Jóvenes cubanos en las labores de recuperación tras el tornado del 27 de enero en La Habana. Foto: Raúl ALejandro Palmero. Tomada de su perfil de Facebook
¿Quién debe gestionar la ayuda a las víctimas del tornado?
1 / febrero / 2019
El 30 de enero las integrantes de la Camerata Romeu se fueron por iniciativa propia a llevar objetos de primera necesidad y alimentos a los damnificados por el tornado en el municpio Regla. Luego de haber recorrido algunas casas y compartido con algunas familias, recibieron la indicación de marcharse. La presidenta del gobierno local, acompañada por policías, obligó a las artistas a retirarse y dejar a medias su objetivo. La directora de la agrupación, contó indignada esta situación en su muro de la red social Facebook.
“No hubo incidente alguno q provocara esa reacción deshumanizada fuera de cualquier lógica. No sentimos la menor sensibilidad de parte de ellos. Además no hubo la mas mínima situación desagradable que justificara la agresión contra nosotras y lo más bello del ser humano, el sentido de civilidad que parece perdido”, expresó al final de su publicación Zenaida Romeu.
En el día de ayer nuestra orquesta la Camerata Romeu fue a las zonas más golpeadas por el tornado. Me impresionó al…
Posted by Zenaida Romeu on Thursday, January 31, 2019
Mientras, la actriz Violeta Rodríguez narra también en Facebook su experiencia al llegar a las zonas afectadas. Sobre la actitud de las autoridades refiere: “Sí, deja pasar! No a mí, a todo el mundo. A ver, las zonas más afectadas están cerradas porque no se puede pasar vaya sí no vas en un tractor. Y están trabajando en restaurar electricidad, etc. Los policías, señores, están ahí parados diciéndote que no pero cuando uno se acerca y les explica: mira llevo donaciones…Entonces te dicen por dónde es mejor acceder al lugar donde quieres llegar. Ni te preguntan quien eres, ni qué llevas, ni te piden identificación. Caballero, en serio, esto ha sido muy grande, prevalece el espíritu de ayuda! Traten de no politizar y centrarse en lo realmente importante que son esas personas. Un consejo”.
La espontaneidad de muchas de las acciones — protagonizadas por emprendedores, artistas, cubanos residentes en Cuba y en el extranjero, ciudadanos en general — ha despertado el debate en torno a la manera en la que deben organizarse los esfuerzos de los voluntarios en la etapa de recuperación y la entrega de donaciones a las personas que perdieron sus casas y sus objetos personales, como consecuencia del desastre natural.
Para unos está claro y es correcto que el Estado reciba los donativos materiales o monetarios y sea quien decida hacia donde se llevan y a quienes se les entregan. Otros prefieren y valoran la iniciativa ciudadana, que todo el que pueda y desee, haga llegar o lleve por sí mismo la ayuda a quienes entienda que la necesitan. También están aquellos que, si bien aprueban la decisión estatal de centralizar, exigen transparencia en el proceso, que se rinda cuentas, que se informe con detalles de todo lo recibido y repartido, práctica inexistente en la gestión gubernamental en Cuba hasta hoy.
Algo que sí varios defienden — con base en la variedad de los esfuerzos y sus diferentes procedencias — es la capacidad movilizativa de la sociedad civil toda. El jurista Raudiel Peña se refiere en su perfil de Twitter a una “articulación espontánea de la sociedad civil” que debe ser entendida para comprender la Cuba de hoy.
En una sociedad como la cubana, donde lo “normal” es que lo gestado desde el Estado sea lo predominante y en muchos casos lo único permitido durante 60 años, a algunos les parecen raras e inadecuadas acciones solidarias que no vengan por la “canalita”.
Como resultado, algunas de estas iniciativas ciudadanas, surgidas espontáneamente y coordinadas al margen de cualquier institución, han sido coartadas o entorpecidas, aun cuando el gobierno, específicamente el presidente Díaz- Canel, ha pedido que se haga expedita la ayuda a los afectados. Otras, la mayoría, han cumplido su cometido.
“Hoy vi a un muchacho del pre, con un estudiante universitario, una señora religiosa, una presidenta de la FEU de una Universidad, una funcionaria del gobierno, un presidente de una ONG cubana, una investigadora del CITMA, un dueño de una paladar, un artista audiovisual… muchos… juntos, armando bultos de donativos y llevándondolos a las casas de los damnificados. Todos juntos, apoyados por la policia y las autoridades locales. Vi a una persona bajar de su carro 100 botellas de agua para repartir y no decir ni como se llamaba…los nombres ahora no son importantes”, así lo cuenta el joven botánico e investigador Alejandro Palmarola, quien ha estado coordinando sin ninguna orientación “desde arriba” y solo por el deseo de ser útil, la atención y la organización de los voluntarios en zonas afectadas.
La periodista Mónica Baró relató cómo funcionarios del partido y del gobierno entorpecieron la labor de jóvenes emprendedores que llevaron alimentos para repartir gratuitamente a los damnificados en el municipio Regla.
Ayer, 29 de enero, en la Avenida Rotaria, en el municipio Regla, el Estado colocó quioscos con ofertas gastronómicas…
Posted by Mónica Baró Sánchez on Wednesday, January 30, 2019
A la experiencia positiva de la actriz Violeta mencionada antes se suman otras, en las cuales los protagonistas han podido llevar su ayuda y cumplir lo que planearon. El joven Yohan González cuenta que entregaron sin problemas las donaciones.
Por su parte, Silvia Rodríguez, hace público el feliz término de su iniciativa solidaria junto al compositor José María Vitier. Explica que, aunque tuvieron “que dar muchas vueltas porque hay muchas calles cerradas por los arreglos de electricidad”, entregaron lo que llevaban. “… vimos con estupor el desastre, las personas recibían nuestra modesta ayuda con agradecimiento y presentí en ellos una sensación de vergüenza que me derrotó. No estaban preparados para recibir ayuda, son personas suficientes que perdieron sus casas y todo y que nunca pensaron en verse en esa situación. Qué doble pena, propia y ajena. Mucho dolor”.
Acabamos de llegar de Regla de llevar todo lo que pudimos comprar y recoger para ayudar. Tuvimos que dar muchas vueltas…
Posted by Silvia Rodríguez Rivero on Thursday, January 31, 2019
La escritora Laidi Fernández de Juan narra en un artículo publicado por La Jiribilla: “Si bien es cierto que, como había leído, la policía presente en las calles más destruidas indica que debe irse al Gobierno local y dejar allí los donativos, también es verdad que NADIE nos impidió seguir el camino al libre albedrío, sin cumplir lo establecido. Encontramos a reglanos apartando escombros, y les preguntamos cuál era la zona peor, la más devastada. “La Colonia”, dijeron a coro, “sigan recto por ahí pa’ allá y cuando vean una loma sin casas, es que llegaron”. Eso hicimos.
Textos de medios de prensa oficiales y no oficiales, han visibilizado las disímiles acciones de colaboración en los municipios más azotados por el tornado.
En artículos de Periodismo de Barrio y de OnCubaNews pueden conocerse las anécdotas de artistas y ciudadanos cubanos en general que han visitado los barrios con donaciones.
Juventud Rebelde también hace referencia a varias iniciativas, en especial a las protagonizadas por jóvenes universitarios que trabajan en la recogida de escombros y en cuanto se necesita para que, dentro de lo posible, las zonas más afectadas vuelvan a la “normalidad”.
El artículo resalta la labor de cientos de estudiantes de la Universidad de La Habana que como Marian Curbelo recorren por estos días las calles de Jesús del Monte. “Residente en este mismo municipio, aunque en otra localidad menos afectada, fue de las primeras en sumarse al llamado hecho a estudiantes y jóvenes en la noche del 28 de enero, en la Marcha de las Antorchas. Otros estudiantes de la Facultad de Biología de la Universidad de la Habana, como ella, la acompañan desde este martes.
Dice que aquí ha hecho suya cada vivienda que le ha abierto sus puertas. «Vamos tocando puerta por puerta, preguntando qué podemos hacer por ellos, desde sacar escombros, hasta escuchar a quienes no salen del asombro por lo sucedido. Toda ayuda es válida».
Sus palabras las confirman los vecinos, a quienes al principio les tomó por sorpresa la bisoña tropa que trabaja sin descanso hombro con hombro con los afectados. «Ayer incluso nos ayudaron a hacer una caldosa para todos», interrumpe un señor mientras conversamos con Marian. Ella no estuvo entre los mencionados, me confiesa, «pero hemos sido tantos, que es común confundirnos».
Unas cuadras más adelante, Sheila Reyes y Geisa Hechavarría, estudiantes de la Facultad de Turismo de la Colina Universitaria, evitan que los transeúntes sean golpeados por algunos de los escombros que, desde la azotea de un segundo piso, arrojan sus compañeros”.
El joven Carlos Ernesto Escalona, tras llegar de una jornada de apoyo en la recuperación, publicó en su muro de Facebook un mensaje cuyas últimas palabras son: “Obviamente el Estado y el Gobierno, en el letargo de su proceder tradicional, se han encontrado con un panorama totalmente nuevo que escapa de su comprensión y tanto más de su control. Así que a falta de un protocolo que seguir, la cosa al parecer acaba más que nada en la discrecionalidad del funcionario a cargo, y la resolución que le dé su conciencia al “ser” contra el “parecer”. Insisto: no faltan ejemplos lamentables, pero la mayoría de los que he tenido noticia -yo, hoy- han sido bastante felices, gracias al cielo”.
Una de las respuestas del gobierno a este conjunto de iniciativas ha sido informar recomendaciones específicas para aquellos que, desde dentro del país o desde el extranjero, desean hacer llegar sus donaciones a las familias afectadas.
El Ministerio del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, organismo rector de la actividad, ha establecido los procedimientos aprobados para hacer llegar a los afectados la ayuda internacional.
En una nota publicada en el periódico Granma, se explica: “Los donativos de recursos materiales desde el exterior, sean de gobiernos, empresas, organizaciones no gubernamentales o personas naturales, pueden comunicarse a las embajadas de Cuba en el país en el que se encuentre el donante”.
Asimismo, se deja claro que “el Gobierno cubano se encarga de organizar el arribo, el ingreso sin pagar aranceles y la distribución. En el caso de los donativos de recursos financieros en divisas el Banco Financiero Internacional tiene una cuenta habilitada con el número 0300000005093523”.
Para quienes se encuentran en el territorio nacional, “las donaciones de recursos se canalizan a través del Consejo de la Administración Provincial de La Habana. Para las ayudas monetarias se ha abierto una cuenta en el Banco Metropolitano con el número 0598770002953216, trámite que puede realizarse desde cualquier sucursal”.
Gobierno cubano busca viabilizar donaciones tras el tornado en La Habana
Aun cuando el Estado ha comenzado a actuar para organizar y coordinar estas movilizaciones solidarias, los esfuerzos no parecen ser suficientes. En las redes sociales digitales puede leerse lo mismo las publicaciones de quienes deciden poner sus donaciones en manos de la gestión gubernamental como la de aquellos que se mantienen en su posición de entregarlas personalmente.
El debate sobre los aspectos positivos y negativos de la acción de nuevos actores en el escenario cubano, y la visible pérdida del monopolio y el centralismo del Estado que ello significa, continúa abierto.
El periodista Sergio Alejandro Gómez pone algunos puntos sobre la mesa en un artículo publicado en su perfil de Medium. Del lado optimista, señala que “el activismo mostrado por este nuevo sector de la sociedad puede ayudar a movilizar aún más el tejido social, promover la solidaridad entre los cubanos y que las personas se sientan empoderadas y capaces de marcar la diferencia. Todo lo cual va en conjunción con el espíritu de los cambios que necesita el país”.
También alerta sobre el riesgo de “que la exaltación de la iniciativa individual, aunque sea loable y positiva, se intente imponer simbólicamente como sustituta o superación del Estado y la acción coordinada de las mayorías. Puede parecer algo excesivo, pero la matriz está impuesta hace tiempo. Contar con un Estado y un sistema de asistencia social en el que cada persona sabe que no quedará desamparada si se levanta un día en la mañana y un tornado EF4 arranca el techo de su edificio, es uno de los grandes logros de la Revolución, y uno que cada cubano, dentro o fuera de la Isla, debería cuidar”.
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Eduardo Hernandez