
Foto: Sadiel Mederos.
Sin fecha exacta para la «actualización» del mercado cambiario en Cuba
27 / marzo / 2025
En días recientes, durante la reunión anual del sistema bancario cubano, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel reconoció que hasta el momento no hay avances en la «organización» del mercado cambiario.
«Tenemos que actualizar nuestra política monetaria en los próximos meses o semanas. Tenemos que buscar una unificación cambiaria flexible y más real que la que hoy tenemos», dijo.
Además añadió que el Estado debe buscar acciones que permitan controlar la inflación y convivir con la dolarización parcial para que esta estimule el ingreso de divisas.
La mayoría de los reportes de prensa de 2024 e inicios de 2025 han hecho una vaga alusión al tema, con la reiteración de frases que hacen alusión a un análisis de propuestas para organizar el mercado cambiario.
Aunque desde hace años se han anunciado posibles medidas para reducir el uso del mercado informal, no se ha ofrecido una solución práctica que permita a los ciudadanos acceder a divisas extranjeras de manera legal, segura y eficiente.
Durante las sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular en diciembre de 2024, el primer ministro Manuel Marrero anunció que en 2025 se establecería una tasa de cambio flotante.
Sin embargo, tres meses y medio después de sus declaraciones, no existen señales claras de que se avance hacia una solución efectiva.
La odisea para comprar dólares en Cadeca
Carlos tiene más de 200 personas por delante para comprar 100 USD. Desde hace varias semanas espera su turno en la aplicación Transfermóvil. «Si la “cola” fuera física, le daría tres vueltas a la cuadra», dice.
A estas alturas ni recuerda para qué quiere el dinero; «pero como están las cosas, tener divisas en efectivo siempre viene bien», se consuela.
Sin familiares en el extranjero que le puedan enviar dólares o euros, Carlos vive de su jubilación y de un contrato de custodio en una empresa de construcción en Las Tunas.
Hace meses intentó comprar dólares, pero el proceso para adquirirlos en Cuba le resultó complicado. Inicialmente, se usaba una aplicación llamada Ticket, que exigía apuntarse a una lista de espera virtual para obtener un turno y comprar divisas en las Casas de Cambio (Cadeca). Carlos nunca logró entender cómo funcionaba.
Luego, el sistema cambió a otra plataforma, Mi Turno, gestionada por Transfermóvil, que resultó algo más clara para él, aunque igual de frustrante a sus 71 años.
La fila virtual apenas avanza y con las recientes noticias de varias tiendas de Las Tunas reconvertidas o por convertirse a dólares, necesita más que nunca los dólares que ha querido comprar desde hace casi un año.
«Sé que he sido un tonto, pero me da miedo comprar dólares por la calle», reflexiona mientras recuerda que, en pleno período especial, lo estafaron con dólares falsos.
«Una vecina que vino de Estados Unidos también estaba vendiendo, y ella es de confianza, pero yo no podía llegar al precio en que los tenía».
Además de la diferencia en la tasa de cambio del peso cubano entre el mercado formal y el informal (de casi el triple), el Gobierno cubano ha advertido sobre posibles sanciones y medidas legales contra quienes participen en este mercado.
Un artículo publicado en Granma en 2024 se refirió a los delitos asociados con la compraventa de moneda extranjera en el mercado informal de divisas. El texto señaló que el comisor del delito puede enfrentar sanciones como la privación de libertad de dos a cinco años, multa de 500 a 1 000 cuotas o ambas.
En las reacciones al artículo del medio oficialista, varias personas se preguntaron quién en Cuba nunca ha comprado o vendido un dólar. Coincidieron en que es prácticamente imposible vivir en la isla sin hacer una u otra cosa, sobre todo comprar dólares.
Ya sea de manera personal o a través de un familiar o un amigo, el intercambio de monedas entre particulares es un secreto a voces en el país, fomentado no solo por la falta de liquidez de los bancos cubanos, sino por la progresiva dolarización estatal de los bienes y servicios.
En uno de sus análisis, el Observatorio de Monedas y Finanzas de Cuba (Omfi) señaló que existen cinco factores que determinarán el éxito o fracaso de la tasa flotante: el escenario macroeconómico, el uso del mercado formalizado, la autonomía y capacidad logística, y la tecnológica del sistema bancario cubano.
Pavel Vidal, doctor en Ciencias Económicas y principal investigador de OMFi, concluyó que Cuba tendrá dificultades para cumplir con la mayoría de las condiciones necesarias para asegurar el éxito de una tasa de cambio flotante en el mercado oficial.
Según Vidal, el país muestra rezagos importantes en diversos aspectos clave, y el discurso oficial no refleja la voluntad ni la determinación necesarias para avanzar en las reformas que son indispensables para la unificación cambiaria y la plena convertibilidad del peso cubano.
El mayor desafío está relacionado con la falta de infraestructura financiera, transparencia y credibilidad del sistema formal; elementos fundamentales para lograr que la población deje de acudir al mercado informal.

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Ana Mari