El pasado 15 de mayo, Reino Unido lanzó una alerta sanitaria tras detectar los cuatro primeros casos de infección por viruela del mono (Monkeypox, en inglés) en Europa. Desde entonces, las autoridades sanitarias de Estados Unidos, Canadá, Australia y de varios países de Europa informaron de nuevos casos posibles y confirmados. Esta enfermedad zoonótica viral, es decir, que se transmite de animales a humanos, es poco frecuente y generalmente se presenta con fiebre, dolores musculares y una erupción que comienza en la cara y se extiende a otras partes del cuerpo. Te contamos lo que se sabe hasta ahora.

¿Qué es la viruela del mono?

La viruela del mono es una infección zoonótica que puede propagarse a los humanos y que suele aparecer en África occidental y central, donde ahora es endémica, según explica en The Conversation Raúl Rivas González, catedrático de Microbiología de la Universidad de Salamanca (España).

El virus que provoca la viruela del mono es un patógeno que fue descubierto en 1958 cuando sucedieron dos brotes de una enfermedad similar a la viruela en colonias de monos de experimentación, de ahí el nombre inglés de monkeypox, detallan los Centers for Disease Control and Prevention (CDC).

El primer caso de viruela del mono en humanos se reportó en 1970, en el territorio que es ahora República Democrática del Congo (RDC), en un bebé que presentaba síntomas similares a los de la viruela humana.

Desde entonces, se han reportado casos de viruela del mono en otros países del centro y oeste africano: Camerún, República Centroafricana, Costa de Marfil, Gabón, Liberia, Nigeria y Sierra Leona, aunque la mayoría de casos se siguen dando en RDC, afirma la Organización Mundial de la Salud (OMS) y recogen los boletines semanales de brotes y emergencias de OMS África.

Antes de esta alerta sanitaria global, Estados Unidos también registró casos de viruela del mono: un caso en Texas de un ciudadano que viajó a Estados Unidos desde Nigeria en julio de 2021, y otro caso en Maryland de otro ciudadano que hizo esta misma ruta entre países en noviembre de ese año.

¿Cuáles son los síntomas?

“En los seres humanos, los síntomas de la viruela del simio son similares a los de la viruela, aunque algo más leves”, afirma Rivas. La enfermedad comienza con fiebre, dolor de cabeza, muscular y de espalda, escalofríos y agotamiento. Así, entre uno y tres días después de la fiebre, aparecen los sarpullidos característicos de esta enfermedad (atención, la imagen puede ser desagradable para algunas personas), primero en la cara y después en otras partes del cuerpo. Estos sarpullidos evolucionan hasta convertirse en vesículas, pústulas y finalmente, costras.

El período de incubación de la viruela símica, según la OMS, suele ser de 6 a 16 días, pero puede reducirse a 5 y elevarse a 21 días y los síntomas normalmente duran unas tres semanas.

El Centro de Seguridad Sanitaria de la Escuela Bloomberg de Salud Pública, dependiente de la Universidad Johns Hopkins, ha explicado en una hoja informativa actualizada a 20 de mayo de 2022 que la viruela del mono tiene dos “clados” o ramificaciones identificadas: el clado de África occidental, al que se asocian menos síntomas y una tasa de letalidad cercana al 1%; y el clado de la cuenca del Congo, asociado a una mayor transmisión entre humanos, síntomas más graves y una letalidad de hasta el 10%. A 21 de mayo de 2022, todos los casos confirmados por prueba PCR estaban infectados por el clado de África occidental, dice la OMS.

Los casos más graves se producen con mayor frecuencia entre los niños y su evolución depende del grado de exposición al virus, el estado de salud del paciente y la gravedad de las complicaciones, tal y como señala la Organización Mundial de la Salud.

No obstante, la mayoría de los casos se resuelven favorablemente, “hecho que también está ocurriendo en los casos detectados en estos días”, según asegura a SMC España Jacob Lorenzo-Morales, profesor titular del Área de Parasitología y director del Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias de la Universidad de La Laguna (Tenerife, España).

¿Cómo se transmite el virus?

Los CDC precisan que la transmisión de la viruela del mono ocurre cuando una persona entra en contacto con el virus, ya esté en un animal, un material contaminado u otro humano. El virus entra en el cuerpo a través de heridas de la piel, del tracto respiratorio o de las membranas mucosas de ojos, nariz o boca. También puede transmitirse por mordidas o arañazos de animales, comer comida contaminada, contacto directo con fluidos corporales o lesiones, como las vesículas características que provoca.

La principal vía de contagio entre humanos es por las gotículas que se expulsan al hablar o al estornudar, dice la evidencia científica. Sin embargo, esta viruela no es tan transmisible como el SARS-CoV-2 o la gripe, asegura Mariano Esteban, virólogo del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) de España.

Según la evidencia recopilada por la OMS de la alerta sanitaria actual, los casos se han identificado principalmente entre hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (HSH), que acuden a las clínicas de atención primaria y de salud sexual. Por este motivo, la organización sanitaria recomienda ofrecer información y consejos de salud para evitar cualquier posible estigmatización.

Como enfermedad zoonótica que es, la principal transmisión de la viruela del mono ocurre de animales, como roedores y primates, a humanos. Sin embargo, la transmisión entre humanos también puede suceder y se han identificado cadenas de transmisión de hasta nueve generaciones (una generación es cuando se pasa el virus de una persona a otra), detalla la Escuela Bloomberg.

El riesgo para el público general en Estados Unidos es bajo, aunque hay que tomar precauciones

La subdivisión de Salud del Viajero de los CDC indican que el riesgo de la viruela del mono para el público general es “bajo”. A 23 de mayo de 2022, esta alerta sanitaria se encuentra en el “nivel 2” de 3, lo que significa que los viajeros deben tomar algunas precauciones.

La principal indicación es que aquellas personas que “desarrollen erupciones similares a las de este virus, con o sin explicación, en cualquier parte del cuerpo, con o sin fiebre y escalofríos” deben buscar atención médica inmediatamente, avisando antes de acudir a un centro sanitario en persona.

Así, deberá indicar a su médico o médica si: ha viajado recientemente a algún área donde la viruela del mono se haya reportado (Europa, Norteamérica, Australia) o sea endémica (África central y occidental); si ha tenido contacto con una persona que pueda tener la viruela del mono; si es un hombre que ha mantenido contacto íntimo (incluso sexual) con otro hombre.

Como prácticas a evitar, Salud del Viajero recomienda evitar el contacto con personas con enfermedades y lesiones cutáneas o genitales y animales salvajes (vivos o muertos) como pequeños roedores, monos y simios. También desaconseja comer carne de animales silvestres o usar productos de origen animal salvaje provenientes de África. Por último, aconseja evitar el uso de materiales de personas con la viruela del mono por riesgo de contaminación, como ropa.

¿Existen vacunas o tratamiento contra la viruela del mono?

Los CDC indican que no hay tratamientos específicos para la viruela del mono. Sin embargo, se pueden usar para controlar brotes de esta viruela vacunas contra la viruela humana (smallpox), tratamientos antivirales (cidofovir, tecovirimat) e inmunoglobulinas antivaccinia (VIG), que se fabrica a partir de la sangre de individuos que han recibido una vacuna contra la viruela humana.

Así, en Estados Unidos existen dos vacunas con licencia dedicadas a prevenir la smallpox: JYNNEOS (también llamada Imvamune o Imvanex) y ACAM2000. Aunque no están ‘diseñadas’ para la monkeypox, ensayos clínicos han demostrado su capacidad de proteger a las personas de contraer la viruela del mono.

Estas vacunas no están disponibles para el público en general, sino que se disponen de ellas en caso de que ocurra un brote de viruela del mono en Estados Unidos y los CDC vean conveniente vacunar a ciertas poblaciones.

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