En abril de 2023, Skip Schumaker, mánager de los Marlins de Miami en las Grandes Ligas de Béisbol (MLB), apuntó a Yuli Gurriel, el infielder de 39 años de «los Peces», como una estrella que de haber recalado antes en Grandes Ligas hubiese conseguido lo que muy pocos en ese nivel. 

Schumaker recordó a un joven Gurriel en la previa de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. El mentor expresó que el pelotero espirituano estaba allí en «su mejor momento y era la figura de aquel equipo cubano». 

El directivo de los Marlins señaló que él creía que, de haber irrumpido en la MLB a esa edad, se podía estar hablando ahora mismo de un Gurriel como candidato futuro y seguro al Salón de la Fama de Cooperstown. 

Pero, Schumaker no es el único especialista de la Gran Carpa que cree que Gurriel es un pelotero tan completo que, de haber jugado más tiempo al gran nivel, hubiese terminado en el Salón. El toletero de los Astros de Houston, Alex Bregman, refirió en una ocasión que «probablemente sería un Salón de la Fama. Es increíble. Todavía puede jugar campocorto si lo quisiera. Así es de bueno como atleta, como jugador. Es el mejor». 

Gurriel llegó a las Grandes Ligas a los 32 años, edad en la que la mayoría de los peloteros van en decadencia o se marchan a ligas menos exigentes, como los circuitos invernales de México y el Caribe. Sin embargo, «La Piña» llegó e hizo historia, consiguió títulos y premios individuales. 

En 2022, cuatro especialistas de MLB polemizaron sobre quién pudiera calificarse como el «mejor pelotero cubano» en la historia del béisbol estadounidense. Las comparaciones deben tomarse con «pinzas» porque son diferentes épocas, condiciones y reglas para jugar béisbol, pero da una idea de por qué algunos escogieron a Yuli Gurriel. 

Para los especialistas no fue sencillo elegir un pelotero cubano, entre tanto talento histórico, pero también por el tiempo limitado en el que los beisbolistas de la isla pueden jugar en Grandes Ligas luego de fugas mediáticas. Además, porque algunos de los mejores peloteros de Cuba, como Rafael Palmeiro y José Canseco, han contaminado sus legados con el uso de sustancias prohibidas. 

¿Me repatrio o no? Las cuentas pendientes de la pelota cubana

En Cuba, la «pelota es redonda y viene en caja cuadrada» y es dirigida por mentes «más cuadradas aún».

Por supuesto, nombres como Tony Pérez, Minnie Miñoso, Tony Oliva, Cristóbal Torriente, Martín Dihigo y Luis Tiant también pasaron por la mente de muchos. Pero algunos coincidieron en que no se podía tener el debate sin hablar de Yuli Gurriel. 

«La familia Gurriel es la realeza del béisbol en Cuba y Yuli es la estrella. Yuli no jugó en las Grandes Ligas hasta los 32 años, pero ayudó a Cuba a ganar el oro en los Juegos Olímpicos de 2004 y luego la plata en 2008. Ha representado a Cuba en la Serie del Caribe, el Clásico Mundial de Béisbol y ha triunfado en todas las categorías», sentenció Nathalie Alonso. 

Para Alonso, lo que Gurriel consiguió con los Astros de Houston en tan poco tiempo es una muestra de «dónde se ubicaría si hubiera jugado toda su carrera en las Grandes Ligas». Gurriel ganó un «Guante de Oro» en primera base, una posición defensiva que nunca jugó en la isla. O sea, la hizo suya y no se limitó a jugar como uno más. Fue el mejor en una temporada. 

«Es simplemente un atleta increíble y el ajuste que hizo al llegar a las Grandes Ligas es impresionante», agregó Alonso. 

Este año, Gurriel firmó un acuerdo profesional de Ligas Menores con los Marlins de Miami por más de un millón de dólares, tras salir de los Astros de Houston (equipo con el que volvió a conseguir un anillo de Serie Mundial). A base de ofensiva, ha tenido que ganarse un puesto de titular en la alineación de «los Peces». 

Con 39 años y sin la titularidad que quizá merezca y necesite en Miami, Gurriel lleva otra temporada plausible, con un average ofensivo, al menos hasta el 8 de junio, de 275, con OBP de 333 y un OPS de 749. Ha disparado tres vuelacercas, impulsado 13 carreras y estafado tres almohadillas. Y quiere más, mucho más. Yuli quiere llevar a los Marlins a la postemporada en esta campaña. 

«Sigo trabajando para decirles a estos muchachos que vamos a jugar béisbol en octubre. Tienes que repetir eso una y otra vez y en algún momento los muchachos van a creerlo. Están empezando a creer que van a jugar béisbol en octubre», contó Gurriel esta semana al El Nuevo Herald. 

Me atrevería a apostar que, a ese ritmo, con el talento innato y las ganas de mantenerse en el primer nivel, Gurriel estará soplando las velitas de los 40 en activo y en el «mejor béisbol del mundo».

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