—En medio de la preparación del X Congreso de la Uneac, ese «reducto necesario», se realizó un proceso de crecimiento que dejó «absolutamente conmovida» a su dirección. Se presentaron casi dos mil creadores. «Saben a dónde van. Militar en la Uneac es militar».
—De que es una organización paramilitar no te quepan dudas: expulsa a mazantín cuando se lo ordenan. Guiño irónico el que la Uneac y la Seguridad del Estado posean dos instituciones con nombres parecidos: Villa Manuela y Villa Marista.
—«Es en la Unión donde van a transparentarse los grandes intereses patrios, los intereses de una nación, los intereses de una sociedad».
—Si la frase hace alusión a la Unión Eléctrica, la cifra de dos mil aspirantes a la Uneac se incrementará con una periodista del Tribuna. Oye si no sus definiciones oníricas sobre el apagón masivo del 18: «La oscuridad se convirtió en un lienzo donde se dibujaban historias de solidaridad y fortaleza, donde cada vela encendida representaba no una luz en la noche, sino un símbolo de comunidad y resistencia». «En cada chispa que volvió a iluminar los hogares, se reflejó la promesa de un mañana mejor». «Los aplausos y vítores que acompañaron el retorno de la electricidad fueron un eco de gratitud hacia aquellos trabajadores incansables».
—Eso se llama «despojarse del tiempo de la creación propia para entregarse a la promoción de la creación de otros». Si yo fuera del Consejo Nacional de la Uneac, obviaba el proceso de solicitud y le entregaba el carnet… apagón por medio.
—Donde mejor se cumple aquello de «aprehender el hecho cultural» es en un artículo que publica Cubadebate sobre las secuelas del huracán en Guantánamo. El autor, futuro miembro de la Asociación de Escritores, describe a la familia de su entrevistado: «Esposa y dos niñas, una adolescente, otra pequeñina y su madre, y una octogenaria señora, quien padece de varias enfermedades y tiene dificultades para caminar, lo que complicó su traslado en el momento en que se evacuaron».
—Los salvó la Defensa Civil.
—Qué va, tuvieron que evacuarse solos. Un anciano vecino que casi no puede caminar por poco se les cae en el trayecto y se lo lleva la corriente.
—Al menos tenían corriente.
—Se refiere a la crecida del río y al drama del entrevistado y compañía. «Ante tanta tristeza y dificultades (aquí es donde el periodista se monta sobre potro cual Perucho y acude a su vis lírica) me intereso por saber cómo poder, en lo posible, ayudarle». «Mire, si usted puede, regáleme un cigarro». «Y en esos segundos pasaron innumerables pensamientos por mi mente que desembocaron en la convicción de la fibra de que estamos hechos los cubanos: con tantas necesidades, pedir solo un cigarro. ¡Los cubanos somos del carajo! Qué menos hacer: le regalé la caja».
—«Popular» el tipo.
—«Con filtro». Elude cuestionar a los que no aparecieron por todo aquello.
—Los dirigentes estaban ocupados en la organización de recorridos y reuniones. La más importante es el X Congreso de la Uneac, un espacio donde «todo puede debatirse y confrontarse», y que dedicará su segunda jornada a los «procesos de colonización cultural», «la más letal, sutil y socarrona serpiente que habita el planeta y anda por doquier, con sus mañas y su fachada engañosa, inoculando violencia, enajenación, consumismo, narrativas falsas». Abel Prieto, el de «crin hirsuta», será el principal invitado.
—Espero arme tremenda bronca por lo que apareció también en Cubadebate: un artículo titulado «Nicole Kidman asegura no querer más orgasmos durante rodaje de Babygirl». La actriz compartió con el diario The Sun que las escenas íntimas con Antonio Banderas se volvían a veces muy difíciles de manejar.
—Si tomas ese bodrio como muestra de colonización, sería muy lógico que el presidente de Casa de las Américas desplegara la bandera suya y aprovechara para hablar de ello. Ha defendido siempre que la voz de los creadores cubanos «es ajena a todo tipo de tentación mercantil, de protagonismo barato». Pero ese escrito sobre los orgasmos de la también productora y cantante se «entronca» bien con lo que se discutirá en el Palacio de las Convicciones.
—¿Tú crees?
—«La Uneac es como una “pasión” que te enreda, que te embrolla, que te atrapa». En ella es recurrente el tema de la «penetración» cultural. «Uno no es consciente de hasta donde llega esa penetración».
—A la Kidman le va hondo. Y le llegaría más profundo si disfrutara de nuestras penumbras nocturnas. «Hay que enfocar la mirada a otras cosas: a fortalecernos». A la cama no puede irse si no es fortalecido… salvo que acudas a Villa «Manuela».
—Si a eso le sumas que «Cuba ha sido milagrosa en el sentido de que este archipiélago está tan “bien dotado” de hombres y mujeres del arte y la literatura», podrás concluir que el X Congreso de la Uneac será muy excitante.
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