Balseros procesados en Islas Cayman. Foto: Aduanas y control fronterizo de las Islas Caimán
Destino Islas Caimán: la inusual ruta de los balseros cubanos
6 / noviembre / 2023
Hasta el 18 de septiembre de 2023, 119 cubanos estaban bajo el cuidado del Servicio de Aduanas y Control de Fronteras de Islas Caimán. Solamente en agosto, 20 cubanos llegaron por mar a ese territorio, muchos de ellos en embarcaciones rústicas. En las últimas décadas Islas Caimán ha constituido un destino, o escala, para los migrantes cubanos que buscan llegar a otros países de la región, como México y Honduras.
El director del Servicio de Aduanas y Control de Fronteras, Charles Clifford, informó al medio local Cayman Compass que entre enero y agosto de 2023 los gastos en torno a la gestión de los migrantes cubanos y otros «costos operacionales indirectos» superaron los 1.7 millones de dólares.
«El costo de mantener a estos migrantes abarca varias necesidades, incluidos alimentos, seguridad, atención médica, vivienda y servicios públicos, y suministros personales, entre otros. Nuestros oficiales del Servicio de Aduanas y Control de Fronteras procesan diligentemente a los migrantes y evalúan sus solicitudes de asilo. Al mismo tiempo, continuamos las operaciones de repatriación para devolver a sus respectivos países a quienes se les ha denegado el asilo», agregó.
Clifford señaló que los costos de repatriación a Cuba ascendieron a cerca de tres millones de dólares en 2022. Desde enero de 2023 y hasta el 19 de septiembre, al menos 86 cubanos fueron repatriados.
Los conflictos del Gobierno caimanés con la gestión del flujo migratorio por sus territorios trascienden lo meramente económico. Denuncias de malos tratos, falta de transparencia en los procedimientos administrativos y políticas públicas al parecer deficientes para atender a los migrantes irregulares complejizan el panorama.
¿Un destino seguro para los migrantes cubanos?
El 14 de abril de 2022 Damián Batista, de 22 años, fue reportado desaparecido tras salir de Cuba rumbo a Islas Caimán. El joven partió desde Júcaro, Ciego de Ávila, en un bote de construcción casera sin motor. Junto a él viajaban otros diez cubanos.
La travesía de Batista y sus compañeros es uno de los 57 eventos trágicos, registrados entre 2021 y 2023 por el proyecto periodístico «Migrar: una decisión de vida y muerte», asociados a cubanos que llegaron a Islas Caimán de forma irregular. Del total de casos registrados, 38 ocurrieron en 2022.
Desde enero de 2021, más de 400 cubanos estuvieron involucrados en diferentes eventos: 41 detenciones, nueve repatriaciones, cuatro desapariciones, tres rescates y una intercepción en el mar. Se reporta 13 fallecidos y 14 desaparecidos, de los cuales solo se ha podido identificar a la mitad de las personas en paradero desconocido.
Legislación y procesos de solicitud de asilo
Según las estadísticas del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), entre 2017 y 2022 fueron procesadas 323 solicitudes de asilo de migrantes cubanos en Islas Caimán. La cifra da un salto considerable a partir de ese momento.
Entre abril y mediados de diciembre de 2022, según las declaraciones de Clifford al Cayman Compass, 353 personas llegaron irregularmente a Islas Caimán desde Cuba. De ellos, 350 pidieron asilo, lo que llevó al Gobierno caimanés a reformar la legislación para acelerar la audiencia de las solicitudes.
Con el objetivo de agilizar el proceso de asilo, se realizaron varios cambios en la Ley de Control de Aduanas y Fronteras. Primero, se ajustó el criterio empleado para evaluar si un migrante estaba siendo perseguido debido a su raza, religión, nacionalidad o afiliación política. El segundo cambio implicó que los solicitantes de asilo recibieran un permiso de residencia válido por tres años en lugar de la residencia permanente que solo podrán solicitar después de transcurrido el período mencionado.
Además, los cambios legislativos otorgan al director del Servicio de Aduanas y Control de Fronteras la facultad de rechazar una solicitud si considera que carece de fundamento. En dicho caso, el solicitante es repatriado sin opción de recurrir al Tribunal de Apelaciones para la Protección de Refugiados.
El Gobierno de Islas Caimán es el responsable de recibir y procesar las solicitudes de asilo de los migrantes que buscan protección internacional, acorde a lo informado por la Acnur.
«Nos explicaron que, cuando una persona llega a Islas Caimán sin la documentación adecuada, los funcionarios del Gobierno determinan quiénes son para entender por qué están allí, remitirlos e iniciar el proceso de asilo. Se someten al proceso de entrevista en primera instancia, donde narran detalladamente sus motivos para huir», explicó a elTOQUE Josephine Githige, oficial de Determinación de la Condición de Refugiado (RSD, por sus siglas en inglés) en Acnur.
La Ley de Aduanas y Control de Fronteras de Islas Caimán establece que, si la solicitud de asilo es rechazada en primera instancia, los migrantes tienen derecho a recurrir ante el Tribunal de Apelación de Protección de Refugiados y, en segunda instancia, ante el Gran Tribunal, declaró Githige.
Sin embargo, la falta de transparencia en el proceso supone una mayor desprotección para los migrantes que buscan protección internacional. Al respecto, la oficial de Acnur dijo que la organización desconoce «los entresijos del proceso de solicitud de asilo en Islas Caimán, como los requisitos, procedimientos y documentación necesarios. Tampoco conocemos los detalles sobre los plazos ni los formularios o solicitudes que se deben cumplimentar, ya que las autoridades de asilo de Islas Caimán no responden a ninguno de nuestros correos electrónicos relacionados con asuntos de asilo».
Githige concluye con que solo dispone de información referida a los plazos definidos por la Ley de Aduanas y Control Fronterizo, que establece que los solicitantes de asilo deben presentar su solicitud de apelación en un plazo de 14 días a partir de la notificación de la decisión negativa en primera instancia.
Una historia de abusos poco contada
Aunque 2022 marcó un récord en las solicitudes de asilo de migrantes cubanos en Islas Caimán, este no fue ni el primer ni el mayor registro documentado. En 1997 cerca de 400 refugiados cubanos llegaron a ese país en botes improvisados.
En ese contexto, marcado por negociaciones fallidas con el Gobierno de Estados Unidos para que recibiera a los solicitantes de protección internacional en la Bahía de Guantánamo, el entonces gobernador de Islas Caimán, Michael Gore, decidió repatriar a los migrantes irregulares.
El 15 de abril de 1999 se firmó un memorando de entendimiento entre Cuba e Islas Caimán en el que se establecieron los términos entre ambas naciones para el tratamiento a los refugiados cubanos. Los acuerdos establecían:
● La notificación por parte del Gobierno de Islas Caimán al Gobierno de Cuba dentro de los siete días posteriores a la llegada de los refugiados de «sus nombres, apellidos y direcciones presuntas».
● El envío de una lista de seguimiento al Gobierno de Cuba con el nombre de la calle, número de casa, municipio y provincia, así como una fotografía de cada persona, y el lugar y la fecha de su llegada ilegal a Islas Caimán.
● Los ciudadanos cubanos repatriados a Cuba debían ser escoltados por funcionarios del Gobierno de Islas Caimán para garantizar su seguridad.
● Un acuerdo de repatriación, por vía aérea, al Aeropuerto Internacional «José Martí» en La Habana.
● Las personas repatriadas a Cuba podían llevar consigo solo las pertenencias que tenían a su llegada a Islas Caimán.
En las negociaciones se acordó que Cuba no podría imponer ningún gravamen o multa a los migrantes al regresar ―a modo de penalización por su salida ilegal del país―, pero no se incluía el compromiso de no perseguirlos ni encarcelarlos.
Para desalentar los flujos migratorios irregulares, la solicitud de asilo dejó de constituir una posibilidad e incluso se prohibió a los residentes de Islas Caimán socorrer a los migrantes irregulares. A partir de ese momento, los migrantes cubanos que llegaban a este destino enrumbaban de forma expedita su trayectoria marítima hacia Honduras, situada a unas 400 millas al sudoeste, para evitar el retorno aéreo a Cuba. Luego iniciaban su trayectoria terrestre desde Centroamérica hasta la frontera sur de Estados Unidos.
Con la entrada en vigor de una nueva Constitución de Islas Caimán en 2009, se introdujeron por primera vez disposiciones sobre derechos humanos que abarcaban el trato a los migrantes y se creó una Comisión de Derechos Humanos encargada de velar por el respeto a estos.
En 2011, el organismo recibió una queja sobre el trato a los refugiados cubanos, en la que se hacía constar que el impedimento por parte de las autoridades a que la población asistiera a los migrantes constituía una violación de las disposiciones constitucionales contra el trato inhumano.
Cuatro años más tarde (2015) se realizó una nueva ronda de negociaciones con la firma de un nuevo Memorando de Entendimiento sobre Migración, en la que persiste la repatriación de los migrantes cubanos irregulares. Sin embargo, se reinstauró la posibilidad de solicitar asilo en Islas Caimán y se derogó la prohibición a la población de brindar asistencia a los indocumentados.
No obstante, las críticas persistieron. En 2017, el diario local Cayman Compass cuestionó el papel de la Comisión y la acusó de desentenderse de la situación de los migrantes cubanos. El medio señaló que decenas de isleños han permanecido tras las rejas en el Centro de Detención de Inmigración mientras solicitan asilo político. El organismo catalogó de «falsas» las críticas en su contra y afirmó que ha realizado esfuerzos para paliar la crisis migratoria de cubanos.
En marzo de 2022, el Gobierno de Islas Caimán anunció la ampliación del centro de detención de inmigrantes para aumentar las capacidades de alojamiento de los cubanos solicitantes de asilo, luego de que varios de ellos se encontraran en condiciones de hacinamiento. Tres meses más tarde, cubanos en Islas Caimán protestaron por el trato recibido en el Centro de Detención de Inmigrantes y la ausencia de ayuda médica.
El medio local Cayman Marl Road denunció nuevamente el 15 de marzo de 2023 que los antillanos se manifestaron por las condiciones sanitarias en las cuales eran recluidos, la presunta demora en la entrega de alimentos y la ausencia de productos de higiene personal y limpieza.
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