—Si confiaras más en «ese camino hacia lo ignoto que constituye la construcción de un nuevo modelo de prensa y de comunicación pública para nuestro socialismo», atisbarías ciertos elementos que apuntan a dejar atrás «la difusión, en no pocas ocasiones, de materiales aburridos, improvisados y superficiales», como apuntó Raúl en un Congreso del Partido.

—Dijo además que se requería «dejar atrás definitivamente el hábito del triunfalismo, la estridencia y el formalismo». A juzgar por los años que han pasado, y lo aburrida, improvisada y superficial que sigue siendo nuestra prensa, puede definirse ese discurso como una muestra triunfalista, estridente y formal de por qué, lejos de avanzar, se retrocede.

—Discrepo. Sumérgete como yo en los medios, dispárate el Granma con la entereza de que eso es periodismo y lo demás bobería, y tú verás cuánto puedes abrirte a reconocer que «se está produciendo la transformación más profunda del sistema de prensa de Cuba después del triunfo de la Revolución».

—¿También lo dijo Raúl? Eso explicaría que en la clausura del Coloquio Patria lo hayan degradado de «General de Ejército» a «Comandante».

—El líder indiscutible de la renovación del modelo de prensa cubano responde al nombre de Ricardo Ronquillo. «Quienes le conocen bien saben que suele guardar sus gemas de orgullo bajo siete llaves de modestia».

—¿Con frases tan cheas puede transformarse periodismo alguno?

—No solo es el texto, sino el contexto. ¿Hay algo más original que «avanzar lo más aceleradamente posible hacia la colonización de los distintos espacios de Internet» o abrir la Jornada de la Prensa Cubana en el cementerio con «un paso inédito, al premiar allí, frente a un manantial de historia, a los ganadores del Concurso Nacional de Periodismo Histórico»?

—Simbólico congratular en un lugar así a un gremio moribundo.

—Aunque no das tu brazo a torcer, aceptas que el presidente de la Unión de Periodistas de Cuba es un ente de cambio. Lo que hizo en la Necrópolis de Colón confirma lo que ha afirmado en disímiles espacios…

—…funerarios. 

—…que «sin audacia no se podrá transformar la prensa cubana».

—No me has puesto un solo ejemplo que me convenza.

—Es muy audaz, atrévete a negarlo, lo que hizo Randy Alonso en la Mesa Redonda: recordar lo dicho por Fidel en el Aula Magna de la Universidad en 2005, en el sentido de que «Los ladrones, los corruptos nunca sufrirán más pena que verse publicados en un periódico». Eso le calla la boca a los que se preguntan por qué a un año de su arresto no se dice nada de Alejandro Gil. 

—No fue poca la vergüenza y el desasosiego que debe haber pasado el exministro de Economía al leer la nota de Canel que explicaba al pueblo sobre la investigación en curso.

—¿Te parece poca la intrepidez de presentar en el espacio de Ideas Multimedios una de las experiencias más revolucionarias e innovadoras de los últimos años: el nacimiento, mediante inteligencia artificial, de Rosalba, «la primera presentadora avatar de la radio cubana».

—¿Por cesárea? 

—Parto natural. Oye lo que publicita el eslogan: «Desde el nacimiento de un león, la explosión de un tanque en la planta de asfalto hasta el robo de una cadena en plena calle, Rosalba sigue el rastro a cada acontecimiento».

—Muy concatenados los hechos que se mencionan. Con tres avatares más en la emisora, los periodistas pueden dejarlos trabajando e irse a marcar al cajero automático para cobrar por el trabajo que no hacen.

—Nada de lo que te he contado es comparable al coraje de uno que publicó lo siguiente en pleno periódico Juventud Rebelde: «Nunca fue tan difuso el horizonte, pero está, aunque por momentos no sea visible. Hay que remar. Discutir y remar. Amar y remar. Confiar y remar».

—«Incitación, con alevosía, a la salida ilegal del país». Así hubiera definido el delito mi jefe de Sector de la PNR. Y hubiera premiado su arresto… con un arresto.

—Pero donde el arrojo de nuestros profesionales cobra visos de leyenda es cuando el propio Ronquillo afirma ante las cámaras de la televisión: «Cuando usted analiza los sistemas de prensa del mundo, estos forman parte [¡no te pierdas esto!] de los mecanismos de control político de la sociedad. Nosotros estamos apostando a construir un sistema de prensa absolutamente inédito, no construido en el mundo, de carácter público, que responda a los intereses de la gente».

—Me recuerda aquello de que «Se puede transformar la prensa sin transformar el socialismo, pero no se puede transformar el socialismo sin transformar la prensa». 

—Ronquillo, definitivamente, apuesta a no transformar ninguno de los dos.