Foto: Facebook del grupo «Por la Goma».
De «sayas o pantalones» en la pelota cubana
15 / diciembre / 2024
Recientemente, conversé con la entrenadora y exsoftbolista cubana Annie Fonseca a propósito de su nombramiento como directora de los llamados «Pumas de Marianao» en la Serie Provincial de La Habana.
Fonseca sabía que tenía un reto grandísimo entre manos, no solo porque los de Marianao habían sido finalistas en la anterior campaña provincial, sino porque ser mujer y dirigir una novena de hombres, todavía, a estas alturas, es un desafío en la isla.
La capitalina de 40 años me habló de que tenía que mostrar un «carácter fuerte» con los peloteros de su novena porque, dijo: «siempre te ven como mujer».
«Solo demostrando tu capacidad, algunos peloteros creen en ti; otros, simplemente nunca lo harán (…). Es una tarea difícil», me comentó.
Aunque Fonseca soñaba con dar un paso más y dirigir en la Serie Nacional —el campeonato principal del béisbol en la isla— reconoció que Cuba aún no estaba lista para un cambio de esa magnitud.
«Es un tema muy polémico y en la sociedad en la que vivimos todavía no estamos preparados para afrontar esta situación. Quizá, si más mujeres participaran en las Series Provinciales y obtuvieran buenos resultados, eso podría ayudar a cambiar un poco la mentalidad», señaló.
¡Y qué razón tenía! A pocos días de esa entrevista, se desataba la polémica en el diamante de la Serie Provincial habanera y en redes sociales; polémica que la tenía a ella como protagonista.
Su hito histórico, el de ser la primera mujer en dirigir un equipo masculino en la pelota nacional, quedaba opacado por un acto de puro machismo entre sus dirigidos.
La denuncia en redes sociales la desató el grupo de Facebook «Por la Goma», cuando su administrador, identificado como JuanK, comentó acerca del «acto detestable» que estaba sucediendo en lo que debió ser el séptimo partido de los Pumas en la mencionada lid.
«Los Pumas de Marianao están a solo unos minutos de perder su séptimo desafío, sin la sombra de una victoria, y esta vez por la vía del forfeit». Es penoso y ronda la cobardía que jugadores que se comprometieron a defender a su equipo abandonen el barco y, más, cuando detrás hay sentimientos machistas», expusieron.
El usuario calificó la situación de «miserable», sobre todo porque los peloteros pusieron «en tela de juicio la capacidad y calidad de un entrenador solamente porque es mujer».
«No veo otro motivo, porque hay otros equipos como El Cotorro, que también están rezagados y ahí están batallando», agregó.
El diario oficialista Tribuna de La Habana también se refirió a Fonseca esta semana, aunque sin mencionar directamente el lamentable incidente de la novena de Marianao.
El reportero Boris Luis Cabrera defendió el liderazgo femenino de Fonseca como entrenadora en la Serie Provincial y expuso que «su nombramiento desafió los estereotipos de género en el deporte cubano».
«El conjunto bajo su mando desgraciadamente no comenzó bien en el torneo al caer en sus seis primeras presentaciones y esto fue caldo de cultivo para aquellos hombres que se sienten amenazados cuando una mujer es capaz de asumir roles reservados a lo largo del tiempo para el mal llamado “sexo fuerte”», apuntó Cabrera.
Sin referirse al hecho en sí, Cabrera fue insistente en que «lo que determina la capacidad para dirigir un equipo de béisbol no es el género, sino el conocimiento». Fue, de soslayo, la única referencia al caso de «sayas y pantalones» en la serie habanera.
Hasta este minuto, ningún organismo del béisbol capitalino o nacional lamentó el incidente o «limpió» el buen nombre del deporte cubano.
Tampoco se ha anunciado una «investigación» ni salió alguna circular con sanciones a los peloteros amotinados por cuestión de género.
La Federación de Mujeres Cubanas probablemente ni se haya enterado de que una mujer dirige un equipo de béisbol de la ciudad capital en la máxima categoría masculina.
El machismo es un lastre en la sociedad cubana cuyo «avance y liberalismo» es una fachada para reuniones internacionales y lavados de rostros en cuestión de política. La realidad es que sigue como un cáncer, expandiéndose. Las cifras crecientes de feminicidios en la isla son visibles. Este acto, en apariencia «menor», en el deporte, es otro ejemplo.
No habría que debatirse a punto del arranque de 2025 si el deporte o la pelota es cuestión de «sayas o pantalones», que si en dependencia del género se sabe más de esto o de aquello.
Pero si no se extirpa lo podrido de raíz, la realidad ganará siempre a las apariencias.
ELTOQUE ES UN ESPACIO DE CREACIÓN ABIERTO A DIFERENTES PUNTOS DE VISTA. ESTE MATERIAL RESPONDE A LA OPINIÓN DE SU AUTOR, LA CUAL NO NECESARIAMENTE REFLEJA LA POSTURA EDITORIAL DEL MEDIO.
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