El inicialista cubano José «Pito» Abreu llegó en noviembre de 2022 a los Astros de Houston para cubrir el vacío de otro compatriota, el espirituano Yuli Gurriel. Los «galácticos», actuales campeones de las Grandes Ligas, apostaron por el veterano de 36 años y le dieron un turno de responsabilidad en el line up.

Lo hicieron como quien tiene «a tiro» a un talento novel y con mucho camino por delante. Sacaron la cartera y le dijeron que se quedara tres años por casi 60 millones de dólares. Como es lógico, Abreu no se lo pensó dos veces y dejó atrás a los Chicago White Sox, con los que militó durante nueve temporadas.

Más de un mes después del inicio de la campaña 2023 en las Grandes Ligas de Béisbol (MLB), Pito hace el esfuerzo, pero sigue estancado en el peor slump de su carrera. Eso no sería tan importante si no fuera porque el mánager Dusty Baker y Alex Cintrón lo llevaron allí para que impulsara carreras y disparara cuadrangulares como cuarto madero.

Los Astros marchan terceros en la división oeste de la Liga Americana, todavía con balance positivo, aunque les está costando ganar en el Minute Maid Park de Houston. Ahora juegan tres subseries fuera de casa sin cambios a la vista desde el cajón de bateo.

En la última semana de Grandes Ligas, hasta el partido del 4 de mayo contra los Gigantes de San Francisco, el toletero cienfueguero poseía un anémico average de 160, con apenas cuatro imparables en 25 turnos al bate. Impulsó dos carreras y se ponchó otras dos veces. En su posición de cuarto bate, Abreu se ha encontrado más que nadie a compañeros en circulación y la reacción no ha sido la esperada.

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Desde el 13 de septiembre de 2022, el cuarto bate de los Astros no pega un jonrón en la Gran Carpa. Son 49 juegos, hasta el partido del 3 de mayo, sin conectar más allá de los jardines. Es la segunda ocasión en la carrera de Abreu que pasa más de un mes sin sacar la pelota del parque. La primera fue en julio de 2016. 

¿Por qué Baker no mueve sus fichas ante el letargo de Abreu?

Por el cienfueguero pagan más de 19 millones de dólares al año, imagino que Baker quiera creer que se trata de una racha y no de la edad pasándole factura a un «tiburón nato» de la bola alta. El mánager de los Astros dijo recientemente a Brian McTaggart, periodista de la MLB, que el cienfueguero lo estaba intentando y que «trabajaba fuerte» para volver a su mejor forma.

«No es él mismo... todavía. Una cosa, el agua busca su propio nivel y va a tener algunos meses importantes por delante. Este tipo está trabajando duro en eso y tratando de recuperar su ritmo», señaló Baker.

Alex Cintrón, entrenador de bateo de los Astros, también recordó que Abreu nunca bateaba en «abril», siempre lo hacía después. Precisó que el cubano había bateado toda su vida y que el letargo se debía a «algo mecánico». «Cuando arregle eso, todo va a cambiar», insistió.

El primera base de los Astros gastó sus balas iniciales en mayo contra los Gigantes de San Francisco. ¿Algo cambió a su favor? En diez turnos al bate disparó par de imparables que le sirvieron para empujar dos carreras en tres choques. No es lo que se espera del cuarto bate de los actuales campeones del «mejor béisbol del mundo».

Es cierto que Abreu tiene un expediente de lujo en Grandes Ligas, con un MVP en la temporada 2020, tres veces Todos Estrellas y otras tres ocasiones Bate de Plata; pero durante la temporada pasada el cubano dio señales de no estar listo para una posición de poder como el cuarto puesto de una alineación.

En 2022, Pito disparó apenas 15 vuelacercas e impulsó 75 carreras, aunque su línea ofensiva se mantuvo inapelable: .304/.378/.446. Ahora como cuarto madero se le exige que impulse la fábrica de carreras de su equipo, algo que no ha conseguido ni en marzo ni en abril ni en los tres primeros choques de mayo.

No obstante, sin miedo a equivocarme tanto, la historia indica que lo mejor de la película no pasa en abril ni en mayo. Abreu suele tener una primavera mediocre para luego «calentarse» en verano. Lo respaldan las estadísticas y, aunque esta temporada quizá no iguale sus mejores campañas, el inicialista cubano de los Astros puede despertar del letargo.

Si los sabios de este bello deporte (como Baker y Cintrón) llaman a la calma y piden paciencia con Abreu, qué podré decir yo que sigo viendo los toros desde la barrera y que aplaudo la seriedad en el terreno de un toletero de otro nivel como lo es Pito.