Los bloques en los que la Unión Eléctrica (UNE) dividió los municipios cubanos para programar los apagones pudieran convertirse en la nueva división político-administrativa debido a la frecuencia con la que se mencionan en las conversaciones cotidianas. Un bloque lo componen entre una y cuatro zonas compuestas por diferentes barrios. Los bloques alternan las horas de luz eléctrica durante un día. La idea de la alternancia de los apagones según los bloques es un reciclaje de crisis anteriores y esconde la sobrecarga de algunas localidades con respecto a otras. La crisis de los apagones no se vive de igual manera en cada región del país.
La planificación de los apagones en las provincias cubanas depende de la capacidad diaria de producir electricidad en el país, según informó la UNE. Desde finales de enero de 2024, el déficit —la diferencia entre lo que se produce y lo que se necesita— ha oscilado entre 500 y 1 000 megavoltios (MW). El déficit máximo reportado fue de 1 389 MW (el 17 de febrero y el 16 de marzo). La cifra representa casi la tercera parte de la demanda del país.
En el primer trimestre de 2024 (como se ve en la gráfica), la diferencia entre la demanda y la disponibilidad del sistema es mucho mayor que en períodos anteriores. El déficit también supera al que se reportó en 2023.
Las autoridades han reconocido las largas horas sin electricidad y las molestias que ocasiona a la ciudadanía, sobre todo en horario nocturno. Vicente de la O Levi, ministro del ramo, dijo en un programa especial de la presidencia que en marzo ocurrieron cortes de electricidad de 12, 14 y 18 horas.
Para mapear el impacto de las afectaciones eléctricas en las diferentes localidades cubanas, el 19 de marzo de 2024 preguntamos a la audiencia de elTOQUE cuántas horas duró el último apagón que vivieron. Recibimos 449 respuestas.
Los resultados muestran la brecha territorial que se evidencia, también, en el ciclo que diseña la UNE para apagar los hogares cubanos. Las zonas periféricas —que se encuentran más alejadas de las cabeceras provinciales y tienen menor impacto económico— sufren con mayor frecuencia los cortes eléctricos. En Camagüey, Mayabeque, Granma y Holguín se han reportado los apagones más prolongados, según los reportes ciudadanos, y en La Habana el menor número de horas con reportes de 30 minutos y máximo de 9 horas en Arroyo Naranjo. Las zonas cercanas a hospitales, empresas productivas importantes y zonas políticas (donde se ubican dependencias del Gobierno o del Partido) se afectan con menor frecuencia.
El número máximo de horas sin electricidad que reportó la audiencia de elTOQUE es de 24 horas en Moa, Holguín. Desde esa provincia, también se recibieron reportes de 20 y 23 horas sin luz eléctrica en Banes y hasta 20 horas en Gibara. Se reportaron, además, cortes de 20 horas en Camagüey y de 21 horas en Mayabeque durante una jornada, a veces de forma continuada y otras con intermitencia.
Por otra parte, los reportes de la audiencia muestran discrepancias entre lo planificado por la UNE y la realidad. En relación con el número mínimo de horas, las personas indicaron que en ocasiones ocurren menos cortes que los planificados. Sin embargo, con respecto al máximo, la población reporta que el número de horas puede exceder lo proyectado.
La rotación planificada para apagar los bloques varía según la provincia. Sin embargo, resalta que en la capital los cortes están programados para afectar cada tres días, mientras que en el resto del país se registran a diario. De acuerdo con la programación, Cienfuegos y Mayabeque tienen una mayor carga en la distribución de apagones.
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Sofía