Un residente en Holguín se comunicó con elTOQUE para alertar a los trabajadores del sector privado sobre una supuesta estafa de más de 12 toneladas de harina.

«El pasado martes 21 de mayo, una banda de más de 25 hombres robaron la mercancía transportada por una TCP de Santiago de Cuba para una supuesta compra de gran volumen en el poblado Flores de Báguano, a la entrada de la provincia Holguín», narró el usuario en su denuncia.

Según explicó, el modus operandi de los delincuentes incluía la tramitación de la compra del producto a través de Messenger y WhatsApp, documentación falsa de la ONAT, del ejercicio por cuenta propia y de sus identificaciones.

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«La compra de la carga se realizaría de la siguiente manera: debía ser transportada hasta Holguín y depositada en dos lugares, en el poblado Flores (Báguano) y en la ciudad de Holguín; el pago se realizaría en dos partes y el comprador asumiría el gasto total del transporte», contó el usuario.

La historia involucró un camión particular para mover la carga, la renta de casas para hacerlas pasar por almacenes propios, la participación de varias personas para descargar y montar la carga en otro vehículo cuando el vendedor se moviera a recibir la segunda parte del pago.

De acuerdo con el lector que compartió la experiencia con elTOQUE y denunció la estafa a las autoridades, se trata de un modus operandi utilizado en la zona oriental y en el que han sido estafados varios TCP.

La historia relatada coincide con la de una red de estafadores que desarticuló la Policía villaclareña en las últimas semanas y cuyos detalles operativos son similares a los narrados por el usuario.

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Según la emisora provincial CMHW, tras pactar la compra y venta de leche condensada, cerveza y galletas a través de redes sociales varios cuentapropistas también fueron estafados.

Las dos estafas «desmanteladas» por las autoridades villaclareñas tenían productos por un valor de 17 millones de pesos, explicó a la radio el teniente coronel Héctor de la Fe Freire, jefe del Ministerio del Interior en Santa Clara.

De acuerdo con las autoridades, los traficantes utilizaban un engañoso esquema de doble pago. Inicialmente, los vendedores acordaban entregar la mercancía en una vivienda de Santa Clara, en la que recibirían una parte del dinero acordado. Quedaría pendiente un segundo pago en otra ubicación.

«El primer pago tenía visibles billetes de 1 000 CUP, pero la mayoría era de un peso», informa el reporte radial.

Sin embargo, antes de que se pudiera concretar el segundo reembolso, un grupo de personas se apoderaba rápidamente de los productos y los sacaba del lugar para no cumplir con el pago total.