Los Juegos Olímpicos de París 2024 están a la vuelta de la esquina y Cuba, con una treintena de atletas clasificados hasta el momento, se prepara para el botín aspirado, cinco títulos.

Un pronóstico ambicioso, que al único que le pareció «conservador» fue al presidente cubano Miguel Díaz-Canel. Pero bueno, championismo del mandatario aparte, quizá pueden llegar las cinco medallas de oro con la delegación más reducida de la isla en los últimos años.

El objetivo de La Habana es, como he comentado, quedar entre las primeras 20 naciones del medallero olímpico; una meta probable, como detallé en otros análisis.

Los luchadores Luis Orta, Gabriel Rosillo y Mijaín López y los boxeadores Julio César La Cruz y Arlen López pudieran cumplir la meta.

Pero lejos de los colores patrios, entre nacionalizados y refugiados, habrá decenas de atletas cubanos de alto rendimiento que decidieron brillar ajenos al Comité Olímpico Cubano. Muchos de ellos son opciones claras de medallas para sus naciones de acogida.

Esta semana fue noticia que la jabalinista granmense Yulenmis Aguilar, de 27 años (con la mejor marca de su especialidad en el año, tiro de 63.90 metros), recibió la nacionalidad española de cara a los Olímpicos del verano.

Sin paños tibios rumbo a París 2024: ¿Estará Cuba en el top 20 del medallero?

A pesar de las ambiciones de las autoridades deportivas cubanas, los pronósticos estadísticos muestran un panorama menos optimista. La periodista Mayli Estévez también comparte sus proyecciones para los Olímpicos de París 2024.

Lo anterior indica que la nacida en Bayamo llegará a tiempo para la cita estival y vestirá los colores del país europeo.

Aguilar tiene la historia típica de las entidades cubanas. Una joven promesa a la que le exigieron resultados no acordes con su edad y cuando sufría lesiones.

Al no poder conseguirlos, simplemente la desecharon. Luego, alejada de las pistas, la granmense decidió emigrar a España y empezar desde cero sin perder el anhelo de volver a las grandes competiciones.

«Yo supe lo que era tenerlo todo a los 18 años y pasé a no tener absolutamente nada. De ser una estrella en Cuba a quedar en la irrelevancia total en mi país. Ya no contaba para nada, me dejaron fuera de la selección nacional sin una explicación. [Me vi] en la situación de que ese futuro color de rosa se había desvanecido a los 21 años sin darme cuenta», contó al diario español As.

Seis años perdió la jabalinista hasta que España premió su esfuerzo con una nueva nacionalidad y le permitió regresar a un europeo, a un Mundial e, incluso, a los Juegos Olímpicos de París, en los que se ve medallista.

«Defenderé los colores de España como si hubiese nacido aquí (…), iré por una medalla, para qué decir lo contrario. Hay que visualizar las cosas para que se hagan realidad. Me veo en la final olímpica y estando allí, peleando, se puede lograr cualquier cosa», agregó.

La jabalinista granmense sabe que con estabilidad y con su seguridad ganar un metal olímpico en la capital francesa es asequible. Con su tiro de esta temporada hubiese sido medallista en el último Mundial.

Pero Aguilar no sería la única atleta cubana nacionalizada que estará en París 2024. También por España hay dos conocidos que garantizaron su boleto, el triplista Jordan Díaz (aspirante casi seguro a medalla) y el boxeador Enmanuel Reyes.

¿Quién resucita el voleibol femenino cubano?

Regla Torres e Idalmis Gato gritaron al mundo la realidad tras bastidores del voleibol cubano. ¿Alguien ha movido un dedo? Era para que más de uno estuviera de rodillas pidiendo perdón.

El joven saltador cubano está enfocado en los Olímpicos de este verano y aseguró que quiere «estar en los libros» de la historia del deporte de su nuevo país y «hacerse de renombre» en España.

El listado se amplía a otras naciones. Es el caso del nacionalizado italiano Andy Díaz y del cubano-portugués Pedro Pablo Pichardo.

En la pasada cita, Tokio 2020, fueron 22 los atletas cubanos que compitieron en las Olimpiadas niponas por otras naciones y este año la cifra debe acercarse a la veintena. Serían más si finalmente se suman dos deportistas al equipo de refugiados.

El canoísta cubano Fernando Dayán Jorge, radicado en Estados Unidos desde 2022, recibió esta semana una beca de la Fundación Olímpica para Refugiados (ORF). Con el apoyo, Jorge buscará integrar el equipo de refugiados en los próximos Juegos Olímpicos.

Según la página oficial de la ORF, el campeón olímpico forma parte de un grupo de cinco nuevos becarios que recibirán apoyo para entrenar y competir con el objetivo de ser seleccionados para la cita en la capital francesa.

A Dayán Jorge, campeón olímpico de Tokio 2020, se unió otro compatriota, el pesista Ramiro Mora, radicado en Gran Bretaña.

Cuba pudiera terminar entre las 20 mejores naciones del medallero, con cuatro o cinco títulos olímpicos, pero estaría muy lejos de celebrarlo como un éxito de su sistema deportivo.

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