Impago de salarios, aplazamiento de vacaciones y aumento del control político en brigadas cubanas de colaboración gestionadas por Antex son algunas de las denuncias que emergieron tras la publicación de «Misión de Cuba en Angola»; una investigación de elTOQUE con el apoyo de CONNECTAS que expone, por primera vez, «el negocio de la solidaridad» y «la telaraña empresarial» de los militares cubanos en la nación africana.
Las fuentes consultadas apuntan al descontento de los trabajadores, víctimas del recrudecimiento de la vigilancia del departamento de la Seguridad del Estado de Cuba, y a problemas financieros de Antex, brazo ejecutor en Angola del conglomerado de las Fuerzas Armadas de Cuba, Gaesa, que ha respondido con silencio al destape de su emporio multimillonario tras la filtración de sus documentos financieros. La oficialidad cubana, sin embargo, parece preocupada.
Impagos a trabajadores
«En el mes de noviembre no pagaron. Los 100 USD [de estipendio], en vez de, al menos, reponerlos en diciembre, como han hecho otras veces, no lo hicieron», dijo a elTOQUE un médico cubano que pidió proteger su identidad por temor a represalias.
El estipendio es una asignación mensual de Antex al colaborador en la moneda local (kwanzas) equivalente a 200 USD, según el contrato laboral. El monto oficial, ya insuficiente para cubrir gastos diarios de manutención, ha sido reducido aún más por la empresa militar, pese a ser la única remuneración que llega a manos del colaborador cubano mientras permanece en territorio angoleño.
La cantidad se descuenta del salario nominal que Antex asigna al trabajador y que se calcula en 750 USD al mes o 4 USD por hora (como promedio bruto) de 5 000 USD que Angola paga a Cuba por colaborador. El resto del salario nominal lo depositan en una cuenta congelada en la isla.
Sin embargo, los colaboradores solo están recibiendo «100 USD que, con los precios actuales de la comida, prácticamente no da para comer», lamenta un educador que presta servicios en el centro del país africano, quien pidió no divulgar su nombre por temor a la revocación de su contrato.
De acuerdo con colaboradores consultados, Antex aseguró a los perjudicados que les había depositado el dinero faltante en su cuenta congelada en Cuba; pero los trabajadores en Angola no pueden verificar su saldo, pues no tienen acceso a sus finanzas en la isla.
«Según ellos, no tienen dinero» porque «Angola no les paga», agregó el profesor citando la excusa cubana que culpa a la parte angoleña por los incumplimientos de sus compromisos contractuales. La realidad, en cambio, refuta la versión de los jefes.
Antex sigue facturando
En abril de 2024 trascendió el pago de dos nuevos acuerdos entre Cuba y Angola por valor de 35 millones de dólares para la renovación de contratos de profesionales que imparten docencia en instituciones públicas de Educación Superior en los sectores de Ciencias, Ingeniería, Tecnología y Salud, según el Despacho Presidencial no. 79/24 del 28 de marzo.
Lo anterior se suma a los 6 755 millones de dólares que Cuba ha recibido de Angola en el último cuarto de siglo por concepto de relaciones comerciales.
«Pero no destinan ese dinero ni para las vacaciones ni para el pago del famoso estipendio aquí», que se ha reducido a la mitad, denuncia el cooperante.
La reducción del pago del estipendio no es nueva, sino que, al parecer, viene sucediendo desde hace años. Lo confirma una comunicación interna de Antex en 2020 a los coordinadores provinciales, la posterior denuncia de un galeno publicada por el diario 14yMedio en octubre de 2023 y el testimonio de Sergio, exempleado de la Clínica Meditex propiedad de los militares cubanos en Luanda.
Entrevistado para la investigación «Misión de Cuba en Angola», el profesional cubano contó que «se pasan muchos meses dando 100 USD debido a que la “empresa Antex no tiene dinero”».
El monto, además, «nunca lo dan al cambio oficial», sino que «siempre dan menos kwanzas de que lo que deberían», en tanto Antex fija su propia tasa de cambio en detrimento de los trabajadores, precisa Sergio. Documentos de la corporación militar consultados durante la investigación que precede a este texto también muestran las tasas de cambios establecidas por los militares cubanos.
«Tú no sabes cuánto te van a pagar ni cuándo», remató otro sanitario de la misión, y aclaró que no se trata de una ocurrencia excepcional. Al contrario, «siempre ha sido así».
Vuelos y vacaciones postergados
Tras el destape de los millonarios negocios de Gaesa en Angola, elTOQUE ha recibido denuncias, bajo condición de anonimato, sobre el aplazamiento de vuelos de vacaciones y de fin de misión por parte de la jefatura. Los reportes hablan de la incertidumbre que viven los cubanos contratados por Antex, algunos de ellos «con 20 meses sin ir a Cuba».
Partiendo de lo que estipula el contrato laboral, el colaborador tiene derecho a vacaciones anuales en Cuba no remuneradas en dólares, sino en pesos cubanos a partir del salario que devengan en la isla (16 veces menor al que Antex asigna nominalmente en Angola). Para que se cumpla lo anterior, Antex debe organizar vuelos a la isla que dice no poder costear.
Según el colaborador de la brigada educativa en el país africano, los funcionarios cubanos «no quieren sacar a los de fin de misión porque tampoco tienen el dinero en Cuba para pagarles», dijo en referencia a los que al término de su contrato deben esperar meses para su retorno definitivo a Cuba.
Lo anterior quiere decir que el salario nominal que Antex debe depositar en la cuenta congelada del colaborador en la isla no está disponible cuando el titular lo requiere.
Los incumplimientos contractuales de Antex no solo afectan a los cubanos que emplea bajo condiciones esclavistas, sino también a sus familiares en la isla. «Hay brigadas llenas de [cooperantes con] fin de misión esperando. Porque según ellos [los jefes], no son prioridad», a pesar de que muchos «son personas mayores, algunos con padres aún más ancianos que mueren y sus hijos no acaban de llegar de Angola», acotó el profesional.
Algunos han tenido «problemas en Cuba, incluso [hay] matrimonios separados porque no han podido nunca cumplir con las vacaciones», lamenta.
«Aquí todo es una gran mentira y abuso de los derechos del ser humano. Por lo menos yo no vuelvo aquí jamás», sentenció.
elTOQUE ha podido verificar con miembros de otras brigadas en territorio angoleño que las autoridades comenzaron a desplazar, al menos a una parte del personal, de regreso a Cuba, atendiendo a reportes individuales a los que este medio tuvo acceso.
Por la opacidad con la que Antex maneja sus operaciones en Angola y debido al clima de tensión generado en la misión estatal después de publicada la investigación, no ha sido posible determinar si aún quedan trabajadores pendientes de período vacacional o de regreso definitivo.
Amenazas a la integridad física y malas prácticas
La supuesta falta de liquidez de Antex pone en riesgo la integridad física de los profesionales cubanos en el país africano, porque los obliga a adquirir productos de primera necesidad en mercados más económicos que no siempre son seguros.
«Tenemos que andar arriesgándonos a comprar en las plazas para que alcance. En las plazas te pueden asaltar o quitarte lo que traes. Son lugares donde se compra más barato, pero es peligroso», advierte el colaborador desde el interior del país africano.
«Por supuesto que a ellos [Antex] no les preocupa porque están en hoteles en Luanda y les dan todo sin pagar nada. Aquí la inseguridad de muchos no es una prioridad para ellos, en especial, [la seguridad de] los que están en lugares de difícil acceso», acota.
Los colaboradores también han sido víctimas de otros actos delictivos que vulneran su seguridad en el país africano, incluso en sus viviendas. «Se han metido a robar dentro de las casas y les han llevado todo mientras están trabajando», denuncia.
A la inseguridad, se suma el riesgo de contagiarse con enfermedades endémicas como la malaria o el paludismo, que representa la primera causa de muerte en Angola y que solo en los últimos seis meses ha cobrado la vida de, al menos, dos doctoras cubanas (una de ellas era miembro de la misión médica en el país africano).
La actitud negligente de Antex se refleja, además, en la forma en que ha manejado la pérdida de otros cuatro colaboradores entre 2020 y 2021 como consecuencia de la COVID-19. Pese a que murieron en cumplimiento de su contrato, aún no han sido repatriados a la isla, según pudo verificar elTOQUE con allegados de los difuntos.
Las malas prácticas de la empresa militar alcanzan también a los excolaboradores que esperan desde hace más de dos años recibir las cargas que despacharon en Luanda cuando terminaron su misión. Antex ha extraviado contenedores con pertenencias de alrededor de 200 cooperantes, quienes desembolsaron a la empresa militar entre 5 000 y 10 000 USD, cada uno, para transportar sus equipos y enseres de casa a Cuba. Algunos de ellos mostraron su malestar en una comunicación interna con la jefatura a la que elTOQUE tuvo acceso:
«Antex, Gaesa y las demás empresas en Angola» cobran «millonadas». Su objetivo es «buscar plata y nosotros fuimos sus medios básicos», aseguran. Por tanto, es posible que los jefes «no tengan tiempo de ver por dónde andan las cajitas y si vienen todas o no. Lo que sí está claro es que nos usaron, ya no les servimos para nada», lamentan.
Mayor control y desprotección
Fuentes consultadas aseguran que «los de la Seguridad [del Estado] andan como locos» por el destape de los millonarios negocios de los militares cubanos en Angola tras la publicación, alcance e impacto de «Misión de Cuba en Angola».
Los hallazgos de la investigación han sido replicados por cerca de una veintena de medios de prensa, con publicaciones en español, portugués e inglés, así como a través de las redes sociales en diferentes formatos audiovisuales.
Antex ha reaccionado convocando a reuniones con sus trabajadores «para hablar del tema» y sobre las «declaraciones» que dieron los entrevistados para la investigación de elTOQUE y CONNECTAS. Según el contrato laboral, está prohibido dar declaraciones a la prensa sin autorización de la jefatura.
La reacción de la jefatura de Antex se limita a recrudecer el control ante la falta de voluntad política del Gobierno de Cuba para resolver los problemas que afectan a los trabajadores de la isla en el país africano o a guardar silencio y quedarse de brazos cruzados. El resultado es más vulneración de los derechos de quienes prestan servicios.
Otra denuncia desde Angola tiene que ver con un nuevo anexo al contrato laboral entregado recientemente a los colaboradores y al cual elTOQUE tuvo acceso. El anexo, cuyo formato coincide con el del contrato vigente, contiene más penalizaciones para quienes prestan servicios. Se trata de un documento vinculante, modificativo de los deberes contractuales sobre remuneración y responsabilidad material de los trabajadores, amparado en dos resoluciones y una instrucción especial que no pudieron ser localizadas en el ordenamiento jurídico cubano.
No obstante, no ha sido posible verificar su implementación; en tanto, otros colaboradores consultados dijeron desconocer de su existencia y las oficinas de Antex S. A. y Antex Angola no respondieron a la solicitud de información de este medio.
Curiosamente, el documento tiene fecha de entrada en vigor en diciembre de 2022; lo cual, según la fuente, revela la intención de las autoridades cubanas de obtener la firma de los colaboradores de manera retroactiva.
En este caso, cabe advertir que, según el jurista cubano Julio Antonio Fernández Estrada, un contrato, del tipo que sea, o nuevas cláusulas de este, solo pueden ser válidos a partir de la fecha actual. «Nadie puede ser obligado a firmar retroactivo porque es un documento vinculante, y un principio del derecho cubano es el carácter irretroactivo de las normas jurídicas», remata.
¿Qué preocupa al Gobierno de Cuba?
En octubre, el ministro de Salud de Cuba, José Ángel Portal Miranda, realizó un recorrido con su homóloga angoleña y dialogó con miembros de la brigada médica cubana en el país africano.
Se trata de la segunda visita de un alto funcionario cubano a Angola en los últimos seis meses y la cuarta en poco más de un año. A Portal Miranda le antecedió el primer ministro, Manuel Marrero; el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Esteban Lazo; y el mandatario Miguel Díaz-Canel. El dato no es menor.
La presencia de Cuba en Angola genera alrededor de 270 millones de dólares anuales, fundamentalmente a través de la exportación de servicios que descansa en la trata de personas. La actividad comercial de las FAR se expande en sectores claves como Salud, Educación, Construcción, Defensa, Energía y Minería, pero también en la exportación de productos biofarmacéuticos.
Los militares cubanos también han tenido un rol activo en la protección del actual presidente de la República de Angola, Joao Laurencio, y en los Servicios de Inteligencia del país africano.
Sin embargo, la principal fuente de ingresos para Antex dentro del alquiler de recursos humanos (mayormente médicos) proviene de la apropiación y embargo de los salarios de trabajadores que subcontrata.
Se estima que el Gobierno de Cuba se queda con un monto entre el 76 y el 91 % de lo que Angola paga a Antex por colaborador, solo por servir de intermediario. Con descuentos, el salario nominal que Antex paga al colaborador llegó a un 4 % de lo que Angola estipula por sus servicios.
Lo anterior quiere decir que, si bien un escándalo relacionado con las prácticas esclavistas de Antex y sus negocios turbios puede poner en riesgo el apoyo de un viejo aliado en África, lo que más preocupa al régimen de La Habana en este momento es la reducción de la demanda de fuerza calificada cubana en Angola y con ello la pérdida una importante fuente de ingreso de divisas.
Poco más de 2 000 cubanos prestan servicios en el país africano contratados por Antex, según el Gobierno de Cuba. La cifra constituye apenas el 50 % de la fuerza laboral cubana desplegada entre 2014 y 2016. Lo anterior responde a una intención del Gobierno angoleño por reducir «la presencia de docentes de nacionalidad cubana» y de «fortalecer el personal docente nacional».
De acuerdo con una nota aclaratoria del Ministerio de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Mescti) publicada en abril de 2024, «si bien los contratos firmados en 2020 contaron con un total de 1 035 empleados [cubanos], los contratos que se firmarán este año prevén un total de 620 empleados».
La disminución «supone una reducción de costos de alrededor de 15 millones de euros» para Angola, precisa la nota, lo que se traduce en pérdidas millonarias para el conglomerado militar cubano, Gaesa, del que Antex forma parte.
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