurarán con el apoyo de la empresa CEDAI. Se higienizan las partes interiores y exteriores, y en el gimnasio pintamos las paredes y sustituimos el alumbrado», comentó.

Igualmente, desde Cienfuegos se informó de la preparación de los preseleccionados de los Elefantes para la 63 Serie, con enfrentamientos con varias novenas, como Mayabeque. Nada ha detenido los últimos compases antes del arranque de la mencionada lid.

Carlos Martín, metodólogo en la Federación Cubana de Béisbol (FCB) confirmó a Jit que, en efecto, el inicio de la 63 Serie Nacional será en marzo próximo en el estadio tunero Julio Antonio Mella.

Mientras, el Comisionado Nacional, Juan Reinaldo Pérez Pardo, habló de un arranque del 2024, «muy movido» para el béisbol en la isla que aumentará con el inicio de la Serie Nacional.

Poco después, la propia Comisión despejaba todas las dudas. La 63 Serie Nacional de Béisbol se realizará sí o sí.

Aunque el show beisbolero es intocable para los dirigentes cubanos, sobre todo en un contexto de suficiente presión sobre la población, seguramente las consecuencias de la crisis se sentirán en el ya diezmado espectáculo deportivo. No sería la primera vez que se posponen partidos por problemas con la transportación o los deportistas se quejan de una pésima alimentación.

La próxima Serie Nacional, como sucede año tras año, enfrenta muchas incertidumbres sobre su calidad y funcionamiento. Los peloteros están conscientes de esta situación. Por eso muchos optan por buscar otras oportunidades o renunciar a sus equipos y emigrar por diferentes vías.

Debido a la oleada migratoria de deportistas de alto rendimiento, cientos de jóvenes tendrán que asumir responsabilidades mayores en sus equipos, sin tener las condiciones adecuadas para su desarrollo.

Los salarios bajos, la mala alimentación, los juegos a pleno sol, los viajes largos y la escasez actual de combustible que siempre han afectado al béisbol, impactarán negativamente en la 63 Serie Nacional y el deterioro de nuestro pasatiempo será más que evidente.

Muchos creen que la pelota es un reflejo de la caótica situación de Cuba, porque si algo es priorizado en el país en materia deportiva, es el béisbol. Y ni con esa prioridad se salva del caos generalizado de un país en ruinas. Eso sí, hay que mantener el circo, aunque no haya pan, no sea que los dolientes piensen demasiado en su realidad y quieran cambiar a la fuerza el rumbo de sus días.