Con los Alazanes de Granma fuera de la postemporada de la 62 Serie Nacional de Béisbol, es lógico apuntar que habrá nuevo campeón en la pelota cubana. En este punto del play-off, las semifinales, quedan cuatro aspirantes: los Leñadores de Las Tunas, los Leones de la capital, los Cocodrilos de Matanzas y las Avispas de Santiago. 

Cualquier novena de la cuarteta es seria aspirante al título del béisbol nacional, pero repasemos cuáles son las principales herramientas de cada una y quién puede dar más en la fase final de la campaña. Empecemos por Las Tunas, la mejor novena de la etapa regular y quien dio un primer golpe en la mesa ante los matanceros. 

Mientras escribo esta columna, apenas se ha jugado un partido de las semifinales, el primero en el «Julio Antonio Mella», que ganó Las Tunas 4 a 1 a los matanceros. Como en las subseries anteriores, los orientales ganaron el primer juego. No obstante, la historia dicta que los matanceros son capaces de darle vuelta al resultado y llevarse la eliminatoria. 

Con ese triunfo, Las Tunas extendió su invicto en la postemporada a cinco partidos consecutivos, sin conocer la derrota. Pero los tuneros llevan varios partidos de postemporada sin poder ganar en el «Victoria de Girón» de la capital matancera. Todo es hasta un punto, las malas rachas también están para quebrarse. 

¿Qué tiene Las Tunas? Para empezar, poseen al diestro Alejandro Meneses, que lleva dos salidas de calidad en la postemporada, con un recorrido de 12 capítulos, con apenas cuatro imparables permitidos y un promedio de efectividad de 0.75. Aunque con un pícher no se gana un torneo, sí es vital contar con un as en la rotación. Por si fuera poco, posee el mejor bateo colectivo de la Serie, con un average de 324, según las estadísticas oficiales. 

¿Quién ve la pelota en los estadios de Cuba?

¿Por qué seguir gastando millones de pesos en un evento que solo trae pérdidas económicas y que no capta la atención de los fanáticos? ¿Por qué no convertir la Serie Nacional en una verdadera lid profesional, con incentivos monetarios e inversores privados?

Es cierto que los Cocodrilos de Matanzas cuentan con un elenco que incluye a numerosos jugadores del equipo Cuba y también un potente bateo colectivo, de 309 en la fase regular. 

Si miráramos fríamente la plantilla de ambas novenas, apuntaríamos sin temor a los Cocodrilos como «favoritos» a la final de la 62 Serie. Pero la cuestión es que Las Tunas está en uno de sus mejores momentos y parece más balanceado en los dos aspectos básicos de la disciplina: el bateo y el picheo. 

Es lógico apuntar que la subserie semifinal que enfrenta a tuneros y matanceros es una especie de «final adelantada», pues realmente fueron los conjuntos más estables. Debieron enfrentarse en la discusión del título y no en esta instancia; pero como les tocó en semis, habrá que definir. Esta reportera se decanta por el avance de los orientales. 

El otro play-off semifinal que tiene a Industriales y a Santiago como protagonistas pinta como el enfrentamiento «menor» porque distan de los choques de la década de los noventa, en los que la pelota cubana era de calidad y estos «clásicos», una bomba. En la 62 Serie Nacional ni siquiera se llenan los estadios en la postemporada. Pero la subserie arrastra más morbo que cualquier otra. 

Sin duda alguna, esta subserie no deberá definirse por el picheo, sino por el que más dispare madero al hombro. Industriales apuesta al despertar de su exligamayorista Yasmany Tomás, que en más de 30 turnos al bate no ha mostrado mucho. 

En siete choques contra los Gallos espirituanos, Tomás apenas empujó dos carreras. El «Tanque» solo ha disparado seis hits en 31 veces al bate, dos de ellos extrabases. Los capitalinos todavía esperan su primer jonrón tras el regreso de Yasmany Tomás a la pelota cubana. Cabe apuntar que Industriales no lo necesitó para llegar a semifinales, así que puede seguir avanzando sin su aporte.

Los capitalinos tienen más puntos a su favor en la balanza, aunque los santiagueros no serán un hueso fácil. Las Avispas cuentan con uno de los mejores lanzadores del torneo actual, Wilber Reyna. Además, la historia apunta que la última vez que Santiago clasificó a semis, en 2008, fue campeón nacional. Los santiagueros fallan poco y van al seguro. Pero en esta ocasión los capitalinos se me antojan con cierto favoritismo por encima de sus rivales de siempre.

Tirándome a la piscina y con la posibilidad de estrellarme con los pronósticos, auguro que la final de la 62 Serie Nacional de Béisbol reúna a Leñadores contra Leones, un enfrentamiento inédito y totalmente disfrutable a pesar de las carencias de la pelota cubana.

¿Que quién ganará el título? Eso lo dejo para una próxima columna dominical.

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