Casi dos años después de que el presidente cubano Miguel Díaz-Canel apareciera en televisión nacional para explicar las causas —y soluciones a implementar— de los apagones, la situación no se ha resuelto. Al contrario, la crisis empeora y no se avizoran alternativas duraderas.

«Se ha estado conversando sobre las soluciones a corto, mediano y largo plazo del tema energético en el país. El compromiso es trabajar y entregar resultados, sobre todo buscar que la situación sea más estable durante la etapa del verano», dijo Díaz-Canel en junio de 2022.

Los apagones fueron uno de los detonantes de las protestas del 11 y 12 de julio de 2021 y de otras manifestaciones durante 2022 y 2023. En marzo de 2024, volvieron a ser el elemento de quiebre dentro de la crisis multidimensional que se vive en Cuba.

Santiago y Bayamo reactivan protestas masivas en Cuba

Residentes del consejo popular Veguita de Galo, en Santiago de Cuba, salieron a las calles el domingo 17 de marzo de 2024 bajo la consigna «corriente y comida» y «patria y vida». También llegaron reportes de protestas en Bayamo, en El Cobre y en Santa Marta, Matanzas.

Desde el 25 de enero de 2024, el déficit diario de generación eléctrica ha sobrepasado los 500 megavatios (MW). En marzo, el déficit sobrepasó los 950 MW. La cifra significa que un tercio del país estuvo apagado porque no se podía generar suficiente electricidad —la demanda de la isla se acerca a los 3 000 MW—. El déficit se traduce en apagones programados que en algunas zonas del país han llegado a alcanzar las 20 horas de manera continua o intermitente.

La salida de funcionamiento de la Central Termoeléctrica «Antonio Guiteras» el 29 de febrero de 2024 implicó una sobredemanda de generación. Aunque volvió a sincronizar el 18 de marzo, las autoridades del ramo reconocieron que los problemas de generación eléctrica continuarían debido a las carencias de combustibles y, sobre todo, de fondos para adquirirlos.

«El 23 de marzo llegará un barco con 43 000 toneladas de diésel, con incidencia favorable en la generación distribuida, aunque solo por un período de diez a 12 días. El 29 de marzo, otra embarcación traerá crudo para refinar a partir del 6 de abril. El objetivo es reservar el combustible para las horas de la madrugada, porque en muchas regiones del país las madrugadas transcurren sin servicio eléctrico», declaró Vicente de la O Levy, ministro de Energía y Minas, en televisión nacional.

El 30 de marzo, se confirmó la llegada de un buque ruso con más de 90 mil toneladas de petróleo al país.

En los últimos años, el país ha entrado en crisis energética cada tres o seis meses. Las roturas de termoeléctricas, los mantenimientos, la falta de piezas de repuesto y de combustible, los accidentes y los incumplimientos de contratos —entre otras causas— forman parte de la lista de situaciones que dejan a Cuba en penumbra. Sin embargo, más allá de situaciones puntuales, los apagones son un problema estructural y cíclico resultado de una combinación de factores que incluyen la dependencia del sistema energético de combustibles importados, la falta de inversión en infraestructura y la escasez de recursos financieros.

¿Cómo se genera la electricidad en Cuba?

Casi la totalidad de la electricidad que se genera en el país se produce con combustibles fósiles de distinto tipo y más de la mitad son importados. Depender del combustible que el Gobierno pueda pagar para la generación eléctrica, es un problema que las autoridades han reconocido.

Según datos oficiales, el 5 % de la electricidad del país se genera a partir de fuentes renovables de energía, a pesar de que la ampliación de su uso es parte del plan de desarrollo desde 2014. A inicios de marzo de 2024, el Gobierno presentó de nuevo la apuesta por la energía renovable como la mejor estrategia.

«Hemos apostado por salir de la crisis con recursos propios, a pesar de la situación energética que enfrenta el país», dijo el ministro de Energía y Minas. El 13 de marzo de 2024, Vicente de la O Levy anunció que el Gobierno cubano instalará 92 parques solares fotovoltaicos que deben producir 2 000 MW de potencia en 2028.

La generación actual en Cuba se cubre con diferentes fuentes —como en casi todo el mundo—. Las termoeléctricas tienen un mayor peso, a pesar de probar otras alternativas.

Las termoeléctricas

Las termoeléctricas soportan la generación base de electricidad en Cuba. Con una potencia instalada de 20 unidades en ocho centrales termoeléctricas (CTE), en 2021 había una capacidad real de generación —si todas estaban funcionando— de 2 608 MW. En 2022 disminuyó a 2 548 MW, según la Oficina Nacional de Estadística e Información.

Los totales no coinciden con los ofrecidos por la ONEI.

El 7 de marzo de 2022 ocurrió un incendio en la unidad 7 de la CTE Mariel (de 70 MW). En el incidente también se dañó la unidad 6 (de 100 MW), que era nueva. En septiembre de 2023, el ministro de Energía y Minas anunció que se había recuperado la unidad 6.

El 8 de julio de 2022 ocurrió otro incendio en la caldera del bloque 2 de la CTE de Felton, que provocó la pérdida de un bloque que recién concluía un mantenimiento parcial ampliado. En 2022 también se paralizó el bloque 4 de la Termoeléctrica «Diez de octubre», en Nuevitas, por el deterioro de la caldera, luego de más de diez años sin recibir mantenimiento.

Todo lo anterior, unido a las sistemáticas entradas y salidas de funcionamiento de las centrales, ha implicado menos capacidad de generación. La obsolescencia de muchas de las unidades —que en su mayoría tienen entre 24 y 49 años— supone períodos de mantenimientos más costosos y frecuentes. La paralización de cualquiera de las unidades causa un déficit difícil de cubrir. Si se trata de unidades grandes es peor.

Termoeléctricas: entre la obsolescencia y una inversión «perdida» de 1 200 millones de euros

Solo la generación térmica es capaz de sostener el consumo nacional en el corto plazo. Pero las continuas roturas de los últimos tiempos alertan sobre la urgencia de inversiones que el país no tiene cómo pagar.

Por ejemplo, el 3 de abril de 2024 la Unión Eléctrica anunció que se encontraban fuera de servicio por la unidad 5 de la CTE Mariel, las unidades 1 y 2 de la CTE Santa Cruz, la unidad 6 de la CTE Rente y la unidad 2 de la CTE Felton. Además, se encontraban en mantenimiento la unidad 8 de la CTE Mariel y la unidad 6 de la CTE Nuevitas. Lo que supuso 395 MW menos en la generación térmica. Cada día la situación es similar.

Energas

Desde 2003, Energas —una empresa mixta constituida por la canadiense Sherritt y las cubanas Unión Eléctrica (UNE) y Unión Cuba Petróleo (Cupet)— genera la electricidad más barata del país. La fuente usada es el gas natural que emana de los pozos de petróleo de Matanzas, de Mayabeque y del norte de La Habana. Según informó Vicente de la O Levy en septiembre de 2023, la producción de Energas está por encima de los 330 MW.

La capacidad de generación fue posible a partir de la explotación de un nuevo yacimiento de gas en la franja norte de Mayabeque, cuyo anuncio ocurrió en mayo de 2023.

Grupos electrógenos

En el programa televisivo Mesa Redonda transmitido el 16 de septiembre de 2021, Nicolás Liván Arronte Cruz —entonces ministro de Energía y Minas— explicó que los grupos electrógenos empleados en Cuba operan con diésel y fuel oil. Los primeros, cubren los picos de máxima demanda y proveen electricidad en caso de averías o de mantenimiento a las unidades de mayor potencia; mientras que los segundos forman parte de la generación base del sistema. En 2021, de los 1 527 grupos electrógenos sincronizados al SEN, 977 eran de diésel y 550 de fuel oil.

A pesar de que entre 2004 y 2020 Cuba importó 72 420 grupos electrógenos, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONEI), en 2020 solo 1 527 habían conectado al SEN. 

La sobreexplotación de los grupos electrógenos debido a su operación continua y la falta de recursos para realizar el mantenimiento adecuado también reduce la capacidad de generación. Sin embargo, el principal problema de la tecnología es el alto consumo de combustible. El primero de abril de 2024, la UNE anunció que 62 grupos estaban fuera de servicio por falta de combustible.

¿Qué ha pasado con los grupos electrógenos en Cuba?

En su momento, los grupos electrógenos se presentaron como la solución a los problemas energéticos del país. Quince años después, analizamos si han sido una alternativa efectiva para cubrir la demanda de electricidad en la isla.

Patanas

El contrato para «desplegar» las primeras plantas flotantes en Cuba se firmó en octubre de 2018, entre Energoimport (importadora cubana de dispositivos electroenergéticos) y Karpowership (subsidiaria para operaciones navales de Karadeniz Holding), un grupo empresarial especializado en la producción de energía cuya casa matriz radica en Estambul.

El acuerdo inicial preveía que tres embarcaciones prestaran servicio durante 51 meses —poco más de cuatro años— y que contribuyeran con 110 MW de potencia al Sistema Eléctrico Nacional (SEN).

Los dos primeros buques fondearon en la bahía de Mariel y sincronizaron al SEN en junio de 2019. El resto se incorporó a la red cinco meses después.

El contrato fue renegociado en dos ocasiones. En noviembre de 2019 para incrementarlo hasta 144 MW y en noviembre de 2021 para elevar la potencia acordada hasta 300 MW y ampliar el plazo de vigencia a 18 años. El 15 de noviembre de 2022 llegó a Cuba una nueva patana con una capacidad de generación de 110 MW y el primero de febrero de 2023 una octava embarcación, lo que aumentaría a 740 MW la energía contratada.

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Para cubrir el actual déficit de generación en horario pico —que oscila entre 900 y 1 200 MW diarios—, Cuba necesitaría tener instaladas al menos otras cinco o siete patanas, pues con las existentes la demanda excede la capacidad de generación instalada.

En julio de 2023, dos de las unidades salieron del sistema. Entones, el ministro de Energía y Minas publicó en X: «Entre los meses de marzo y abril, en correspondencia con lo pactado en contratos, se retiraron dos patanas, que representaban 170 MW. Hoy en Cuba generan de forma estable seis centrales eléctricas flotantes».

Varios medios han confirmado la presencia de las patanas Belgin Sultan (15 MW) y Suheyla Sultan (240 MW) ancladas en el puerto de La Habana; de la Erin Sultan (130 MW) conectada a la termoeléctrica Antonio Maceo en Renté y de la Baris Bay (40 MW) y la Ela Sultan (65 MW) en Mariel. Faltaría una sexta que se supone está ubicada en la capital, en la zona de Guanabacoa, pero no hay más información al respecto.

De acuerdo con la estatal Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), las patanas aportaron 2 591 GW en 2022, lo que representa el 14 % del total de la generación.

Aunque no se ha publicado el costo total de la alternativa de generación, Vicente de la O Levy ha reconocido que se realiza un pago mensual por 17 años. A pesar de que los costos parecen ser elevados, en la actual crisis han llegado a paralizarse cinco patanas «por falta de combustible». La de Santiago de Cuba, continúa apagada.

Fuentes renovables de energía

En 2019, el Gobierno emitió el Decreto Ley 345 sobre el desarrollo de las fuentes renovables y el uso eficiente de la energía. En 2021, los Ministerios de Finanzas y Precios y de Energía y Minas autorizaron la importación sin aranceles de paneles fotovoltaicos a personas naturales, un beneficio que se extendió hasta el 31 de diciembre de 2023 mediante la Resolución 61/2023. A pesar de lo anterior, poco se ha avanzado en el desarrollo de este tipo de energía en el país.

De espaldas al sol: así desaprovecha Cuba su más promisoria fuente de energía

Cuba podría beneficiarse enormemente de la energía solar, pero no invierte en infraestructura. Una oportunidad desperdiciada.

De acuerdo con el Ministerio de Energía y Minas, en 2021 el país contaba con 70 parques generadores de energía solar con una capacidad de generación de 207 MW; con cuatro parques eólicos (dos en Holguín, uno en Ciego de Ávila y uno en la Isla de la Juventud) capaces de generar 11.8 MW; y con 162 centrales hidroeléctricas con una potencia de 71.9 MW. La isla generaba, además, 517 MW a partir de biomasa cañera y había tres plantas piloto para la gasificación de residuos forestales con la posibilidad de ampliar a otras cinco.

Sin embargo, Rosell Guerra, director de Energías Renovables del Ministerio de Energía y Minas, dijo a IPS en febrero de 2022 que la implementación de la política para el uso de la fuentes renovables estaba atrasada. Al cierre de 2021 debían tener 649 MW/h en operación, pero solo se alcanzó el 47 % de lo previsto (304 MW/h).

Actualmente, los parques solares fotovoltaicos aportan 238 MW. Existen siete plantas de biogás (la más grande tiene una potencia de 250 KW) que aportan en el horario pico. En fase constructiva hay dos nuevas bioeléctricas con una capacidad de 40 MW, tres parques eólicos (151 MW) y dos pequeñas centrales hidroeléctricas (3.4 MW), entre otros proyectos en distintas fases de negociación.

Guerra, además, confirmó que el Estado amplió sus proyecciones con respecto a la producción de energía a partir de fuentes renovables del 24 % al 37 % para 2030, por lo que se espera contar con 3 954 MV de potencia instalada en energías renovables para ese año.

Por otra parte, la Oficina Nacional de Estadística e Información reconoció que en 2022 la generación bruta de electricidad a partir de fuentes renovables fue de 261.7 GW, la menor en los últimos cinco años. La cifra incluye plantas hidroeléctricas, eólicas y fotovoltaicas.

Construir el mapa actual de los recursos disponibles para 2024 a partir de fuentes renovables de energía no ha sido posible debido a la ausencia de información pública actualizada sobre el tema.

La energía solar es de las más baratas de producir. Un estudio de la Agencia Internacional de Energía Renovable  (Irena, por sus siglas en inglés) publicado en 2022 apunta que el precio promedio para producir energía fotovoltaica era de 0.049 USD/kWh. La organización explica que el coste inicial puede resultar desalentador para muchos países que carezcan de los recursos suficientes. En el caso cubano se desconoce cuáles son los recursos con los que dispone el Estado para apresurar la transición energética acelerada como ha prometido.