“Coordinate es una palabra que puede ser entendida perfectamente tanto por cubanos como por extranjeros”, dice Marian González y presenta así a Coordinate Cuba. Se trata de un negocio dedicado a planear bodas y que tras el 17 de diciembre de 2014 ha sumado clientes desde el ‘otro lado del Bloqueo’.
Por: Yery M. García
“A pesar de las trabas que todavía existen por ambas partes, también hay mucha esperanza. Hay muchos cubanos dentro y fuera de Cuba que tienen muchos deseos de este acercamiento. Hay muchos estadounidenses que llevan años queriendo conocer Cuba, que llevan años pensando en esto como la tierra prohibida, la tierra desconocida, la no colonizada. Estados Unidos ha entrado en todos los países del mundo, con sus transnacionales, sus marcas, sus modos de vida, sus formas de hacer y de proyectarse, pero en Cuba no, o no como ellos quisieran”. Así lo explica Marian González, graduada de Comunicación Social en la Universidad de La Habana y después de trabajar 5 años en empresas estatales, decidió lanzar su propia iniciativa.
A partir del 17 de diciembre del año pasado, clientes norteamericanos han comenzado a solicitar los servicios de Coordinate Cuba. Para Marian, el trabajo con turistas de Estados Unidos es sumamente complejo, ya que además de ser un grupo muy rentable, son también muy rigurosos.“También hay efectos negativos. Por ejemplo, muchos lugares se están preparando para ese arrivo masivo de ciudadanos norteamericanos y ya han comenzado a aumentar precios en hoteles, restaurantes, en bares. De hecho, desde que comenzaron las conversaciones se están repensando los precios de la nueva temporada turística. Estas son estrategias para sacar el mayor provecho”, me explica.
“Ya coordiné la primera boda completa de americanos, y son clientes muy exigentes. Yo creo que Cuba aún no está preparada para ese tipo de clientes. Por ejemplo, nosotros les sugerimos disponer taxis para garantizar el transporte al final del evento, sin embargo, ellos no lo consideraron necesario pues no creyeron que fuera tan difícil encontrar un taxi en La Habana a esa hora, pero sí lo es. A las tres de la mañana, cuando terminó la boda, no había taxis. Ante ese tipo de situaciones, lo único que podemos decir es ?esto es Cuba’. Entonces, a pesar de que queremos a ese público, a ese consumidor, no estamos todavía preparados y ponemos precios para ese mercado sin tener los servicios y condiciones que ellos están demandando muchas veces”.
“Tampoco estamos preparados para ofrecer prónosticos de costos. En el mundo, todos los eventos se planifican con antelación. Sin embargo, en Cuba, son muy pocas las empresas, privadas o estatales, que te pueden dar una respuesta certera en cuanto a aproximaciones a largo plazo”. Yo tengo clientes cotizando servicios con un año de anticipación y mis respuestas son, ?yo no sé cuánto va a costar el petróleo el año que viene por lo que no te puede decir cuánto van a costar los autos de los invitados, yo no sé cuánto va a costar el azúcar, por lo que no te puedo decir cuánto te va a costar el pastel de bodas’.
Otro factor que interviene en contra del negocio de Marian es el de las todavía vigentes restricciones-complicaciones presentes para aquellos norteamericanos que deseen viajar a la Isla. Si bien es cierto que un grupo importante ha logrado venir y contratar servicios particulares y estatales en Cuba, otros interesados aún no han podido, debido, entre otros factores, a los altos precios de los pasajes y a los permisos y visas que deben tener.
“Espero que con el acercamiento continúe mejorando las condiciones de conectividad. Dentro del plan de las medidas sabemos que el gobierno norteamericano tiene especial interés en el sector de las comunicaciones y también sabemos por qué. Gracias a las zonas wifi, el correo electrónico y la disminución de los precios de las tarjetas de navegación para internet -que aún no son económicas- me puedo comunicar con mis potenciales clientes. Eso debe continuar mejorando”.
“Impedimentos hay por ambas partes, por ejemplo, yo me sirvo mucho, para mi negocio, del trabajo on line y sin embrago, hay muchos sitios que vienen con opciones de países predeterminados y están todos menos Cuba. En otras ocaciones el servidor me bloquea la página al reconocer la IP cubana y me dice que no estoy autorizada a acceder a pesar de que son páginas de negocios. Esas no son restricciones cubanas.”
Marian cree que estas limitaciones provocan un beneficio para pequeños grupos de ambos países que han encontrado como ?moverse’ dentro la brecha abierta. “ Si la apertura fuera más amplia, por las dos partes, sería un grupo mayor el que disfrutaría de los beneficios del acercamiento”.
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