Esta semana, el «mandamás» del béisbol cubano, el presidente de la Federación Cubana de Béisbol (FCB), Juan Reinaldo Pérez Pardo, amplió detalles sobre la I edición de la «Serie de las Américas», una invención beisbolera que excluye a los países con más tradición en la disciplina.

Más allá de la Serie del Caribe, el béisbol continental cuenta con un nuevo torneo para clubes campeones: la Serie de las Américas. Un evento que reunirá a representantes de seis países y celebrará su primera edición del 24 al 31 de enero de 2025 en Managua, Nicaragua.

La competición cuenta con el respaldo de la Asociación de Béisbol de las Américas (ABAM), pero le han llovido críticas en las últimas semanas.

Pérez Pardo, el dirigente cubano, ocupa un cargo, de por lo menos tres años, como vicepresidente de la junta directiva de ABAM.

Para nadie es un secreto que esa Asociación y torneo beisbolero de «las Américas» surge tras la exclusión de varias naciones ―como Cuba, Panamá, Nicaragua, Curazao y Colombia―, en repetidas ocasiones, de la Serie del Caribe.

La afrenta ha sido tal, que la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe (CBPC) ha preferido selecciones niponas en un torneo caribeño, cuestión meramente económica; aunque sin dudas Japón también es el dominador de este deporte a nivel de equipo.

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No está Cuba en la Serie del Caribe 2024, pero sí sus nacionales, sea en el terreno de juego o en las gradas del monumental estadio de la Pequeña Habana.

«Este ha sido un torneo que se ha venido preparando desde hace rato, pues no podemos estar todos los años a expensas de si nos invitan o no a la Serie del Caribe», dijo a la prensa panameña David Salayandía, presidente de ABAM.

El dirigente apuntó que no buscaban rivalizar con los de la Serie del Caribe, aunque tampoco podrían, pues un torneo que reúne a Cuba (en las horas más bajas de su béisbol), Panamá, Nicaragua, Curazao, Colombia y Argentina no podría igualar en abolengo a un torneo con República Dominicana, Venezuela, México y Puerto Rico.

«No significa que vamos a estar peleados con la Confederación, pero nuestra liga de ahora en adelante será la Serie de las Américas», reafirmó Salayandía.

¿Qué pasa si en 2026 alguna de las naciones de la Serie de las Américas es invitada a la del Caribe que tendrá como sede a Venezuela? Según la ABAM se jugarían los dos eventos.

«Pudiera darse el caso que, para 2026, países de esta liga estén invitados a la Serie del Caribe y se jugaría también la Serie de las Américas; se jugarían los dos torneos, no hay problema. Ahora tendrán que negociar con la ABAM, porque no es justo que seamos invitados y no nos correspondan los dividendos», señaló Salayandía.

Esta semana, Pérez Pardo también habló de la novedad beisbolera para los países excluidos de la Serie del Caribe y ratificó a los Leñadores de Las Tunas como la novena que representaría a la isla en la lid ―a desarrollarse el próximo mes en la capital nicaragüense y otras ciudades como Masaya y León―.

El equipo tunero también tendría asegurado su lugar en la segunda edición de la Liga de Campeones de las Américas, que se llevará a cabo en México del 8 al 13 de abril de 2025.

El comisionado nacional de béisbol apuntó que el objetivo para ambos torneos es «contar con plantillas lo más competitivas posible»; o sea, rellenar «los puntos flacos» de los Leñadores con refuerzos de otras provincias.

El calendario de la fase preliminar arrancará el 24 de enero con el enfrentamiento entre Cuba y Nicaragua en la jornada inaugural.

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El Gobierno cubano ha utilizado los criterios generales manejados en el mundo del deporte para impedir, incluso en eventos privados, que deportistas que le son adversos utilicen la bandera y el himno nacional.

El equipo cubano, representado por los tuneros, se medirá ante Panamá, Curazao, Colombia y Argentina, comenzando el 25 y siguiendo ese orden.

El 29 de enero está reservado para las semifinales cruzadas (1.° vs. 4.° y 2.° vs. 3.°); mientras que al día siguiente los ganadores disputarán la final por el oro y los perdedores competirán por el bronce.

La Serie en sí no levanta muchas expectativas a poco más de un mes de su desarrollo y falta por ver cuántos beneficios económicos genere y si quedará para siempre o será otro experimento fallido.

Lo cierto es que las críticas le han llovido desde su nacimiento, por intentar «competir» con un torneo establecido como la Serie del Caribe o por su nombre, que engloba a las «Américas» cuando las potencias beisboleras del continente no forman parte.

«La Serie de las Américas sin casi ninguna de las potencias de América, porque ni Dominicana, México, Puerto Rico, Venezuela, Canadá ni Estados Unidos son parte de este invento. Di tú», apuntó en su perfil de Facebook el reportero deportivo Yasel Porto.

Para Cuba viene como anillo al dedo, pues no cuentan con financiamiento para «premiar» a sus equipos campeones ni aspirarían a ser sedes de esta Serie con el mal estado de sus estadios.

Les viene bien seguir de satélites por cuanto evento se haga, pues profesionalizar su liga tampoco está en los planes. Un poco de lo mismo, para seguir viviendo del cuento. 

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