Yaima Caballero y Osmany Domínguez permanecen al tanto de cuatro niños enfermos. Aun en medio de su dolor —no ha pasado una semana desde que murió su hija de un año por complicaciones con la vacuna PRS, contra la parotiditis, la rubéola y el sarampión— encuentran fuerzas para denunciar lo ocurrido e implorar por la recuperación de otros pequeños.
“Estamos al corriente”, “la más grave permanece estable”, “Dios quiera que se puedan salvar”, responden a través del chat de WhatsApp.
Fueron ellos los primeros en denunciar que varios niños estaban ingresados en hospitales pediátricos de La Habana con los mismos síntomas de su hija.
“Es cierto, desgraciadamente”, nos confirman.
Lo saben ellos mejor que nadie. Son los padres de Paloma, la niña que no sobrevivió.
MINSAP informa sobre lamentable suceso asociado a vacunación con PRS en La Habana
Apenas conocen al resto de las familias afectadas. “Una es de nuestro barrio en Alamar”, cuenta la madre. Todos llevaron a sus hijos a vacunar al policlínico Enrique Betancourt Neninger, de Habana del Este.
Mientras atiende con valor a quienes preguntan por la muerte de su hija, también desea la recuperación del resto de los niños ingresados.
“La nena de la familia que conocemos gracias a Dios, hasta ayer estaba estable”, responde.
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Yaima publicaba poco en su cuenta de Instagram. La utilizaba para compartir fotos de su bebé: aquella de las nuevas sandalias el día del cumpleaños, la que se hicieron con Descemer Bueno a la salida de la peluquería, la del conjunto rosado del día de la vacuna, la última en el hospital…
En esa misma red social, tras un arranque de ira, de desesperación y dolor denunció la muerte de su hija.
Su caso se hizo viral. Los medios no estatales hablaron del fallecimiento de la niña, informaron de otros casos similares, de las posibles causas de la muerte y de los ingresos.
“Hemos leído cosas que no son reales”, lamenta Yaima. Me pide decir solo la verdad. “Es mi deber”, le respondo.
En medio del dolor reconoce las bondades del sistema de salud cubano, la atención esmerada de varios médicos, la importancia de la vacunación en los bebés.
Me contó que tuvieron que dejar su hogar por lo insoportable de los recuerdos, de cómo no quisieran volver a aquella casa donde fueron tan felices y ya no lo serán más.
Desde lejos, se preocupan por el desenlace de cada caso. Entienden mejor que nadie la desesperación de los padres que ahora también ruegan por la recuperación de sus hijos.
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Yaima sigue atenta a las redes sociales. Le consuelan los mensajes de aliento de los desconocidos, las personas conmovidas tras saber la noticia, los padres que estarán ahora alertas tras cualquier síntoma post vacunación.
Nada podrá devolverle la vida a su hija. No busca culpables, pero quiere respuestas.
Tres días después de la muerte de su bebé leyó en las redes sociales la nota aclaratoria del Ministerio de Salud Pública.
“Algo tenían que decir —reconoce— porque fue mucha la presión”.
Hasta horas de la mañana de este domingo 13 de octubre ningún funcionario de Salud en Cuba se había comunicado con ellos: ni una disculpa, ni las condolencias, ni para asegurarles, personalmente, que investigarán qué pasó.
“Ellos están molestos porque hicimos la denuncia pública en las redes sociales”, sospecha Yaima. “Pero me da igual”.
A mí también.
El lunes 14 en la mañana el presidente Díaz-Canel publicó en su cuenta de Twitter un mensaje de condolencia: “Dolorosa pérdida de bebé Paloma. Condolencias a sus padres. #MINSAP investiga y cuida celosamente a otros niños afectados. Ofende y lastima manipulación política de adversarios. Nada más importante que un niño para la #RevoluciónCubana. #SomosCuba”.
La denuncia de Yaima y Osmany impulsó un movimiento que podría evitar que las causas de la muerte de su hija se repitan. Sus actos empujaron al gobierno a emitir una declaración pública sobre un asunto que bien podría afectar a otros niños, en otros lugares.
Nadie puede reprocharles compartir su dolor para evitar otros dolores. Nadie tiene el derecho de juzgar a unos padres cuando pierden a su hija. Su valentía no va por el camino del descrédito, la manipulación y la malicia, como algunos han comenzado a insinuar.
comentarios
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Henrick
Pd:No me censuren por decir la verdad
El gordo
Liana
Yorli
Soy estudiante de Medicina, para nada estoy en contra de nuestro pais, porque gracias a este sistema, yo me estoy formando como doctora. Pero te puedo aclarar que lo que sucedió fue, o porque la vacuna estaba vencida, o por sabotaje, pues estas vacunas no se confeccionan en Cuba, a pesar de que Cuba es una “potencia médica”.
Hasta el momento esas vacunas, si dan reacciones adversas, ocurre en un niño, de cada 100 quizás, a los que se le administra dicho medicamento, pero no a 5 en el mismo momento y lugar… Con esto te puedo repetir que o fue sabotaje, o fue negligencia del médico y la enfermera que administraron esas vacunas que pueden haber estado vencidas….
Pero por otro lado, lo que no se puede justificar nunca, es que se divulgue la noticia de este suceso tan importante y triste a través de las redes sociales e Internet, que fue por este medio que yo supe acerca de este tema. Nuestro país tiene noticieros, bastantes x cierto, xq muchas veces lo q te ponen en el noticiero del mediodía te lo transmiten x la noche nuevamente… ¿No crees que habían bastantes vías para transmitir esto??? ¿ A los cuantos días es que vienen a transmitir lo que sucedió??? Quizás lo hicieron porque no tenían más remedio y xq la gente se estaba enterando de esto a través de Internet.
A lo mejor la respuesta está en que estaban demasiado ocupados con el problema del “transporte” que supuestamente se arregló y todo sigue igual, y no tenían tiempo ni espacio para este tema….
Lamento mucho lo que sucedió con esos bebés. Y sobre todo con Paloma. Mis condolencias y mis respetos a esos padres que están pasando por tanto dolor, y tienen fuerzas para seguir adelante, pues los hijos nuestros son lo más preciado que podemos tener en el mundo…Y sin ellos, sin la alegría de nuestros bebés, no somos nada…
Henrick
Yo digo basta de utilizar desgracias para atacar la Revolución.
Miguel ANTONIO
Polloporpescado
SE ESTRELLA UN AVION, NOS VISITA UN TORNADO, CAEN METEORITOS, MUERE UNA NIÑA POR UNA VACUNA, SE PIERDEN LOS COMBUSTIBLE, VUELVEN LOS DESALOJOS Y PARA COLMO DE MALES TAMBIEN REGRESAN LOS DOLARES A LA ECONOMIA. EL CUP Y EL CUC HAN PERDIDO AUN MAS SU VALOR.
POBRE HOMBRE, LO HAN SENTADO EN UN POLVORIN. VA A PAGAR LOS ERRORES COMETIDOS DURANTE DECADAS POR SUS SUPERIORES.
Volviendo al tema. Muy lamentable la muerte de la nena por cualquier causa que fuere. Si que es bochornoso habernos enterado por la prensa “enemiga” y no por la oficial. Temas como estos se deberian publicar en los medios como se publican los de USA que nada o poco nos importan. Cambienle el nombre al GRANMA y ponganle GRANUSA.
MATUSALEN
Valentina
JHM