Hace unas semanas, el excampeón olímpico cubano Iván Pedroso, entrenador de Atletismo en España desde hace varios años, miró a las cámaras que cubrían el mundial bajo techo de la disciplina e hizo el gesto del número tres con sus dedos.

Con una sonrisa de oreja a oreja, el exsaltador de longitud proclamaba a los cuatro vientos su éxito como mentor atlético a nivel global. Tres atletas en competencia y tres medallas, dos bronces para España a través de Ana Peleteiro y Fátima Diame y otro metal bronceado para el luso Tiago Pereira.

Pedroso podría haber cosechado resultados aún más exitosos en el Mundial de Glasgow 2024. Sin embargo, su principal pupila, la campeona mundial venezolana del triple salto, Yulimar Rojas, no participó en la competición. Rojas optó por reservar energías para las Olimpiadas de París 2024.

Precisamente en la capital francesa, los presagios para el entrenador cubano son muy halagüeños, pues además de los atletas de élite mencionados, se sumaría otro jovencito, Jordan Díaz, la promesa cubano-española del triple salto.

Pero en el último Mundial de Atletismo, acontecido en la ciudad escocesa, más de una decena de entrenadores cubanos servían a otras delegaciones, alejados de la antillana.

Además de Pedroso (quizá el más exitoso), está Yaseen Pérez Gómez, mentor de Marileidy Paulino, la corredora dominicana de los 400 metros que fue plata en los Olímpicos de Tokio 2020. 

Yoandry Betanzos también se encarga de varios atletas de la India y Justo Navarro tutela al balista brasileño Darlan Romani. La lista es más amplia y abarca numerosas naciones.

La historia se repite en otros deportes. Los entrenadores de voleibol, Víctor Pérez Moreno y Odelvys Dominico Speck, fungían en 2023 como técnicos en equipos de las inferiores de la Superliga italiana, considerada la mejor de su tipo en la disciplina.

«Para mí, esta llamada de la sociedad es un orgullo y un honor. Llegué aquí a Rávena desde hace unos años y Olimpia es la sociedad que me recibió y me permitió hacer todo el cambio en el sector juvenil. Gracias por la confianza y sin duda daré todo lo posible para alcanzar los objetivos que nos pondremos», aseguró Dominico cuando le dieron la responsabilidad.

Atletismo cubano en Mundial de Glasgow. Solo cuatro atletas en busca de un título

La apuesta de los federativos del deporte cubano en el Mundial de Atletismo es ir «al seguro», como su reiterado eslogan de hacer «más con menos».

Ambos entrenadores se insertaron en los equipos italianos por su cuenta, alejados de la Federación Cubana de Voleibol. Cuestión que era de imaginarse porque la política de contratos del Inder es lenta y mediocre.

Otro cubano, el exboxeador Ernesto Aroche, es uno de los mandamases en el equipo de boxeo de España, tanto en la rama masculina como en la femenina. Llegó al país en 2020 mediante un contrato independiente y desde entonces se estableció como entrenador de alto nivel en la nación ibérica.

«Aquí contamos con excelencia en las condiciones de trabajo, los atletas de la selección están concentrados en el centro de alto rendimiento de Madrid, donde cuentan con una buena alimentación, la necesaria para el deportista; las instalaciones son de primer nivel y, además, la atención médica con todo lo que implica está garantizada», contó Aroche al medio CiberCuba en junio de 2023.

Otro que no lo escogió, sino que lo empujaron al exilio, pero terminó por tomar el mejor de los caminos, fue el entrenador de gimnasia Carlos Rafael Gil (recordado por sus logros junto al atleta Manrique Larduet). 

Gil fue alejado del equipo nacional por absurdas decisiones y se radicó en Panamá junto a su esposa, Yareimi Vázquez, otra mentora de alto calibre.

Ambos se están labrando un camino exitoso en Panamá. En la Copa Mundial de 2023, le dieron a su país adoptivo una medalla histórica, el bronce de Hillary Heron en la prueba de salto. También clasificaron atletas rumbo a los Olímpicos de París.

Mientras tanto, en Cuba prima la mediocridad y los malos resultados de muchos deportes. 

En ocasiones, no solamente porque muchos entrenadores se han quedado con métodos obsoletos o no se suben al carro de la tecnología para manejar estadísticas, sino porque el respaldo material no existe.

No hay dudas de que el talento atlético en Cuba sale de debajo de una piedra, pero un diamante no se puede pulir solamente con «creatividad» y «resistencia». 

Se necesita una alimentación balanceada, los implementos adecuados y no los «que tenemos» y un buen estímulo material, tanto para los deportistas como para los entrenadores. No solamente de jabitas de aseo y de una mano de plátanos vive el hombre. 

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