Los gritos de auxilio de las Morenas del Caribe no se pueden silenciar en pleno velatorio del voleibol femenino —el que muchos consideramos el «mejor deporte colectivo» en la historia cubana—.
Esta semana, más de un entendido en la materia se desveló luego de las denuncias en redes sociales de nada más y nada menos que dos legendarias, Regla Torres e Idalmis Gato.
En septiembre pasado comenté cómo la cienfueguera Melissa Teresa Vargas, la «niña prodigio» del voleibol cubano, se había convertido en una de las mejores atletas de la disciplina a nivel mundial, aunque como representante de Turquía.
La pérdida de Vargas del movimiento deportivo cubano es uno de los tantos fallos imperdonables de una federación que nunca supo gestionar el talento de la atacadora.
Debido a la falta de apoyo y de reconocimiento al talento de una estrella y a las malas condiciones materiales, Cuba se quedó sin la que ahora es la mejor voleibolista del mundo, pero que brilla en su nueva patria.
Como Vargas, seguirán pasando novatas con talento en el seleccionado nacional que a la más mínima posibilidad buscarán escapar de cualquier delegación deportiva, en cualquier sitio del mundo. Una realidad que formó parte del grito desesperado de auxilio de Torres y Gato.
Leer a la «mejor voleibolista del siglo XX» fue un gancho al abdomen para cualquier aficionado del deporte en Cuba. Incluso para quienes sabemos que adentro todo huele a podrido desde hace años.
Regla Torres explotó y dejó en su perfil de Facebook duras palabras contra la Federación Cubana de Voleibol (por muchas razones), partiendo del maltrato que sufren las antiguas jugadoras, lo que a su modo de ver perjudica el progreso del deporte en la isla.
La ganadora de tres medallas de oro olímpicas manifestó sentirse «indignada y avergonzada» por la situación del deporte en Cuba después de llevar más de una década trabajando en la Escuela Nacional de Voleibol.
Torres denunció haber presenciado «cómo se deteriora el vóley femenino desde dentro» como consecuencia de «errores, malas elecciones, caprichos, orgullo, mediocridades e incapacidad». La exvoleibolista culpó a «satélites» y a «especialistas» de arruinar la academia cubana del deporte.
«Me tienen cabrona hace rato», resumía con todo el «cubanismo» del mundo la estelar Morena del Caribe.
No es para menos. Tener un pasado como el de ellas, que lo ganaron todo, y ver la actualidad del voleibol es para echarse a llorar y no parar.
En los Panamericanos de Santiago de Chile 2023, el elenco femenino no ganó ni siquiera un set ante equipos como Argentina, Puerto Rico o Brasil. Ni un set ni un punto ni nada. La lenta muerte de la disciplina en la isla es una verdad enorme, como una catedral.
«Y uno mirando toda la mierda correr a cántaros, con el alma rota, viendo día a día cómo personas que no tuvieron nada que ver con nuestra historia, que es muy grande, más grande que nosotras mismas, la arrollan, le pasan por arriba a lo que un día fue, sin misericordia», agregó Torres en su desahogo virtual.
Pero Torres no fue la única gigante del vóley cubano que despertó en redes. Su excolega, Idalmis Gato, también levantó la voz. Idalmis comentó su visión y ofreció su apoyo en la denuncia de Regla en redes.
«Tu dolor es el mío y el de todas las jugadoras que están y las que no, también. Muchos años de tantos problemas que se conocen y no se hablan ni se solucionan (…), no hay nada que perder, ya hemos perdido mucho», escribió Idalmis.
Gato recordó lo que deberían saber de memoria los dirigentes deportivos en Cuba: el voleibol femenino cubano tiene historia, es un legado y no puede morir de esa forma.
«Es increíble que nadie se dé cuenta. Veo a muchas jugadoras de otros países disfrutar de su historia, de lo que hicieron como equipo, respetadas y dignamente representadas por sus federaciones. Aquí no, aquí te tapan la nariz para que no respires, aquí te anulan para que no te vean, aquí te borran para que no te encuentren», agregó.
Gato confesó que en Cuba quedaban algunas de esas Morenas con «mucho dolor y angustia» y marginadas por la dirección deportiva, aunque esperaban que algún día les dieran alguna oportunidad.
Tras los gritos de auxilio, ¿alguien ha movido un dedo? Si Torres y Gato gritaron al mundo la realidad tras bastidores del voleibol cubano, era para que más de uno estuviera de rodillas pidiendo perdón.
Pero es mejor hacer lo de siempre, seguir guardando la basura bajo la alfombra y ponerle curitas a la moribunda. No tienen remedio, también se cargaron el voleibol y ahí está delirando competición tras competición. ¿Al menos habrá algún valiente que le dé el tiro de gracia?
ELTOQUE ES UN ESPACIO DE CREACIÓN ABIERTO A DIFERENTES PUNTOS DE VISTA. ESTE MATERIAL RESPONDE A LA OPINIÓN DE SU AUTOR, LA CUAL NO NECESARIAMENTE REFLEJA LA POSTURA EDITORIAL DEL MEDIO.
comentarios
En este sitio moderamos los comentarios. Si quiere conocer más detalles, lea nuestra Política de Privacidad.
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *
Idalmis
Ramon Sierra
Jorge Luis
Idel Gonzalez Olivares
diego
SERGIO COMAS